COSAS PARA PREOCUPARSE MUCHO

Destacado

Carlos Arce Macías

En esta última semana muchos mexicanos estamos preocupados por la reforma electoral que el oficialismo propone. Es una acechanza sobre las condiciones democráticas del país, por la posibilidad de establecer un autoritarismo con deriva dictatorial. Se suda frio.

INE amenazado

Sin embargo, estamos dejando de lado otras señales de alerta que deberíamos de escrutar puntualmente. Me refiero al despido de todo el equipo negociador de tratados internacionales de la Secretaría de Economía, decidido por la nueva secretaria, proveniente del núcleo ideológico duro del presidente. Se trata de un pésimo indicio.

En momentos tan complejos de las relaciones internacionales, todo en México se intenta descifrar mirándonos al ombligo, sin darnos cuenta de que la geopolítica ha recuperado su importancia, la cual había perdido desde la guerra fría. En ella, México, el “patio trasero” de los Estados Unidos juega un papel estratégico, muy delicado. Históricamente no hay que olvidar el caso del telegrama Zimmermann, en el que Alemania en enero de 1917 propuso a México entrar en la guerra como su aliado y así vencer a los norteamericanos.

En una mañanera de esta semana, nuestro Ejecutivo equivocó el nombre oficial de un país: Rusia. La denominó con el nombre que ostentaba durante los años del mundo bipolar: Unión Soviética. El pequeño tropiezo pudiera quedar enclavado en la serie de disparates que López vierte diariamente sin recato alguno. Pero éste no. Devela que en su cabeza aún existe el Estado Soviético y que éste es el verdadero amigo de México. Para él es fácil llegar a esta interpretación ya que la realidad se divide entre blanco y negro, yo y tú, nosotros y ellos. Solo hay dos sopas.

Con la URSS

En momentos en que la vida como la conocemos, está en peligro, por la sola posibilidad de empleo de armas termonucleares, mucho más potentes que las atómicas, y ante la derrota que va sufriendo Rusia (la URSS, para López), luego de la invasión sobre su vecino Ucrania; alinearse y mostrar simpatía por Vladimiro Putin, no es la mejor idea para un país que tiene una frontera de tres mil kilómetros con Estados Unidos y es su socio comercial.

Frente al desacuerdo relativo a los términos energéticos del T-MEC, el recambio de secretaria a media negociación y la incrustación en Economía de una pieza del entorno más ideologizado del presidente, augura la decisión de patear el acuerdo de libre comercio vigente. Pero no solamente por los caprichos mexicanos, de refundar un mercado energético basado en monopolios estatales, como en la vieja Unión Soviética, sino alineado a los intereses de Putin, de asestar un duro golpe económico a sus enemigos, al desajustar el comercio de su principal socio comercial y de proveeduría industrial. ¿Cómo le iría al dólar y a los mercados mundiales? Putin esbozaría una sonrisa de satisfacción.

No dudamos que una jugada de esos alcances pondría felices a los participantes latinoamericanos del Foro de Sao Paulo: Maduro, Ortega, Evo y Fernández, convirtiendo al presidente de México en el líder del movimiento. El éxtasis para un narcisista estaría a la mano.

Pero pensando en Guanajuato, el problema se ve de otra manera. Se liquidarían, con la salida del tratado, muchas de las ventajas de las diversas industrias asentadas en el terruño. Sería un magnífico plan para depauperar a la entidad que promete que “el gobierno de amlo se las …”, aun cuando iríamos a pique junto con otros estados del centro y norte del país. Al fin, los sureños, especialmente los tabasqueños son más inteligentes que el resto, dice el secretario de Gobernación. Pronto, todos estaríamos sumidos en la pobreza.

Esta es una estrategia de pinza, por un lado, el ataque y liquidación del INE y de la alianza opositora en automático, en tanto por el otro, el posible alineamiento con Putin para dañar la economía de Estados Unidos, en un momento bélico crucial, con Estados Unidos con elecciones parlamentarias y Trump activo. Algo más complicado y preocupante de lo que parece.

¿Como golpear a mis enemigos?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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REPORTE DE GUERRA

Carlos Arce Macías

“Estamos en un punto de inflexión entre democracia y autocracia”

Joseph Biden

La primera guerra formal del siglo XXI estalló con la invasión de Rusia a Ucrania, con el fin de evitar su asimilación a occidente y el abandono de la influencia rusa. Los ucranianos quieren ser parte de Europa y ser democráticos, y no depender de Rusia y su autócrata en el poder. La reacción resultó brutal: la incursión del ejército ruso sobre su vecino sureño, utilizando todo su poder bélico.

