PENSAR EL MUNICIPIO, EL CITY MANAGER

Carlos Arce Macías

 

En recuerdo de Eliseo Martínez, gran alcalde de León

 

Corría el año de 1993, cuando desde la Asociación de Municipios de México (AMMC), conformada principalmente por las grandes ciudades mexicanas, se iniciaron relaciones con la International City/County Management Association (ICMA). Esta potente agrupación, que cuenta con más de 8000 afiliados a nivel mundial, posee la experiencia, capacidad técnica y rigor ético, para coordinar un gremio cada vez más importante en la vida de los ciudadanos que aspiran a ser bien administrados: el de los gerentes de municipios, condados, pueblos y ciudades.

 

Luego de una visita a Alemania, destacaron las iniciativas de dos alcaldes: Humberto Rice y Eliseo Martínez, los cuales impulsaron la primera asociación de municipios, así como la vinculación con asociaciones de otros países (España, Chile y Argentina) y con iniciativas globales, del ámbito municipal, como la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA). Allí se acrisoló el primer contacto con los gerentes profesionales norteamericanos y canadienses de la ICMA.

 

Existe una larga tradición de asesoría en materia de administración de ciudades desde Estados Unidos y Canadá. Incluso, ICMA mantiene una representación permanente que opera desde Guadalajara. Su función es asesorar a municipios en cuestión de ética pública, y el diseño y adaptación del arquetipo de City Manager para México. 

 

La adopción de un modelo de administrador de ciudad, es una idea en busca de un ayuntamiento innovador y un alcalde audaz y visionario, que tengan como meta la evolución de la administración a un estatus superior. Reflexionemos… tenemos décadas haciendo lo mismo,  repitiendo el modelo medieval que nos fue heredado por Castilla. La ciudad de Veracruz, recién acaba de cumplir los quinientos años de su fundación, por Hernán Cortés. Desde entonces la estructura de gobierno comunal ha sido la misma, no ha variado, produciendo los mismos resultados.

 

El modelo de City Manager surge en Estados Unidos, entre 1890 y 1920, como parte de las reformas más profundas a nivel administrativo, provocadas por la crisis moral y ética, en que la corrupción se apoderó de las administraciones locales, teniendo como causa la industrialización, los monopolios, la urbanización explosiva y la inmigración acelerada. La respuesta fue un movimiento político denominado Progresismo”. Liderado por políticos de gran calidad como Theodore Roosvelt, Robert La Follette, Woodword Wilson, Grace y Edith Abbott; el gobierno de las ciudades americanas se transformó radicalmente, dando pie a la estructura de grandes y pujantes comunidades, bien administradas, por una burocracia profesional. Si se analiza el mapa de Estados Unidos, nos daremos cuenta que el país se puede resumir a una densa red de ciudades en el este, y a lo largo de su costa del Pacífico. En síntesis, Estados Unidos es un conglomerado de pujantes y briosas ciudades.

 

Aunque el movimiento comenzó en 1908, fue hasta 1912 cuando se nombró el primer City Manager en Sumter, un pequeño pueblo del estado de Carolina del Sur. Hoy la ICMA da servicios a más de 11,000 ciudades, pueblos y condados en diversas partes del mundo. El modelo es replicable y ha probado con creces su éxito.

 

En México se han dado pasos temerosos en pos de adaptar el esquema a la administración pública mexicana. Sin embargo se ha  experimentado en Tijuana, Texcoco, Ciudad Juárez y Puebla. El problema que se enfrenta para la sobrevivencia y preservación de este buen modelo, es que obliga a la formación de un servicio profesional de carrera, dentro de la administración municipal; liquidando el actual modelo de gobierno-botín que impera, hasta hoy, en nuestro país. Efectivamente la herencia feudal del gobierno local mexicano, parte del supuesto de que la administración es un patrimonio de los políticos que se encumbran en cada localidad, un botín a repartir. Así el partido que triunfa electoralmente dispone de puestos y chambas para sus militantes. En tanto, los funcionarios tienen abierta la puerta para sobornar, hacer negocios y traficar influencias. León y algunas contadas ciudades han dado la batalla contra este deplorable fenómeno. Pero pocos municipio se salvan.

