COMO AGUA ENTRE LOS DEDOS

Destacado

Carlos Arce Macías

Semana complicada. En la capital del estado asesinan al jefe operativo de la policía, echando a rodar por los suelos la narrativa del locuaz alcalde, de que su municipio es el más seguro de todo Guanajuato. Navarro notifica que “recibe el mensaje” … que cada quién interprete. En tanto, todos nos sentimos vulnerables.

Seguridad en crisis

Mientras, en el entorno político, somos sorprendidos por una serie de comentarios en radio y medios impresos, de duras y directas críticas entre las dos destacadas precandidatas de Acción Nacional a la gubernatura: Libia García y Alejandra Gutiérrez. A diez meses de la definición de candidaturas, la guerra se desata. Ya lo habíamos advertido desde este espacio: el PAN-Gto no posee las capacidades para conducir una elección interna. Sus dirigentes son orgánicos, responden a un hilo conductor manipulado desde Palacio de Gobierno, a voluntad del grupúsculo que interpreta y decide, a contentillo, las acciones del Ejecutivo. La madeja de intereses políticos, personales y de negocios gestados desde esa posición, impide que la racionalidad se convierta en guía de las decisiones. Demasiados acuerdos en lo obscurito, ajenos al PAN y al propio gobierno, se tramitan desde esa ubicación. No se tejen alianzas sino complicidades.

Así las cosas, la inequidad del proceso queda asegurada. La precandidata que teja más complicidades con el corrillo gubernamental será la que pueda ser respaldada por la burocracia azul. Así se convertirá en automático en candidata oficial, obligando a otras contendientes a ubicarse como “outsaiders” o externas. ¿Es que estos personajes solo saben jugar a la política con los dados cargados? Luego la cargada panista cumplirá órdenes, mientras que la militancia insurgente y una parte de la sociedad combatirán la imposición. La fractura interna surgirá y se irá profundizando, y la fisura que se cause posibilitará el triunfo de otra opción política. Se harán un doloroso harakiri.

Esta descomposición se da por la carencia de educación democrática de los miembros del PAN y del oprobioso oportunismo de su dirigencia actual. Demasiados años inmersos en el dedazo autoritario los ha corrompido. Hoy pudieran ser buenos militantes del PRI de los años noventa del siglo pasado, y la candidata oficial, sería heredera de Ramón Aguirre. ¡No se sorprendan, es cierto!

El poder se les comienza a ir como agua entre los dedos. El temor se advierte en la mirada del gobernador. Perder Guanajuato era impensable para ellos. Ahora se puede convertir en una profecía autocumplida, por la torpeza que denotan a cada paso que dan. Sin embargo no hay cambios, todo parece seguir la misma ruta hacia el abismo, quizás piensan ganar la elección en el campo y las zonas marginadas, desde la SEDESHU y mediante operadores electorales, a billetazos, como lo hizo su cómplice Alejandro Navarro en el municipio de Guanajuato en 2021, solo que ahora encontrarán la operación de los programas sociales federales en esos territorios.

¿Por qué entramparse de esa manera? En una elección se puede ganar o perder, así es la democracia. Pero lo que resulta nítido es que se debe de proceder bajo patrones de seriedad y honestidad, que garanticen que la competencia por una candidatura esté bien arbitrada, que se castiguen los faules y se expulse a los jugadores rudos y desleales. Eso solo lo puede hacer un PAN estatal conducido por personajes que posean calidad moral y señorío para generar confianza. Y muy importante, que no estén sometidos a las órdenes del gobernante en turno.

Este es el asunto más urgente de atender. Luego vendrá la apuesta por el voto libre de los militantes, la apertura hacia la sociedad civil para obtener su visto bueno por haber implementado un proceso limpio y justo, así como el dialogo con otros partidos que deseen participar en una alianza amplia y pujante. Buena fama, inteligencia, experiencia y capacidad en la conducción, ese debe de ser el perfil de los nuevos directivos, que tengan como objetivo la unidad, que solo se consigue en torno a la limpieza de la próxima elección interna.

En tanto, el gobernador debe de declarar su imparcialidad y evitar entrometerse en el proceso, frenando las manipulaciones de sus temerarios y ambiciosos subalternos. Si no, va a arrojar todo al caño y será el responsable de entregar Guanajuato a sus adversarios. Nadie quisiera ser él, al que el poderse les va como agua entre los dedos. Ya hay tiro, el presidente pendenciero olió la sangre.

Basta mirar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Anuncio publicitario

COMER SOPA CON TENEDOR

Destacado

Carlos Arce Macías

Conforme pasan las semanas, el gobierno estatal y su partido se entrampan más, por carecer de sensibilidades, talento y capacidades para descifrar una realidad bajo el cambio de época que el mundo, México y Guanajuato, están viviendo.

Acostumbrados a las decisiones verticales, generadas desde el Ejecutivo estatal, el modelo inspirado en la monarquía absoluta del siglo XVIII empieza a crujir por vetusto y grosero. Pensar que al Guanajuato del siglo XXI se le pueda recetar un gobernador designado por el actual mandatario, resulta ocioso. Solo se evidenciarían sus ganas de perder la elección.