Invadiendo al vecino

Pero el dictador, Vládimir Putin, se equivocó al creer que la “Madre Rusia” sería bienvenida por los ucranianos, que han estado unidos a ese país desde hace siglos. Pero no fue así. Lo que sucede es que se ha creado un nacionalismo en esa región, como resultado de la independencia producida a partir de la caída de la Unión Soviética. En 1991, toda la zona occidental del país, al rededor de diez millones de habitantes, comenzaron a compartir su interés por convertirse en parte de Europa. Ese fue el factor aglutinante del resto de los ucranianos que querían apostar por las libertades occidentales, emancipándose de la tutela rusa y su sistema dictatorial. La revuelta de 2014, llamada “Euromaidan”, perfiló la decisión de apostar por Europa (Netflix: “Winter on Fire”, documental).

Poco a poco fue socializándose la europeización, pero empezó a encontrar resistencias en la zona más oriental de Ucrania llamada Donbáss, especialmente en las ciudades de Donestk y Lugansk, las cuales aglutinan a cerca de siete millones de personas dedicadas a la industria del hierro y el acero. Ahí ha habido un movimiento separatista pro-ruso, apoyado por Putin, que llegó a declarar a estas provincias como República Popular de Donestk y Lugansk. En esa parte oriental de Ucrania, es donde se vive la más alta tensión con los rusos, los cuales pretenden anexionarse estos territorios.

Para lograr la adhesión, Putin decidió invadir a su vecino sureño, confiado que en pocos días conquistaría las principales ciudades ucranianas, incluida Kiev, su capital. Pero todo falló, cuando empezó a manifestarse una fuerte resistencia al ejército ruso en todos los nodos urbanos atacados. Las modernas tácticas bélicas se probaron en esta conflagración: la guerra multidominio y mosaico, ideadas desde el Pentágono para combatir eficazmente una teórica invasión del ejército ruso sobre Europa, se puso en marcha. Se trata de enfrentamientos limitados, preponderantemente ofensivos con municiones inteligentes, uso de drones de diversas características, sensores de campo y armas de corto alcance, pero de gran efectividad en tierra y aire. (Guerra Multidominio y Mosaico,Guillermo Pulido, Instituto de Investigación en Estudios Norteamericanos, Universidad de Alcalá de Henares, 2021).

Y luego vino el reto más formidable: conquistar ciudades, que es el mayor problema para los estrategas militares. Los tanques, principal arma de conquista territorial, pierden su efectividad al adentrarse en espacios reducidos y con posiciones de tiro elevadas. Los rusos lo saben bien, ellos mismos derrotaron así, a los nazis en Stalingrado, y luego fueron vencidos en Grozni, Chechenia. Y es que derruir edificios es construir barreras infranqueables y trincheras naturales. Un ejemplo: la toma de Berlín durante la Segunda Guerra costó ochenta mil muertos y 250,000 heridos, y requirió de un ejército soviético conformado por un millón y medio de soldados. Tomar ciudades es complicadísimo, la única solución práctica es borrarlas del mapa (Hiroshima y Nagasaki) o desaparecerlas, como lo hizo el emperador Tito con Jerusalén en el año 70, o la propia Rusia en Siria, devastando Alepo en 2016.

Daño a civiles y niños

Ahora, Putin sabe que tiene perdida la guerra en casi todo el territorio ucraniano, por eso se refugia en el Donbass, en donde las ciudades podrían estar a favor de Rusia, tornándose en un esfuerzo enorme su conquista por el ejército de Ucrania, al ser defendidas por las topas rusas y sus simpatizantes.

¿Cuál será el futuro de esta contienda? Es probable que el ejército ruso, una mole metálica de costosísimos tanques y vehículos blindados, deba sostener el asedio ucraniano durante mucho tiempo. El precio será incalculable para Rusia, en tanto Ucrania, contará con armas letales, muy baratas de nueva generación, que harán insostenible, en el tiempo, la invasión. Pero todo está por verse en esta peligrosa contienda, entre las democracias y el autoritarismo, que marcará nuestro futuro.

Armas de última generación

 

Invasión

 

 

 

 

 

 

 

ADIÓS A LA DEMOCRACIA

Carlos Arce Macías

Después de despertar con la apabullante victoria del candidato Andrés Manuel López Obrador, los mexicanos se han decantado por despedirse del método democrático para ser gobernados por los próximos años. Se entregó México al designio de un solo hombre.

Con jolgorio disimulado, muchos politólogos, comentaristas y políticos han festinado la “fiesta democrática” que ha vivido el país durante la reciente jornada electoral. Pero más bien se trató de los últimos palazos del sepulturero para enterrarla varios metros bajo tierra a la democracia. Clarifiquemos los resultados: no se parecen a la cerrada votación entre Trump y Hillary (46-48%), tampoco al sufragio por el Brexit (51-48%) o la reciente elección en Francia en donde Macron ganó (65-34%) en segunda vuelta. La elección mexicana, más bien se parece a la de Rusia (76-11%) ,Turquía (52-30%) ó Venezuela (67-20%). El candidato de Morena ha obtenido la Presidencia de la República con el 53% contra el 22% de los votos de su más cercano contendiente. Inquietante resultado.