 

El paso a una administración profesional, bajo el control de un funcionario experto en gobierno, que planea, programa, ejecuta, monitorea y evalúa las políticas públicas acogidas, significa un largo paso hacia el buen gobierno al que casi todos aspiramos. Si se desea establecer un claro contraste con otras fórmulas de gobernarnos, esta es una opción excepcional.

 

El temperamento del prototipo de City Manager, va desde la concepción de un simple Auxiliar Administrativo, hasta un verdadero y poderoso Jefe de la Administración de un municipio. De poco sirve la primera opción, porque resulta menos potente que el tradicional Oficial Mayor. Se debe de aspirar a modelar una figura intermedia, bien definida normativamente, que controle casi toda la administración. Así el alcalde quedaría parcialmente liberado de la parte administrativa, para dedicar sus afanes al área política y de comunicación, y sobre todo a los problemas de difícil solución e implementación, como el gobierno metropolitano y la relación con las autoridades estatales. Su potencia política se incrementaría, al poder disponer de mas tiempo para reflexionar e interactuar a nivel estadual, e incluso, federal. El administrador piensa en el día a día, el Presidente Municipal en el futuro.

 

Confiamos en que el ayuntamiento de León y su alcalde, se aventuren a rebasar el tedio cotidiano. El reto es trascender, descollar, e innovar en la forma de enfrentar los problemas. Lograr una forma eficiente y eficaz de construir el bien común. Por eso la valentía se agradece y premia. Así sea. 

 

 

Anuncio publicitario

URBANISMO NEGRO

Carlos Arce Macías

 

Para mi maestro Don Eugenio Trueba en su 99 aniversario.

 

Manuel Castells es un gran sociólogo español, sucesor del connotado maestro francés Alain Touraine. Es uno de los académicos más citado en el campo de las ciencias sociales. Exiliado durante el franquismo, luego de terminar sus estudios en Barcelona de Derecho y Ciencias Económicas, estudió Sociología en la Universidad de París, en donde se convirtió en el profesor más joven. Luego se trasladó a Estados Unidos. Después de una larguísima carrera docente, es profesor visitante en las más altas instituciones de excelencia académica como el MIT, Oxford, Cambridge y actualmente profesor en Berkeley y en Barcelona. Mantiene desde hace décadas una productiva relación con académicos mexicanos, incluso es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y visitante distinguido en la UNAM.

 

Pues he aquí que el ilustre sociólogo, ha dictado cátedra magistral, el pasado 5 de abril, bajo el tema La Corrupción del Estado en América Latina, que precede a un libro, próximo a aparecer. Su alocución no tiene desperdicio, y bajo ese titulo, puede descargarse de YouTube. Muchos temas abordó el maestro, pero en este caso, solo me concentrare en uno de los ejes generadores de la corrupción en nuestros países: la explosión urbana y el crecimiento de las ciudades. Los otros son los procesos de inclusión en la globalización, por medio del Estado.

 

Castells expone la dinámica actual de la ciudad como concentradora de la población, luego de que el campo, mecanizado, ha dejado de requerir mano de obra. Se ha multiplicado a lo largo del mundo la concentración de grandes conglomerados humanos, conformando zonas metropolitanas enormes, con alta densidad de habitantes por kilómetro cuadrado. El constante crecimiento de la economía, también ha cooperado para agudizar el incremento acelerado de las ciudades.

 

El modelo urbano, ha producido que el territorio aumente de valor, dependiendo de los servicios que la planificación urbana va decidiendo. Ante ello, las empresas dedicadas a la construcción de infraestructura han reaccionado a la búsqueda de utilidades, a través de influir para que la inversión pública beneficie áreas especulativas que mantienen dentro del polígono de la ciudad. 

 

Por su parte, el gobierno intenta definir los rumbos propicios para el crecimiento de la mancha urbana. Construye avenidas y calles, introduce alumbrado, agua y drenaje, y también expande las redes de transporte público y vigila que haya paz y orden en las nuevas zonas citadinas. 