Y es que los obscuros estrategas, influidos por el empacho de poder de los últimos años, no asumen el hartazgo de la ciudadanía en toda esta entidad federal. Las últimas encuestas revelan pocas probabilidades de éxito en los gobiernos municipales del corredor industrial y muestran proyecciones poco favorables en numerosos municipios. Hoy, la capital la tienen perdida frente a Morena (37-26), luego de la desastrosa gestión de un alcalde corrupto y mal evaluado (3.2), protegido desde el palacio de gobierno estatal. La derrota del fracasado museo de momias, el fiasco de la instalación de parquímetros, la violencia contra regidoras, las acusaciones de campaña anticipada, la clientelización de sectores vulnerables de la población y la serie de ocurrencias diarias, han instigado su autoderrota. Su última estupidez: violentar la Sierra de Santa Rosa, entregándole permisos de venta a un desarrollo inmobiliario que incumple la normatividad federal de cambio de uso de suelo forestal.

Consecuencia de un mal gobierno

Mientras padecemos el mal gobierno municipal, los ciudadanos de todo el país organizan y logran la concentración de personas más grande que ha habido en México. Desbordan la Plaza de la Constitución y replican la convocatoria en más de 100 ciudades del país. Se trata de un movimiento generado desde espacios libres y organizados de la sociedad. Es la insurgencia de las clases medias, que defienden su derecho a un sistema democrático, desde el cual se generen buenos gobiernos, impulsados por la participación ciudadana.

En ese contexto, un PAN estatal artrítico, debe de adaptarse a las nuevas condiciones que reclaman la apertura del partido al impulso de la ciudadanización. Pero su estructura está oxidada, ya que desde hace años, cedió su vocación democrática por la instrucción gubernamental. En un intento desesperado, procura elegir candidata a la gubernatura entre un universo de 16 mil afiliados altamente manipulables a través de los conocidos padroneros del partido. Si así lo hace, irá al fracaso, por una sencilla razón: el gobernador ordenará por quién votar. Así la construcción de una candidatura oficialista sería la opción ganadora, que nos garantizaría un mal gobierno, ya que la candidata triunfante deberá cargar con todas las rémoras de la actual regencia, empezando por el malhadado fiscal.

La mejor opción es abrir la competencia a los ciudadanos para que en primarias abiertas, puedan votar por la mejor postulación. Para ello, habría que atraer a las organizaciones ciudadanas para que impulsen la participación de una buena parte de la sociedad. Pero esta opción tiene un problema: precisa de una dirigencia comprometida con procesos limpios y equitativos, que no permita la compra de votos, la clientelización y el acarreo de los padroneros. Esa votación debe de ser como las recientes manifestaciones rosas: libre, genuina, entusiasta, propositiva y que no deje basura. De allí saldría una propuesta fresca, oxigenada y muy probablemente ganadora.

El problema es que la actual dirigencia partidaria ha actuado exactamente en el sentido contrario de lo que se desea. Alentó las trampas electorales, combate las libertades ciudadanas, presiona a los miembros de los ayuntamientos panistas para que apoyen causas malsanas y están tocados por la soberbia.

El gobierno estatal por su parte se ha aliado a intereses privados que denotan prácticas basadas en la economía de compadres. Se ha asociado a empresarios voraces, protegido a políticos sin ética y tratado con desprecio a organizaciones de la sociedad civil que abanderan causas ciudadanas.

Como comprenderán, el giro que hay que forzar en el entorno panista, es de 180 grados. Hay que recomponer muchas cosas en poco tiempo, retornando a las fructíferas alianzas con la sociedad que tan buenos dividendos rindieron en otros momentos. De otra forma, sin cambiar nada, el burdo experimento sería como comer sopa con tenedor.

Será difícil comer la sopa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿CIUDADANOS AL PAN?

Destacado

Carlos Arce Macías

Ante la nueva realidad de la contienda política en una sociedad polarizada, la oposición a Morena y sus aliados se vio comprometida a pactar una forzada alianza encabezada por un político impresentable del PRI y un opaco directivo del PAN, que no entusiasma a nadie. Hoy, las malas dirigencias han convertido a Acción Nacional en un revoltijo de funcionarios partidistas, burócratas de los gobiernos que detentan y una masa manipulable de supuestos ciudadanos, manejados por “padroneros” del partido. Desde la partidocracia que enseñorea el Comité Directivo Estatal del PAN, se moldea una cofradía tipo monjes cartujos con voto de silencio, que impide cualquier tipo de crítica a la institución. Solo silencio.

Voto de silencio

Porque los lectores deben considerar que la “Regula Monasteriorum” (Regla del Monasterio) impone severísimas conductas a sus miembros, inspiradas quizás en la disciplina de organizaciones conventuales y la secrecía de organizaciones ocultas. Su intención es limitar el diálogo público y el derecho humano a la libre expresión de las ideas en pleno siglo XXI.

Y esto sucede ahora, cuando más requiere el PAN ser fortalecido, a través de la inmersión de los ciudadanos en el activismo político. Pero he aquí que la institución ha sido severamente dañada en su alicaído prestigio, por la condena, en un juicio penal en Estados Unidos, del policía y secretario de seguridad del último gobierno panista. El PAN ha queda postrado en el momento más inoportuno, frente a las elecciones de Coahuila y Estado de México y la tempranera campaña a la presidencia de la República del año que entra. Lo engancharon al crimen organizado.

