CHERNÓBIL, EL PRECIO DE LA MENTIRA

CHERNÓBIL, EL PRECIO DE LA MENTIRA

Carlos Arce Macías

 

En recuerdo de Don Miguel Barragán, periodista.

 

¡Caray! que magnífica serie la de “Chernóbil”. La coproducción de la norteamericana HBO con la inglesa Sky, bajo la dirección de Johan Reneck y guión de Craig Mazin, que entregan al público, no solo la recreación del peor accidente nuclear de la historia, sino una pieza video gráfica, propicia para reflexionar a profundidad, sobre un conjunto de problemas muy trascendentes para el avance civilizatorio.

 

Mazin, educado en la Universidad de Princeton, de 48 años de edad, arriba a su madurez, con una experiencia como guionista, que sorprende por su pulcritud, dramatismo y fuerza, en medio de una tensión constante, por los peligros, cada vez más amenazantes, que fueron provocados por la explosión de un reactor nuclear.

 

La recreación del ambiente soviético de 1986, con la rigidez del politburó comunista, el imperio de la ideología, la vulgaridad de la burocracia y la inconsciencia gubernamental para operar una planta de fisión atómica; se plasma con delirante realismo en la serie. El mundo gris de un caduco imperio insostenible.

 

Chernóbil la serie, mezcla temas de trascendente importancia: la búsqueda de la verdad, la mentira, el poder autoritario, los burócratas, el heroísmo ciudadano, las víctimas, la consciencia científica y el derrumbe estrepitoso de un sistema arcaico. 

 

Nos muestra una gran cantidad de facetas, de una explosión motivada por las peores aberraciones de un puñado de irresponsables burócratas e ineptos técnicos, producidos por un gobierno conformado por incondicionales, temerosos de contradecir la menor seña de un superior, no se vayan a enojar, o se trunquen las ascendentes carreras, en la escala burocrática, de cada funcionario involucrado en la operación de una planta de generación eléctrica termo nuclear.

 

Pero también, engarzando diálogos, Mazin nos presenta la ruptura con la realidad que todo esto significa. El rosario de torpezas que anuncian muerte, con tal de no reconocer las brutales consecuencias de un generador nuclear, expuesto y sin las protecciones estructurales recomendadas. La catástrofe no es suficiente para convencer a la burocracia de los efectos que habrá que paliar. Las vidas apostadas, se cuentan por decenas de miles.

 

Aún cuando Chernóbil se encuentra en Ucrania, fue Bielorrusia la parte más afectada. En 2008, durante un viaje oficial a Minsk, pude descubrir la honda cicatriz abierta en el corazón de la Europa Central que había dejado el desastre atómico. Sin venir al caso, los bielorusos, acostumbrados a pasarla mal (Napoleón, Hitler, Stalin, etc.) aludían constantemente a las restricciones sufridas años atrás,  por el estallido y los humos radioactivos, que se esparcían por su territorio. Años de destrucción, de remoción de tierras contaminadas, de eliminación de bosques y fauna, y un aumento exacerbado del cáncer entre la población.

 

Al investigar el origen de la calamidad, van apareciendo datos estrepitosos. Malos diseños de los reactores, ocultados por la agencia de inteligencia soviética KGB. Construcciones débiles, incapaces de contener la eventual deflagración del reactor por un criterio macabro: era más barato. La austeridad soviética así lo recomendaba, y su ejecución, bajo esos parámetros, era obligatoria.

 

Las denuncias de los científicos trataron de ser contenidas. Por delante, la consigna política, el nombramiento como “Héroe de la Unión Soviética”, a cambio del silencio. La confrontación brutal de la mentira contra la post verdad oficialista, dejándonos como moraleja la reflexión final atribuida a Valeri Legásov, el jefe científico del Comité de investigación del accidente de Chernóbil :

 

“Ser científico es ser ingenuo. Estamos tan centrados en saber la verdad, que no consideramos la poca gente que quiere que la descubramos. Pero siempre está ahí, la veamos o no, elijamos verla o no. A la verdad le da igual que la queramos. Le da igual nuestro gobierno, nuestra ideología, nuestra religión. Esperará eternamente.”

 

Concluyamos: a los gobiernos no les irá bien alineándose a la mentira y negando la realidad… aunque tengan otros datos. Allí está el ejemplo de Chernóbil.

 

Anuncio publicitario

EL RETABLO DE LAS MARAVILLAS

 

 

Carlos Arce Macías

En 1615, la pluma más emblemática de la lengua castellana ya relataba la manera tan sencilla como se puede embabucar a las personas. Basta un poco de audacia, ser muy simples en los postulados que se comunican y sembrar tanta confianza en la audiencia, que acabe creyendo a pie juntillas en el burlador.

