ALINEACIÓN ASTRAL

Carlos Arce Macías

Según la astrología, la cual estudia el significado de los eventos celestes, de las constelaciones y la sincronización planetaria, se ha concluido que los principales planetas se encuentran alineados, en un imaginario eje, con respecto a la Tierra. Esto entraña, para los guanajuatenses, la inmersión dentro de obscuras y negativas fuerzas políticas nunca experimentadas hasta ahora.

Cuentan las pitonisas y oráculos consultados, que Guanajuato viaja cercado de fuerzas negativas que es importante identificar. Se sabe que antes ha habido periodos luminosos, como los cursados a finales de los años noventa del siglo pasado, en donde se gestó la adopción de un sistema democrático a nivel nacional, estatal y municipal, basado en la gestión de un órgano regulador de las elecciones, de carácter ciudadano, que frenaba la compraventa de votos y acotaba la ambición de los partidos. Pero ahora el estado abajeño vive tiempos sombríos. Época de oscurantismo.

Pitonisa descifrando claves celestiales

Los oráculos nos advierten que, en el ámbito nacional, las cosas van de mal en peor. La combinación entre el populismo y radicalismo de izquierda ya produce un grave deterioro institucional. El sistema de salud está desecho, sin vacunas ni medicinas; el educativo en el abismo, cerrando escuelas de tiempo completo; los apoyos a la mujer, sufriendo la clausura de guarderías; los programas sociales convertidos en mecanismos de condicionamiento del voto; el grueso del gasto público aplicado a caprichos sexenales, y por tanto, concentrado en solo tres proyectos. El ejecutivo federal agrede los principios de división de poderes. Controla al Legislativo, utilizando, como borregos, a sus legisladores para respaldar todos sus caprichos. También se inmiscuye en la vida interna del Poder Judicial, acosa a los ministros y exige ser consultado en las más delicadas resoluciones. Intenta, sin el menor recato, intervenir en el Instituto Nacional Electoral y su Sala Superior, para intentar conducir las elecciones a capricho. El partido político mayoritario es dirigido de forma unipersonal, nunca ha habido democracia partidaria allí. La borrasca nacional es densa.

Pero también se nos dan mensajes divinos sobre peligros regionales. En el gobierno del estado de Guanajuato, las mujeres han quedado sin apoyo, al cerrar guarderías, entre ellas la más importante que operaba en el DIF estatal. Gran parte de los recursos se encaminan a entrega de despensas y “apoyos sociales”, junto al gasto millonario de calentadores solares y estufas ecológicas, distribuidas para comprometer el voto de los ciudadanos, con el partido que los gobierna. Otra parte importante del presupuesto se pretende destinar a la compra de terrenos feriales en León, la única ciudad que parece importarle al gobierno en turno. La dinámica republicana está descarrilada en Guanajuato. El titular del ejecutivo es capaz de obtener cualquier legislación que se proponga, “sin moverle una coma”. Su índice decide la titularidad de quien preside el Poder Judicial del Estado, teniendo la oportunidad de obtener las sentencias que requisite. El Instituto Electoral del Estado y el Tribunal respectivo, son dominados a voluntad, por medio de un equipo de burócratas, preocupados por cuidar su puesto, atentos a las instrucciones que el Olimpo estatal gire. El partido que gobierna esta provincia ha sido amansado, solo el dedo rector decide el destino de sus militantes, la crítica ha sido desterrada y el pensamiento único, campea en su interior. El estado es zona de tinieblas.

Hay también manifestaciones locales muy peligrosas, que ocurren en el gobierno municipal de la capital del estado. Allí las ocurrencias personales se desgranan. El populismo rampante alcanza niveles extraordinarios. El alcalde pretende mimetizarse en rapero exitoso, con tal de lograr una popularidad postiza. Considera convertirse en limosnero vial, para cobrar una cuota a todo ciudadano que ose aparcar su auto en las pocas calles que tiene la ciudad. Se intenta endeudar al municipio para contratar obra con sobreprecios y así obtener beneficios privados. Machito, no duda en maltratar a las mujeres que retan sus desenfrenos en el cabildo. Ignorante, degrada a una ciudad que es patrimonio de la humanidad, convirtiéndola en cantina del Bajío. Su mejor propuesta: exhibir cuanto cadáver momificado se pueda, con tal de engordar las arcas municipales, para luego asignar contratos directos a cómplices e incondicionales. El partido político que ha postulado a la mayoría que gobierna el ayuntamiento, se ha transformado en un fantasma que deambula, errante, por los callejones de la ciudad colonial. El municipio vive inmerso en el frío de ultratumba.

Oíd y tomad nota, estas son las extraordinarias visiones de quienes ven más allá de la realidad. De aquellos que han identificado que nada en los gobiernos es diferente, que solo su escala cambia, pero su vileza prevalece. Los astros, alineados, han hablado.

Popularidad postiza

 

 

 

 

 

 

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Otro Informe

Carlos Arce Macías

Luego de hacer un corte en su discurso, el gobernador, desde el atril, entró en la parte final de su alocución. Al preparar esta última pieza oratoria, tendría que esforzarse por comunicar de manera asertiva, con absoluta convicción. Su asesor principal en este tema, un viejo político, protagonista de mil batallas y de carrera prístina en la política, le había aconsejado, -a diferencia de su joven grupo de comunicación propicio a realizar presentaciones alegóricas y carnavalescas- el retorno a lo básico, a la utilización de esa herramienta netamente humana que es la palabra. La conexión con su público debería de ser oral, borrar las imágenes para que se substituyeran con un discurso finamente articulado, vertido poco a poco, con precisión milimétrica, para lograr convencer que se actúa en el sentido correcto. Había que evitar distraer con pantallas danzarinas, comentó el asesor, se necesita la palabra de fuego, la que convence y funde el hielo de la apatía, para que sea escuchada por los ciudadanos. En los momentos críticos, los estadistas cincelan el mensaje en su público, a través de una construcción oral directa, sencilla y sin recovecos. En esta ocasión los guanajuatenses deben quedar convencidos de que hay un gobierno que tiene rumbo y programa para provocar un cambio anhelado por todos.