Y en tanto este desastre sucede, el partido necesita refuerzos ciudadanos, personajes convincentes sin cola que les pisen y poder persuasivo para convencer y seducir al electorado. El reto parece imposible de resolver cuando no se cuenta con políticos que puedan gestionar desde el interior de la institución partidaria, un cambio tan radical y desafiante. En Guanajuato su directiva fue designada para ser operadores políticos del gobernador y no como estrategas preocupados por el futuro de la organización política, avocados a actuar con audacia y velocidad. Desde allí lo único que se ansía es operar la extracción de recursos públicos para destinarlos a programas clientelares. No van más allá.

¿Cómo van a convencer a la ciudadanía a afiliarse a una organización que limita libertades en lugar de expandirlas? ¿Cómo llamar a personas comunes, desinteresadas en la política, mostrándose intolerantes y tiranos? ¿Cómo seducir al electorado persistiendo en políticas persecutorias y discriminatorias contra las mujeres y personas miembros de la diversidad sexual? Entiéndanlo, estamos en un cambio de época. ¿Así piensan atraer a la juventud?

Frente a una elección trascendental para el país, como será la de 2024, el partido político debe de lavar la cara e intentar obtener “momentum”, que es esa fuerza que desata el carisma de un puñado de líderes imitables, a los que la ciudadanía escucha, reconoce y sigue. Sinceramente no se otea ese camino desde una hermandad inquisitorial, que persigue el control y silencio de sus militantes.

Llevar a cabo elecciones primarias, será el principio, pero sin ciudadanía involucrada en este proceso, sería solo simulación. Y sin elecciones primarias abiertas, el ejercicio resultará peor que la designación a dedo. Por eso es urgente enviar un mensaje prístino de contrición y cambio sincero. Eso pasa por la remoción de directivos y la acelerada oxigenación de la vida interna del partido en Guanajuato. Los actuales jerarcas ya están comprometidos con ciertas candidaturas, no pueden ser árbitros de nada. Solo removiéndolos podrá cimentarse un proceso equitativo y una invitación genuina a los ciudadanos, que están desesperados por defender a la joven democracia mexicana. Por eso, no solo basta manifestarse hoy, se requieren también cambios desde el poder ¡ya!

Garantía de inequidad en la contienda interna

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MEDITACIONES PARALELAS

Destacado

Carlos Arce Macías

En el nuevo departamento, ubicado al fondo del Jardín de la Emperatriz en Palacio Nacional, el presidente de la República cavila. Está tenso y preocupado. Supeditados a un poder autocrático, sus seguidores y miembros de su partido, esperan la decisión que tomará ante sí, para designar a su sucesor en el trono. No existe, hasta ahora, ninguna externalidad que impida que se lleve a cabo su voluntad

Jardín de la Emperatriz

Según parece, la nominación recaerá sobre la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la cual se encuentra en una desenfrenada campaña proselitista para evidenciar su fuerza política. No ha dudado en distribuir costales de maíz entre campesinos calificados como miserables, que en Huimilpan, Qro. son convocados a su mitin. El tufo de los años setenta del siglo pasado se percibe nítidamente. México va de reversa.

El presidente sueña con encumbrar a la “corcholata” (así ha denominado a sus precandidatos que él mismo descarta o apoya) que le garantiza incondicionalidad absoluta y la posibilidad de seguir mandando en el país. Una especie de Pascual Ortiz Rubio versión 2.0, del que se decía en tiempos de Plutarco Elías Calles: “Aquí vive el presidente, pero el que manda vive enfrente”, en alusión de la casa particular de Calles, situada en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec, mientras el presidente habitaba el Castillo adaptado por Maximiliano como morada imperial.

Sin embargo, se detectan resistencias. Los accidentes en el Metro de la ciudad de México y las fallas continuas, así como la baja en las encuestas de la corcholata favorita, hacen que el aspirante a dictador transexenal dude y se incomode. Pero se autoafirma en que la candidata oficial deberá ser la que él mismo ha destapado y lanzado a la jaula de los leones. López mira la luz cenital que se desparrama sobre el Valle de Anáhuac, en tanto intenta tranquilizarse por la imposición que ha determinado.

En Guanajuato Diego cavila. Nervioso y turbado, desea que su decisión para lanzar un candidato oficial sea la acertada. Recuerda como su antecesor lo ubicó como delfín e impidió cualquier tipo de rebelión. Pero ahora los planes parecen fallar. Varias corcholatas han sido lanzadas al ruedo sin éxito. Habiendo quedado la estrategia en manos de su círculo de confianza, una pequeña camarilla conformada por personajes de pocas luces y ceñidos a negocios desde el poder, extravían el rumbo a cada paso que dan. Por impericia el gallinero se le ha alborotado.

Y es que su miopía sobre la cosa pública, le impide detectar, que el solo nombramiento de un “candidato oficial”, se convierte en beso del diablo para quien elija como heredero. El haber enviado a emocionados y festivos burócratas estatales a hacer campaña al Comité Municipal del PAN en León, resultó un error difícil de solventar. Inspirado por su consejero áulico, se equivoca a cada paso, olvidando aquella máxima de la política que dice: “Solo se comete un error, los demás son consecuencia del primero”. Y ya se equivocó.n

Construyendo una candidatura oficial

¿Es Diego un autócrata? Eso pensamos. Impera sobre el Legislativo y su influencia en el Judicial es mayor a la del presidente de la República respecto a la Suprema Corte de Justicia. Acá no existe un equivalente a la magistrada Piña.