Con esos datos, el perfil electoral de AMLO, combina mejor con políticos como Vladimir Putin, Tayyip Erdogan o el tristemente célebre dictador venezolano Nicolás Maduro, que con el de cualquier mandatario occidental, sujeto a intensa competencia para ganar cada elección. El resultado fue arrollador, saliendo victorioso en treinta y un entidades federativas, con excepción de Guanajuato.

Tan solo una reflexión: las condiciones imperantes en el Congreso de la Unión y en los congresos estatales, son a tal grado favorables para el candidato morenista, que podría sin resistencia alguna, modificar la Constitución Federal para permitir la reelección del presidente. A partir de diciembre no habrá contrapesos al ejecutivo, lo cual seguramente generará una atrofia en la rendición de cuentas, la transparencia y el combate a la corrupción. El debilitamiento institucional, está a la vista.

Los primeros escarceos del ganador, apoyado por sus treinta millones de votos, ya han permitido el deslinde de un manojo de importantes promesas de campaña por lo pronto: la baja en el precio de la gasolina, la cancelación del aeropuerto, la venta del avión presidencial, la amnistía a delincuentes y el cuidado del Estado Mayor Presidencial a la figura presidencial. Paradoja, la marejada de votos, conseguida a través de promesas ridículas, ahora lo sobre legitima y le permite desmentir sus ofrecimientos, sin rubor alguno. Ese es el tipo de descaro que propiciará el neopopulismo ramplón en el que nos iremos hundiendo poco a poco.

Así las cosas, el único atisbo de esperanza de reconstrucción democrática para el país, está en la restructuración del partido de oposición menos debilitado: el PAN. Es importantísimo reflotar la institución ante el inminente riesgo de consolidación de un largo régimen autoritario, similar a los que operan en los países con votaciones similares y de corte casi totalitario.

Sin embargo Acción Nacional enfrenta una profunda crisis interna que solo puede ser solucionada bajo la eliminación de radicalismos de su interior y una reconstrucción pactada que implique la instauración de métodos democráticos en contiendas internas, una reeducación de sus miembros y un intenso combate a la corrupción en su seno.

Y es que con pasmo, los panistas permitieron ser mezclados con el PRI, cuando de corrupción gubernamental se trataba. Todos quedaron etiquetados bajo el mismo rubro: PRIAN. La acusación no se pudo descalificar, porque diversos hechos confirmaban el involucramiento de funcionarios y representantes azules en una corrupción galopante. El caso más sonado, fue el de los célebres “moches”. Los recuerdos de la trágica LXII legislatura, en que los principales personajes de la reciente campaña participaron, modeló un prototipo del político panista, interesado solamente en beneficios económicos y cochupos de toda índole. Hagamos el recuento de la diversas biografías que de ese grupo parlamentario devienen y saquemos conclusiones. El otro asunto significativo fue el caso Padrés. El costo que tuvo para Acción Nacional el gobierno padrecista, provocó su inclusión en el selecto club de los gobernadores corruptos, encabezado por los impresentables Javier y César Duarte. Así, azules y tricolores acabaron en la misma bolsa pestilente, señalada con índice de fuego, en las plazas públicas por López Obrador.

La reciente elección fue colonizada por los sentimientos de hartazgo contra los gobiernos deshonestos. Una reconstrucción panista, solo transita a través de la fijación de estrictas normas que persigan la corrupción entre sus miembros y el compromiso de inclusión de funcionarios probos, en el servicio público de los distintos gobiernos que encabece el PAN. De otra forma no habrá futuro.

Para el estado de Guanajuato es vital la recomposición interna de Acción Nacional. La fuerza que retome el partido a nivel nacional apoyará y propiciará la sobrevivencia del único estado de la federación que le dijo “no” a López Obrador. Es al fin, y con todas la serias deficiencias internas que ya hemos descrito en diversas columnas, el único resquicio para iniciar la reconquista de la democracia perdida.

Por eso consideramos, que es urgente el cambio inmediato de la dirigencia actual, que permita parar la hemorragia producida por venganzas y recriminaciones fraternas; desactivar radicalismos y pactar una transición que permita hacer frente a este nuevo gobierno con capacidades autoritarias. Mientras tanto reinstauremos la democracia en los pequeños espacios, otorgados por los electores, a Acción Nacional, bajo la promesa, esa sí firmada con sangre, de combatir eficazmente la corrupción. Sea pues, solo si la inteligencia y la buen fe, anidan en los actuales dirigentes del PAN. Esa será su trascendente decisión.

@carce55