Los novatos funcionarios, formados en ambientes académicos poco profesionales, no entendían al maduro preceptor. “Una imagen dice más que cien palabras”, advertían lanzando el conocido cliché que lleva a los políticos a inventarse shows multimedios, en lugar de intentar una comunicación política seria y profunda. El gobernador, no obstante su novatez y sin una formación política labrada por el cincel de las derrotas, descalabros, acuerdos y victorias, situaciones que forman el carácter de un verdadero dirigente, intuía la necesidad de apegarse a las razones que argüía con pasión el experimentado maestro.

La parte final del mensaje al pueblo guanajuatense comenzó. Las primeras palabras salieron un poco titubeantes, pero la dicción se compuso de inmediato y la claridad oratoria recobró su brillo:

“Conciudadanos, vivimos un cambio de época. Poco de lo que antes servía es funcional en estos momentos. Debemos estar dispuestos a transformaciones radicales. Las condiciones que guarda la política estatal resultan inoperantes para esta nueva realidad. Por eso propongo cambios de fondo, ahora los detallo:

Primero considero que debemos impulsar una alternativa social que privilegie sobre cualquier condición, el respeto a nuestros derechos fundamentales. Esto es importante, porque a partir de ahí inicia el funcionamiento de un Estado Constitucional de Derecho. No neguemos la realidad, la sociedad solo puede funcionar si hay confianza entre las personas y con el gobierno. La confianza es la seguridad de que los acuerdos se cumplen y las reglas se respetan. La corrupción rompe la confianza al substituir la ley por las prebendas , las mordidas y los compadrazgos. Su peor expresión es la impunidad, cuyo combate esta a cargo de la nueva Fiscalía General del Estado. El fortalecimiento de la Procuraduría Estatal de Derechos Humanos, estará garantizado. Buen presupuesto y autonomía plena, nos deberán ofrecer a los guanajuatenses un espacio propicio para respetar los derechos de cada persona. Solo de esa forma se construye una sociedad más justa e incluyente.

Hemos extraviado los valores republicanos. Un mandatario no puede decidir el destino de su pueblo de manera arbitraria, por eso requiere de contrapesos, expresados desde hace siglos en el balance entre Poderes. Renunciamos a intervenir en la vida interna de las otras instancias constitucionales. El grupo parlamentario mayoritario, desde ahora se encuentra en la más absoluta libertad de asumir sus responsabilidades plenamente. Propondré una modificación legal, a fin de que los secretarios de estado, puedan ser citados a debatir, explicar y proponer cuestiones relativas a su ejercicio, sin necesidad de recabar la anuencia del gobernador. El Poder judicial, deberá de resolver su camino, sin consultar, desde ahora, con su oráculo tradicional: el ejecutivo. Las propuestas de nuevos magistrados, deberán de replantearse, con el fin de que emerjan de un Colegio Judicial conformado ex profeso para realizar esa misión, garantizando la independencia de ese Poder.

Nuestro actual sistema de partidos está totalmente desacreditado, no funciona ni cuenta con la empatía ciudadana. Por eso propondremos la obligación de realizar elecciones primarias dentro de los partidos, mediante el voto ciudadano, que deberán llevarse a cabo durante una única jornada electoral para todos. De ese proceso surgirán las nuevas candidaturas, las cuales estarán abiertas también para ciudadanos independientes. Estaremos construyendo un nuevo sistema de partidos a nivel estatal, que nos garantice que cada fuerza política proponga para los puestos de elección popular, al mejor de sus militantes o simpatizantes. Solo así la democracia empezará a volver a nuestro entorno.

El buen gobierno comienza en el ámbito local. La conducción de nuestros municipios se ha ido degradando a un nivel insostenible. Por eso encargaremos a la Universidad de Guanajuato, a su Campus capitalino, una propuesta transformadora de la vida municipal. Podemos pensar, por ejemplo, en una recomposición de los ayuntamientos; en la elección de regidores por distritos locales; la categorización de municipios para diferenciar sus capacidades y por lo tanto las atribuciones asignadas. El ámbito municipal nos ofrece una extensa gama de ajustes, para asegurarnos mejores gobiernos hacia el futuro. Debemos intentarlo.

Por último, ofrecemos la instauración de un sistema de transparencia y rendición de cuentas, bajo una instancia que no dependa directamente del ejecutivo estatal. Un titular cuya propuesta surja de instancias académicas acreditadas y ratificado por nuestro Congreso. Quién conduzca los trabajos de la Secretaría de la Transparencia y Rendición de Cuentas, debe de poseer características muy especiales para afianzar en el quehacer cotidiano del gobierno, la total apertura de sus entrañas a los ciudadanos. Su papel es ofrecer la “verdad” de la gestión gubernamental, a fin de que los gobernados decidan castigar o premiar nuestro desempeño.

Por el momento es lo que tengo que informar y proponer, para que a través de cambios estratégicos bien pensados y mejor implementados, accedamos a un nuevo panorama prometedor para Guanajuato. Los invito a acompañarme hacia el cambio, solo así habrá destino teñido sobre el manto de la esperanza”.

El informe terminó. Hubo un silencio largo. En el Congreso del Estado, sede del evento, el gobernador levantó la mirada, mientras observaba los rostros sorprendidos de la audiencia. El reto estaba lanzado y la ilusión sembrada. Ya había motivos para luchar.