Hagamos un corte y saquemos conclusiones. El ámbito federal padece el gobierno de un sátrapa y la república y la democracia están en pleno retroceso y bajo acoso. Pero en nuestro estado la política no vive tiempos de democracia y libertad. Las organizaciones ciudadanas son desoídas y ninguneadas, los organismos empresariales están a la deriva y no se han ganado el respeto. La nueva generación de empresarios aspira solo a convertirse en nuevos “gallos”, para realizar negocios al amparo del poder. Vil economía de compadres que barrunta en corrupción galopante.

Recomendación de viejo: los que quieran ser candidatos del PAN, que se fabriquen sus propias alas y busquen a la ciudadanía, sin admitir impresentables en sus equipos ni espaldarazos gobiernícolas. Que vuelen tan alto como les permitan sus virtudes y talentos. Mientras, Andrés y Diego cavilan, sumidos en sus sueños repletos de sombras y miedos, rodeados de incondicionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ALIANZA OPOSITORA, SOLO SIN PARTIDOS CÁRTEL

Destacado

CARLOS ARCE MACÍAS

El cambio de siglo trajo consigo una transformación profunda de las organizaciones políticas que no hemos sabido entender a plenitud. Ya los politólogos Richard Katz de la Universidad John Hopkins y Peter Mair del Instituto Universitario Europeo, desde 1995 identificaban los cambios profundos que estaban sufriendo los partidos políticos en su libro “Democracia y Cartelización de los Partidos Políticos”. En este texto, los autores desgranan los tipos de partidos existentes: partidos de cuadros, masas y catch-all (atrapa todo).

Mair y Katz

El partido de cuadros es el modelo que siempre tuvo, por ejemplo, el Partido Acción Nacional. Está organización procuró una cuidada selectividad de sus miembros, para convertirlo en ejemplo vivo de ciudadanía activa, decidida a llevar al poder a personas con alta preparación técnica (uno de los postulados más importantes de Gómez Morín) y de rectitud ética que garantizaran buenos gobiernos. Llama la atención que su fin principal no es ni siquiera la obtención del poder ganando elecciones, sino el reconocimiento de la eminente dignidad de la persona y por consecuencia, el reconocimiento de sus derechos fundamentales y la construcción del bien común.

Por otra parte, el partido de masas se propone organizar políticamente a amplios sectores de la sociedad. Se trata de una estructura de corte popular, construida para intentar mediar entre el Estado y la sociedad civil. Es el modelo seguido por el PRI y el PRD. Incluso recordemos los sectores tradicionales: campesino, popular y la clase trabajadora. El nacionalismo revolucionario fue la ideología sobre la que se sustentó el Revolucionario Institucional, durante setenta años.

Al paso del tiempo, los partidos se fueron escorando hacia las tácticas de la mercadotecnia y la comunicación política, con la finalidad de adaptarse a las aspiraciones de la sociedad, pulsadas hacia el momento de la elección. ¿Qué quería el partido? Lo que las encuestas marcaran como interés de la sociedad. Así se construyeron programas y se diseñaron las campañas. Lo importante era ser convincentes y atrapar al mayor número de votantes posible. Había zanahorias para todos. Esa es la táctica catch-all. Y allí quedaron posicionados todos. Escrutando los intereses de los votantes, para rápidamente prometerles la satisfacción de estos. Los principios de doctrina y programas de acción política acabaron en el bote de la basura, en aras de un empirismo galopante.

Pero los autores Katz y Mair identificaron un naciente fenómeno: el sistema de partidos cártel. Y aquí es dónde el asunto comienza a ponerse caliente el asunto. Los académicos se dieron cuenta que paulatinamente los partidos se fueron convirtiendo en una maquinaria electoral y administrativa, que fue siendo subsidiada desde el gobierno, de forma cada vez más profusa. Carretadas de dinero llegaron a los institutos políticos, para profesionalizar a sus cuadros y sustentar las campañas electorales. Se convirtieron en empresas electorales y de gestión del poder.

Esta burocratización partidaria fue produciendo cúpulas con capacidades presupuestarias cada vez más grandes. De esta manera, se fueron haciendo del control de los partidos, excluyendo a las militancias y consolidando una partidocracia inamovible. Hoy, los partidos políticos no necesitan militantes, y menos sus discretos recursos. Son autónomos de los ciudadanos, por eso hacen lo que les viene en gana.

Así la política del día a día, fue construyéndose a través de acuerdos cupulares entre los liderazgos de cada organización. Pronto se establecieron pactos entre los partidos, zonas de control específico, amistades, respaldo y negocios particulares entre la élite política. La definición de cártel es “el convenio entre varias empresas similares para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta y precios de determinado campo industrial” (Diccionario RAE). Como en la industria, este fenómeno se implantó en la política mexicana. Los arreglos cupulares substituyeron a la frágil pauta democrática.

El momento estelar de la cartelización de los partidos se evidenció en la LXII Legislatura Federal. La legislatura de los moches y de los acuerdos inconfesables entre los principales partidos gobernantes. Donde la oposición se sustituyó por la negociación. La administración peñanietista repartió concesiones, privilegios y fondos a todos sus aliados.