Con gran brillantez, Miguel de Cervantes describió, en el “Retablo de la Maravillas”, la facilidad con que un charlatán engaña a una comunidad, disfrazando con astucia sus falacias, y valiéndose de la ingenuidad de los aldeanos.

img_6026

Así el pícaro Chanfalla, acompañado por la Chirinos, los personajes principales de la obra, convocan al gobernador y alcaldes de la villa, a llenarles los bolsillos de plata, para poder presentarles en su retablo (pequeño teatro) cosas maravillosas: a Sansón, Herodías, osos, leones, toros… y una invasión de ratones. Pero para verlos, indica el socarrón presentador, es preciso que el espectador cumpla con dos requisitos: no tener raza de confeso, esto es, no ser judío converso, y tampoco hijo ilegítimo.

Las cándidas autoridades y sus familias caen en la trampa. Juntan el dinero requerido y pagan por adelantado la presentación. Lógico, todos ven las maravillas prometidas, aunque en realidad no vean nada, porque ningún espectador desea ser tachado de converso o ilegítimo, ¡sería vergonzoso!. Así las víctimas de la farsa siguen el juego sin interponer reproche alguno, con tal de resguardar la pureza de su nombre y el honor familiar.

El desenlace se materializa con el arribo de un grupo de soldados, cuyo capitán devela el fraude, y evidenciando la inexistencia de todas las fantasías. El teatro termina con la rápida huida de los pillastres.

img_6027

 

Con ingenio, Cervantes plasma, como la combinación de imaginación, elocuencia y decisión, basta para engatusar a las masas. Hoy muchos políticos, son Chanfallas , dedicados a embabucar a los ingenuos. Veamos.

El culmen de la mercadotecnia moderna es el invento de un nuevo concepto: la post-verdad, cuyo significado es la poca relevancia de los hechos objetivos frente a un discurso emotivo capaz de construir creencias personales que niegan la realidad. No encontramos, pues, ante la reedición del “Retablo de las Maravillas”.

La post-verdad, tan llevada y traída en los últimos meses, en el castellano clásico tiene un nombre, definitivo y certero: mentira. No le demos vueltas al asunto y no permitamos la utilización de un eufemismo para no llamar a algo por su verdadero nombre. No hay duda, lo que se pretende vender al incauto elector, son falsedades minuciosamente prefabricadas por un mentiroso. Veamos dos ejemplos: Trump y El Peje.

El primero logró convencer a muchos norteamericanos de que su nación padecía un verdadero desastre económico. Los países de todo el orbe, se habían aprovechado de la candidez de los políticos americanos, depauperando a su población, que se encontraría sumida en la peor depresión y el desempleo. La causa de ello, México, el cual lucra injustamente, con base en un comercio desleal con su vecino del norte. Es el primer enemigo del cual hay que defenderse erigiendo un imponente muro, expulsando a todos los latinos de su territorio, y eliminando el TLCAN.

Por absurdo que parezca, un enorme sector del pueblo americano, acepto la incoherente teoría, y bajo el conmovedor lema de “American First”, votaron alegremente por el falsario. Hoy empezamos a sufrir las consecuencias de la insensatez.

img_6031

En el caso de El Peje, ese personaje que lleva haciendo campaña política todo el siglo XXI en México, no ha dejado de mentir, intentando construir post-verdades, una y otra vez. Todo es un ambiente conspirativo, la “Mafia del Poder”, debe de ser eliminada con su espada salvadora, imponiendo la justicia y la prosperidad en el país. Su solo deseo de no ser corruptos, logrará, por arte de magia, obtener 500,000 millones de pesos para el presupuesto nacional, lo que servirá para impulsar toda clase de ocurrencias, que beneficiarán directamente al pueblo.

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

La base de las mentiras, de estos personajes, no se ha evidenciado con la fuerza o publicidad necesarias. Se trata del “Simplismo”. Todo resulta fácil de resolver, basta con ponerlos a ellos en el poder. Pretenden crear imágenes subjetivas en la mente de sus audiencias, que produzcan la convicción de que su receta es la indicada, aunque no corresponda a la realidad. Mentiras y más mentiras, lanzadas sin asomo de vergüenza.

El Simplismo, es una categoría utilizada para sustentar el engaño. Hitler prometió a los alemanes engrandecer a la nación, con una fórmula sencilla: eliminando a sus enemigos, los judíos. Todos le creyeron. Trump, reconformará una economía desastrosa (que en realidad esta en bonanza según las estadísticas), combatiendo a los mexicanos indocumentados y construyendo un muro. El Peje, por su parte, combatirá a la mafia del poder y con solo desearlo, transformará en honesta a toda la sociedad, logrando obtener ingresos adicionales inconmensurables, con los que se beneficiarán todos. Puro simplismo, engañabobos.

img_6039

 

Ojalá y la vida fuera sencilla y las decisiones se pudieran tomar entre blanco y negro. Pero la realidad es otra. Gobernar es muy difícil. En economía y desarrollo social, no hay milagros, hay que trabajar consistentemente y por largo tiempo, para lograr los beneficios deseados. Todas las promesas que contienen cambios milagrosos, son mentiras. Pugnemos por la verdad , y resistamos a ser parte del Retablo de las Maravillas.

Nota: si desean ver la escenificación del Retablo, acudan a “Los Entremeses Cervantinos”, en la Plazuela de San Roque, en Guanajuato.

img_6030

Twitter: @carce55

Editorial publicado en AM LEÓN el 19 de febrero de 2017