 

Toda vez que la decisión gubernamental es definitoria para el éxito de la operación inmobiliaria, ubicada en terrenos comprados a muy bajo precio, que por el solo hecho de encontrarse en la zona de crecimiento de la ciudad adquieren un valor jamás soñado; hace que el empresariado dedicado a la construcción de infraestructura y desarrollo inmobiliario ponga el ojo en los funcionarios y políticos locales y en los estatales. Su intervención y resoluciones son fundamentales para garantizar el boom del negocio. Se necesita controlar a los controladores.

 

Hablando ex cátedra, nos informa el sociólogo de Berkeley, que al percatarse de la importancia de estas decisiones de inversión pública, los emprendedores más voraces y menos preocupados por cuestiones éticas, han decidido comprar políticos y administradores. Esa es una de las fuentes primigenias de la corrupción actual, que desangra a nuestras naciones. Los gobiernos no han sabido, no han querido o no han podido controlar el fenómeno corruptor. La más acabada manifestación ha sido el famoso caso Odebrecht, escándalo de corrupción que ha hecho caer ya a cinco gobiernos, solo en América del Sur. Todo por la inusitada práctica de sobornos a funcionarios, de una poderosa empresa familiar brasileña.

 

Cierro la claridosa explicación de Castells, y planteamos una extensión al diagnóstico del problema, para señalar que el estado en que actualmente se encuentran los partidos políticos, también favorece que, sin mecanismos democráticos internos, se elijan a candidatos propicios a alentar agendas urbanas que respondan a intereses privados. Se neutraliza así el bien público, se vacía de contenido la democracia y la planeación se dirige a beneficiar a miembros de una oligarquía empresarial que intenta dirigir, a su antojo, los destinos de la ciudad. Eso es corrupción.

 

El caso de Guanajuato Capital, se pinta solo. Una empresa constructora, beneficiada con la asignación de una obra de infraestructura, logró: cambiar el trazo de la vía primaria en su beneficio, construir sobre el cause de un rio, una gran explanada con el material excedente de la construcción, comprar los terrenos anexos a la carretera contratada que eran zona de conservación del medio ambiente, cambiar en el ayuntamiento el uso de suelo para volverlo urbano, e intentar la autorización para comercializar una gran zona, que provocaría la afectación del paisaje guanajuatense. La empresa se ciñó al modelo explicado por el sociólogo Castells, al pie de la letra. Cooptaron a las autoridades locales, lograron la complicidad del gobernador en turno, y mantienen en vilo a la población, ya que en cada cambio de administración, intentan capturar las voluntades de los futuros gobernantes, apoyando campañas electorales y fomentando las carreras de políticos de pacotilla.

 

Ahora bien, si los guanajuatenses no logramos recuperar las ciudades primando el bien común sobre los intereses privados, no podremos despejar de corrupción la vida pública local. Nuestras comunidades seguirán padeciendo malos gobiernos. Y volvemos a recordarles: los malos gobiernos no crean buenas policías. Adiós a la posibilidad de recuperar la seguridad y a la paz, que hemos perdido.

 

Por eso es tan importante poner freno a las intentonas de captura de instancias de planeación urbana, como ha sido el caso de la designación en la capital, de un Consejo Consultivo del IMPLAN a modo. También importa controlar los procesos de expedición de licencias de desarrollo urbano, a fin de que se ciñan a las disposiciones legales y a los planos de ordenamiento vigentes. Allí entra la mejora regulatoria, la simplificación y mecanización de procesos, que eliminan la corrupción a través de tecnologías de punta. Por allí hay que empezar.

 

En quince días, expondré en este mismo espacio, como la tecnología contribuye para extirpar la corrupción en una administración pública, siempre y cuando haya voluntad política… ¡lo más difícil de lograr! Hoy hay por lo menos un municipio en Guanajuato que lo puede hacer, convirtiéndose en ejemplo nacional. Obvio, no se trata de nuestra capital. Acá vamos de mal en peor. 