La forma de romper esta sólida alianza, amalgamada por la corrupción, fue a través de un movimiento o partido, ajeno al cártel, con características populistas y contestatarias. Una organización dispuesta a prometer todo, sin mayor recato. Decidida a disponer de los fondos gubernamentales para repartirlos alegremente entre sus apoyadores y lidereada por un agitador social. Estas circunstancias y el hartazgo provocado por los abusos y corrupción de los partidos cártel provocaron los cambios de 2018.

Ahora, confrontar al movimiento populista, requiere un replanteamiento total para una alianza partidaria de oposición. Lo primero que hay que garantizar es que no vuelva a reconstruirse el sistema de partidos cártel que terminó en una red de corrupción de alcance nacional. Para ello es necesaria la intervención de grupos externos a la clase política, de ciudadanos organizados, que impidan el renacimiento del cártel y garanticen la reconstrucción democrática de la vida pública de México. Significa una lucha frontal contra la demagogia y la corrupción. Esto le saca alergia a la clase política tradicional. Los enemigos están adentro y afuera.

¿Como construir confianza?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DIPUTADOS, VACACIONES EN ESPAÑA

Destacado

Carlos Arce Macías

Que nuestros diputados vacacionen donde quiera y donde puedan, pero no a costa de los contribuyentes guanajuatenses. Comienzo este texto narrando un suceso acaecido durante la LV Legislatura estatal. En esos momentos el PRI tenía 22 diputados y el PAN solo 7. Sin embargo, fue una legislatura en la que se lograron posicionar los cambios y las nuevas formas para hacer política que exigían los guanajuatenses, luego de decenios de gobiernos priístas. Una de ellas era evitar el despilfarro de los recursos públicos.

Por aquellos años, quizás 1994, al grupo parlamentario del PAN, le fue filtrado un documento sensible de la diputación priísta: el itinerario de un viaje que harían a España sus legisladores, pretextando compromisos importantísimos, así como diversos actos protocolarios en aquel país. Se trataba de una agenda que intentaba darle cobertura a un peregrinaje turístico de un grupo de diputados decididos a viajar con gastos pagados por el erario. Aprovechando la oportunidad, los panistas develaron la noticia, dando a conocer punto y seña de la bonita gira que llevaban a cabo los tricolores por el viejo mundo. La excursión incluía opíparas comidas en restaurantes de postín como Cuchilleros, El Mesón de Cándido y otros buenos comedores españoles. Puro turismo.

El grupo parlamentario del PAN logró poner en el más absoluto ridículo a un priísmo en plena crisis y degradación, producida por la pérdida del poder. Fustigó la irresponsabilidad del líder de los diputados del PRI, por gastar el dinero en viajes de recreo. Los panistas, especialmente el congresista Arturo Saiz Calderón, el cual llegó al pleno del Congreso ataviado con un sombrero cordobés, vapuleó a los diputados del tricolor. Ese hecho se convirtió en un escarmiento que frenó los recurrentes abusos de legisladores con ánimos de conocer mundo gratis.

Diputado Arturo Saiz Calderón ,
con sombrero cordobés.

Hoy en día, en una absoluta falta de congruencia con la actuación panista de los últimos años del siglo XX, se anuncia desde el Congreso del Estado el viaje a España de un numeroso grupo de diputados, de todas las fracciones parlamentarias, entre ellos 10 panistas. Con alegría y regocijo navideño, comunican que van a tomar un curso de “Derecho Parlamentario con enfoque en Derechos Humanos”, a la célebre Universidad de Salamanca, un centro de enseñanza engrandecido por Alfonso X “El Sabio” y el emperador Carlos V, pero con una mácula indeleble al haber nombrado al dictador Francisco Franco, doctor Honoris Causa de esa casa de estudios. Una universidad de reyes, emperadores y dictadores, que ahora se encuentra en el rango 650 (QS) de las universidades del mundo.

Lo que natura non da, Salamanca non presta

Y hasta allá andarán caminos nuestros egregios legisladores, ávidos de instrucción para realizar a plenitud su labor de representantes del pueblo que los eligió, y no contumaces alfiles del gobernador en turno o de sus dirigencias partidarias. Hay que señalarlo claramente: es la libertad personal, y no la consigna, la base de una recta actuación parlamentaria. ¿Se los dirán en Salamanca?

¿Y por qué estudiar derecho parlamentario en una universidad escolástica? ¿No existe un mejor lugar para reflexionar sobre el futuro de la representación política? Podríamos pensar en locaciones cercanas al Europarlamento, quizás las universidades de Lovaina o Estrasburgo, algún país nórdico que les demuestre la elegancia de lo simple y austero o irlanda, nación católica que, gracias a una novedosa propuesta para tomar decisiones, mediante un grupo de ciudadanos educados e informados, lograron procesar reformas en torno al tema del aborto, imponiendo la sensatez entre adversarios radicales.

Hoy, la Universidad Nacional Autónoma de México, se encuentra en una posición muy superior a la Universidad de Salamanca, en el lugar 105. Su Instituto de Investigaciones Jurídicas cuenta con un claustro de profesores e investigadores especialmente aptos para instruir a nuestros legisladores, que de pronto han descubierto su ignorancia en temas parlamentarios y de derechos humanos. ¡Vaya cosa!

