Carlos Arce Macías
La “Grandeza de México” es un eslogan muy cursi del actual gobierno. No se qué pensaron sus publicistas, ni como se definió, pero claramente responde a un creativo muy poco creativo, muy pueblerino, pero chocante por grandilocuente. Me refiero a esta frase porque, el gobierno de Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, ha decidido imponer a los guanajuatenses un trámite de reemplacamiento, en plena pandemia de coronavirus, en los meses en los que se esperan rebrotes por la entrada de la temporada de frio combinado con la influenza, y cuando las recomendaciones de los epidemiólogos son las de no acudir a lugares cerrados, como oficinas gubernamentales, en donde existe falta de ventilación y los riesgos de contagio son muy altos. Pues allá vamos los indefensos ciudadanos a cambiar las placas de nuestros vehículos. ¿Cuántos nos contagiaremos del COVID 19? ¿Cuántos pondrán en riesgo su vida al infectarse? No es tema, y ningún diputado, nuestros representantes, ha levantado la voz para quejarse, en especial los pertenecientes al gremio de legisladores ratificadores. Ya sabemos que en estos lares, la vida no vale nada. Pero eso sí, las nuevas tablillas ostentan la frase publicitaria sobre la “Grandeza” a todo lo largo de la parte inferior de la placa.

La matricula de un auto, es un código alfanumérico para identificar un vehículo y conocer los datos y domicilio del propietario y la información vinculada a este registro. El incluir el lema gubernamental limita el espacio para lograr una impresión mayor del código de identificación, aparte de recordarnos que orgullosamente, nuestro actual gobierno es “Grandeza de México”. Cara de asombro.
Los colores azules, no son los más propicios para ser percibidos en la lejanía. Estudios de óptica, han comprobado que los contrastes más indicados son el blanco y amarillo, por su alto índice de reflectividad (NOM-001 SCT). No importa, deben ser azules porque el PAN gobierna Guanajuato. Que se enteren todos. ¿No recuerdan las críticas al PRI por esas mismas acciones? ¿De dónde sacan la infausta creencia de que imponiendo farragosos trámites un partido político va a obtener votos? ¿Qué ganan con recordarle a los ciudadanos de que fue precisamente el gobierno panista de Diego Sinhué el que los obligó a acudir a una oficina gubernamental, a exponerse peligrosamente al contagio, en plena peste de coronavirus?

Pero también debemos reflexionar sobre la imposición de publicitar en nuestros vehículos los logos y lemas de una administración sexenal específica. Valdría la pena intentar un amparo para descomponerles esta aviesa imposición. Las matriculas deben de aludir exclusivamente a referencias oficiales. Lemas y logos, no lo son, sí el escudo del estado y el de la nación.
El trámite será gratuito, nos informan. Vaya tranquilidad. Pero tendremos que acompañar la solicitud de nuevas placas con varios requisitos (identificación oficial, comprobante de domicilio, CURP, no reporte de robo), y de ahí se derivará el cumplimiento de otras obligaciones, sobre todo pagos (ese es el sentido fundamental de la medida). El 48% del padrón tiene irregularidades, dicen.

Compañías aseguradoras han anunciado la próxima utilización de sistemas innovadores de monitoreo de vehículos, en donde tendrán información en tiempo real sobre la forma de conducir de los usuarios y el cumplimiento de estos, de las reglas y normas de manejo. Pronto la matricula será digital, seguro el tramite se hará en línea de punta a punta, sin necesidad de presentarse y contagiarse de alguna enfermedad en las oficinas del gobierno. Seguramente, cuando estos avances tecnológicos se implementen, los ciudadanos guanajuatenses hayan cobrado en las urnas la mala leche y temeridad de sus gobernantes. Se lo habrán ganado.