@carce55

¿ZONA METROPOLITANA LEON-SILAO?

SILAO

Carlos Arce Macías

 

A Dora, mi madre, por su cumpleaños

 

El pequeño y apacible pueblo agrícola que era Silao, en los últimos decenios se ha transformado en uno de los municipios que más inversión reciben, y ha acumulado una infraestructura espectacular. En poco tiempo, el otrora bucólico paraje silaoense, se ha trasmutado en un continuo de largas techumbres blancas, que en su interior albergan a una parte importante de la industria instalada en Guanajuato. El crecimiento ha sido explosivo.

 

Silao cuenta, dentro de su territorio, con el Aeropuerto Internacional del Bajío el cuál comunica al estado con el exterior. Aprovechando la confluencia de carreteras, vía férrea y aeropuerto, a la vera de éste se ha desarrollado el Puerto Interior, una obra de infraestructura -en su tiempo impugnada como elefante blanco-, que ha sido vital en l

as pujas con otros estados para atraer inversiones interesantes como Volkswagen, Pirelli e Hino. No hay parque industrial en el país que iguale sus ventajas. Pero no es el único, hay competencia. En la zona sur se ha desarrollado FIPASI y en el norte de Silao, Las Colinas, que ya albergan una gran cantidad de factorías de diversos rubros, pero especialmente metal-mecánico y electrónico, atraídos por la cercanía de la empresa más importante, el titán manufacturero General Motors, con su enorme planta en dónde se fabrican  300,000 vehículos anuales de alta tecnología como el Cadillac y la Escalade EXT. La planta exporta a Estados Unidos, Canadá, Centroamérica y Japón.

 

Así, Silao ha cambiado, pero su población aún no entiende lo que ha sucedido, y se resiste a dejar de ser pueblo. Las administraciones locales silaoenses no han sido capaces de construir ciudad. No solo eso, con gran miopía aceptaron la metropolización con León, su ensimismado vecino que solo piensa en él.

 

Adviertan la diferencia: mientras los leoneses se dedican a hacer zapato y exigir protección comercial, los silaoenses están abiertos a los mercados globales y fabrican vehículos de última tecnología. Pero su ventaja competitiva no la utilizaron para negociar mejores condiciones urbanas, sino que al aceptar ser parte de la zona metropolitana de León, gratuitamente cedieron su valiosa ventaja al vecino, a cambio de nada.

 

Silao y sus gobernantes deberían ser más exigente. ¿No se dan cuenta de lo importante y estratégica que es su industria?  Urge mejor urbanización  y abrir zonas a la construcción de una ciudad moderna, bien planeada. Porque hasta ahora, lo que se advierte es solo la existencia de un pueblote con economía pujante. ¿Porqué gastar en transporte cuando en la localidad podría haber vivienda y servicios para los miles de trabajadores de tantas plantas allí situadas? Y habrá que ser claros, así como va, Silao no llegará más lejos que a convertirse en un remedo de Tlanepantla respecto al DF.

 

La actual zona metropolitana de León comprende Purisima, San Francisco, León y Silao. Los dos primeros municipios, nada le aportan a León en términos de competitividad, ya que se dedican a la misma rama de la industria tradicional, al contrario, hacen descender a León en los índices nacionales de competitividad. El único que les da ventajas es Silao. En el índice del CIDE (2011) la ZM León-Silao aparece en el lugar 20,  si se le considerara a León aisladamente estaría en el 24.

 

Por otra parte, mal hacen los leoneses en no coadyuvar con su socio estratégico. Una política sensata, estaría dirigida a terminar cuanto antes el eje metropolitano ¡tan prometido!, antes que parques y bulevares; así como continuar el sistema de transporte (Optibús) hasta Silao, destinando una cantidad mucho mayor de los fondos comunes para fortalecer la planeación y el fortalecimiento del municipio más competitivo y de vanguardia. ¡El valor agregado esta en Silao!

carlos.arce.macias@gmail.com

Sígueme en Twitter: @carce55