Surgen entonces varias preguntas inquietantes: ¿De dónde emerge el sorpresivo interés de estudiar derecho parlamentario? ¿Qué no se postularon como los personajes idóneos para el puesto que ostentan? ¿Descubrieron de pronto su atraso en los temas del parlamentarismo? ¿Ahora el contribuyente guanajuatense deberá gastar más de un millón y medio de pesos en dotar de conocimientos básicos, que deberían dominar, a sus diputados? ¿Por qué no pagan el curso de su bolsa si se trata de una falla personalísima, que afecta el desempeño de su cargo? ¿No conocen de la existencia de una plataforma digital llamada Zoom? ¿Cómo tolera una ocurrencia tan dilatada Luis Ernesto Ayala, precandidato a la gubernatura? Son preguntas, que deben de ser contestadas, mientras se cancela el impertinente viaje.

P.D. Última pregunta: ¿Asistiría a las cátedras salmantinas el simpático y muy famoso perrito (diputadog) que ayuda a nuestros legisladores a revisar las iniciativas? Así estamos en nuestro Congreso.

Bruno, el diputadog

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ACARREO

Destacado

Carlos Arce Macías

A la mala fama deberá condenar a sus políticos, aquella sociedad que sea obligada a ser pastoreada, como animales, para conducirlos a un evento electorero, sin mayor significado ni relevancia para ellos.

Acarreados, despojados de su ciudadanía

Sin embargo, durante décadas, la forma que tenía el PRI para mostrar su potencia política fue el atiborramiento del Zócalo con las “fuerzas vivas” revolucionarias, que, desde ignotas zonas, sobre todo las más depauperadas y desvalidas, eran transportadas como recuas a gritarle loas a los gobernantes en turno.

Cuenta la leyenda que, durante la visita, en 1964 del presidente de Francia a México, Charles de Gaulle, Adolfo López Mateos reunió un nutridísimo contingente en el Zócalo para vitorear al estadista y liberador de Francia. De Gaulle se sorprendió por los tumultos congregados y le preguntó a Don Adolfo: ¿Y todos estos miles de personas no solo lo apoyan, sino también lo quieren? Orgulloso López Mateos le contesto que sí, que lo apoyaban y lo querían. Taciturno, De Gaulle reaccionó: ¡Que envidia, a mí los franceses solo me necesitan!

Por supuesto el contingente era fake. El acarreo había sido descarado para conjuntar una masa que al unísono proclamara: ¡Vive la France! y escuchara La Marsellesa. Se trataba del signo de aquellos tiempos:embarazo de urnas, alteración de actas y acarreos infames. Así se ganaban las elecciones. Y eso precisamente combatió Acción Nacional desde su fundación en 1939, con paciencia y trabajo constante de ciudadanización, hasta que, recién nacido el siglo XXI, ganó la calle, movilizó a millones de ciudadanos y echó al PRI de Los Pinos.

Luego de la marcha rosa, verificada el pasado domingo, con el objetivo de defender al INE en contra de la amenaza de suprimirlo, como suele ser la receta del presidente; la narrativa del poder ha cambiado. Hoy la sociedad organizada, esencialmente compuesta por la enorme clase media, casi siempre amodorrada, ha despertado ante el peligro de la amenaza totalitaria. Y lo más célebre es que marchó libre, seria, responsable y sin un solo acarreado, por todo Paseo de la Reforma. Esto no es un milagro, es conciencia cívica.

Ahora el presidente responderá con la organización de una multitudinaria manifestación de apoyo, organizada desde Palacio Nacional. Pero su evento carece de legitimidad desde el momento en que ha sido convocado en la sede del poder. Ese domingo las calles se llenarán de camiones foráneos que transportarán, previo pago, torta y lonche a miles de subordinados y coaccionados por los operadores electorales de Morena y del gobierno. El acarreo, sin embargo, desacredita la acción, porque carecerá del acento ciudadano, al permitir que los arreen ignominiosamente hasta la plaza pública. Es abusivo y criminal despojar a las personas de sus atributos civiles.

Así las cosas, resulta inaudito constatar que, exactamente las mismas prácticas indignas, las utiliza el gobierno municipal del PAN, en Guanajuato Capital. Resulta que, a la familia gobernante, se le ha metido en la cabeza continuar en el poder. Desde ahora han desatado una campaña descarada y anticipada, frente a las narices de un Instituto Electoral (IEEG) pasmado. Alejandro Navarro sueña heredarle el cargo a su esposa Samantha, y para ello han convertido al gobierno local en equipo de campaña, al rededor del DIF Municipal. Guanajuato capital ha quedado a la deriva.

Y en esta semana, con pretexto del 4to. Informe de la presidenta honoraria del DIF, grandes contingentes de mujeres fueron encaminadas al gimnasio, en donde se llevó a cabo el acto celebratorio, para colmar el espacio y fingir popularidad. La concurrencia estaba integrada esencialmente por acarreados, así como funcionarios y empleados municipales obligados a asistir al tedioso evento. Las prácticas priístas y morenistas se siguieron al pie de la letra por la familia gobernante, poniendo en riesgo el carácter equitativo de la próxima elección. Torpes, los políticos blanquiazules manifiestan una incongruencia con las prácticas panistas tradicionales de respeto a la dignidad de las personas, para evidenciarse como similares a sus adversarios: populistas y clientelistas. Ahora son iguales.

Acto electorero

 

 

 

 

 

 

 

 

VENCER A LA ARROGANCIA

Destacado

Carlos Arce Macías

La Comisión de Justicia del Consejo Nacional del PAN, revocó la resolución emitida por la Comisión de Orden, en la que se me expulsaba del partido por una supuesta deslealtad, consistente en realizar publicaciones en contra de la reelección de su candidato a presidente municipal de Guanajuato, el impresentable Alejandro Navarro Saldaña.

Todo comenzó cuando en julio de 2021 la Comisión Permanente del Consejo Estatal, por votación unánime, inició el procedimiento de sanción, a solicitud de sus miembros Samantha Smith (esposa de Navarro) y Eduardo López Mares. Ahora los veintiún integrantes de ese Consejo que votaron por consigna mi expulsión, han sido derrotados.

En la audiencia de defensa, ante el Comité Auxiliar local, debimos enfrentar a un obscuro personaje, incondicional de López Mares, que intentó actuar como una suerte de inquisidor mal preparado y tosco, para desahogar esa instancia. El proceso, inició cometiendo una cadena de errores procedimentales que fueron parte de los argumentos de mi defensa.

Imprudentemente, en julio de 2022, fuera del término legal, la Comisión de Orden Nacional, validó la solicitud de expulsión mediante una temeraria resolución violatoria de los principios procesales fundamentales, basada en actuaciones ilegales de la instancia estatal e imputaciones mal argumentadas de la Comisión Permanente del Consejo.

Frente al abuso e ilegalidad, interpuse Juicio Ciudadano ante las instancias federal y estatal. Ambas ordenaron el reencauzamiento ante la Comisión de Justicia del Consejo Nacional del PAN, dictaminando que en un término de 5 días hábiles se resolviera el caso.

La Comisión de Justicia aceptó el procedimiento, emitiendo sentencia a fin de cumplir con los términos impuestos por el Tribunal Electoral del Estado, el pasado 22 de septiembre. Ante el cúmulo de desaciertos procesales se resolvió revocar la resolución de expulsión. Advierto, estoy preparado para continuar, si la Comisión Permanente del PAN estatal propone un nuevo enfrentamiento legal.

Por lo pronto, esta decisión me mantiene dentro del partido, poniendo a salvo mis derechos. Pero lo más importante, es que me inmuniza frente a la decisión cupular de separarme de la institución en el que he militado por 35 años, respaldado por una larga tradición familiar. El motivo real fue la intolerancia de los dueños del partido en Guanajuato, a mis opiniones críticas sobre su autoritarismo y el olvido de los principios de doctrina panista. La voluntad de la partidocracia estatal hoy no impera sobre mi persona. Los arrogantes fueron derrotados.

Frente a la intentona, aquilato el apoyo siempre firme de muchos de mis compañeros de la LVII Legislatura Federal, del Grupo de Exgobernadores del PAN, de muchos viejo-panistas que se solidarizaron conmigo. De la familia Gómez Morín, especialmente de Manuel. De compañeros del CIDE, que aportaron muy buenas ideas para una defensa más sofisticada en caso de que los tribunales entraran al fondo del tema. Al Ing. Enrique Gómez por sus reflexiones editoriales sobre mi asunto. A Arnoldo Cuellar por sus entrevistas y a Ramón Izaguirre por sus comentarios. Y un agradecimiento especial a mi defensor el Lic. Juan Antonio García Villa, panista de prosapia y de conocimientos profundos de la normatividad interna del partido. Su consejo resultó invaluable en todo momento.

A la Asamblea panista que se celebra el día de hoy, le envío este mensaje: su dirigencia actual no es confiable ni capaz. Ni siquiera puede plantear con corrección un proceso de expulsión. La inteligencia que se requiere para enfrentar al populismo desbocado, que debe de ser vencido en 2024, no anida en los sumisos burócratas que, con jactancia y pedantería, sentencian una victoria contundente en las próximas elecciones. Así como el municipio de Guanajuato no merece el alcalde que hoy lo desgobierna, el PAN Guanajuato no es digno de una dirigencia con tan escasa aptitud. Esta es soberbia y arrogante, no fomenta la participación ciudadana libre, prefiere clientelizar y capturar, arrebatando la libertad de voto a las personas. Así no, ese no es el camino. Tampoco lo es, el intento de construir una narrativa basada en la diatriba y el lenguaje soez (de carretonero, según Don Juan Aguilera Azpeitia).

Bajo tal extravío y rodeada de obscuros e impresentables acompañantes, esta presidencia estatal claramente navega hacia el naufragio del cash, del uso de dinero y presupuestos públicos para intentar ganar elecciones. Imita a sus competidores, y en eso consiste la derrota moral del PAN, actuar como Morena, mientras los ideales cívicos que lo fundamentan quedan olvidados en un rincón. Mi largo tiempo en la función pública y mis 35 años de experiencia partidista, me permiten atisbar al futuro: se van a equivocar. Podrán ganar elecciones, pero no legitimidad, y así nunca, óiganlo bien, podrán construir buenos gobiernos.

La fuerza la dan las ideas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DIEGO ¿UN TIRO EN EL PIE?

Destacado

Carlos Arce Macías

Como conmemoración al 83 aniversario de la fundación del Partido Acción Nacional, el gobernador de Guanajuato acudió al evento “Origen y Futuro de Acción Nacional”. Allí habló en tono crítico sobre algunos problemas que enfrenta su instituto político. Resaltamos dos temas importantes: burocracia y aviadores, y la escasez de militantes jóvenes.

Regaño

Subrayo la forma que usó el Ejecutivo estatal para tocar el tema de la burocratización del PAN y la aviaduría, ya que lo hace asumiendo que se dirige a miembros del gobierno y no a ciudadanos. El aviadurismo es ese fenómeno que consiste en ocupar una plaza en la administración pública, y simplemente cobrar sin trabajar. El partido, hay que ser claros, se ha transformado en una organización conformada sólo por burócratas. El PAN podría llamarse PBG (Partido de Burócratas Guanajuatenses). Fíjense bien: de ser el ejemplo a finales del siglo XX de un partido de ciudadanos, que logró conquistar la presidencia de la República, la dirigencia partidista estatal lo ha transformado en un mecanismo de captura de chambas administrativas y puestos gubernamentales. El ganar una elección ha significado apoderarse del gobierno para repartir posiciones entre militantes oportunistas. Así el PAN se ha vaciado de ciudadanos para quedar en manos de un grupo de burócratas y funcionarios dedicados a preservar sus posiciones y a escalar la pirámide jerárquica de la política guanajuatense. Este es el camino que siguió Baja California, y ya conocemos el resultado.

Por otra parte, la torre de control advierte sobre las aviadurías. ¿Por qué hay muchos que cobran y no trabajan? Por dos causas: privilegio e incompetencia. Unos saben que el premio a sus talentos como operadores electorales para clientelizar, condicionar y comprar el voto de los ciudadanos más vulnerables, consiste en su adscripción a un puesto de trabajo durante los siguientes tres o seis años, sin la obligación de cumplir con alguna carga burocrática, una beca, pues. En otros casos se trata de la repartición de puestos, para personas incondicionales, que no cuentan con los perfiles adecuados, pero que están siendo retribuidos por su desempeño en la campaña electoral. En ambos casos el resultado es la ineficacia de la administración pública y la excesiva carga burocrática sobre la nómina gubernamental. Imposible gestionar políticas públicas complejas con esos cuadros improvisados.

Y el gobernador regaña, pero no asume sus responsabilidades para poner freno al desenfreno de sus correligionarios. La solución la tiene a la mano. Esta consiste en institucionalizar y convertir en un sistema funcional, al servicio profesional de carrera dentro de la administración pública. Es ese servicio profesional, compuesto de funcionarios escogidos por sus capacidades administrativas, financieras y técnicas, la pieza fundacional de un buen gobierno. Por eso, hasta ahora, el PAN no ha sido capaz de entregarle a los guanajuatenses gobiernos modernos y confiables, comprometidos en la construcción del bien común. También se explica la degradación de los servicios que presta la gerencia pública, cuando toda la atención y formulación de políticas, se centra en el reparto de dádivas, como lo hace la secretaría encabezada por el desabrido precandidato Jesús Oviedo, porque sin imaginación ni talento, es la única forma que conocen, también la más primitiva y deshonesta, para ganar una elección. Sin darse cuenta, Diego Sinhué tocó uno de los puntos álgidos de la problemática que él debería corregir de inmediato. Aconsejamos que, para no darse un tiro en el pie, el gobernador asuma el reto del cambio.

Hablemos de los jóvenes. De menos de 300, pasamos a 650 en unos meses. Pero no son militantes activos y de peso social. Son solo afiliados por los padroneros del PAN y algunos vivales en busca de una primera chamba. ¿Qué joven en su sano juicio se enrola en un partido inquisitorial, de mordaza, sin debate ni discusión y sin vías de acción política que impliquen nuevos ideales y rebeldía creativa? El Smart Phone les brinda mayor entretenimiento. La invitación a un joven es uno de los conjuros que solo manejan los buenos políticos, los que ponen por delante las ideas que mueven las almas, que instigan a la acción virtuosa y apasionada que provoca seducción. Esas cualidades nunca las encontrará el gobernador en la actual dirigencia, designada a dedo, para gobernar al PAN de Guanajuato. El cambio debe de ser rupturista y radical, para ampliar horizontes, pizcar ideas y abrir espacios de diálogo, y así abandonar el burocratismo pernicioso y el envejecimiento enfermizo. Por lo pronto, la cabeza la traen echa bolas y no encuentran el camino. Están pasmados.

¿Un PAN de burócratas?

 

 

 

 

 

 

 

LA PLUMA Y LA EXPULSIÓN

Carlos Arce Macías

El pasado 8 de agosto se me notificó la resolución de expulsión del Partido Acción Nacional, por parte de la Comisión de Orden y Disciplina Intrapartidista del Consejo Nacional. Por supuesto la reacción y respuesta a esta sentencia ha sido la de entablar Juicios de Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano ante las instancias jurisdiccionales competentes. Litigaremos el asunto, porque la substancia es la prevalencia del derecho a opinar de los miembros de un partido, frente a la facultad de las partidocracias para expeler a militantes incómodos. Esos son los hechos. Paso ahora a las reflexiones que deseo compartir con mis lectores.

La acusación que se me formuló por la Comisión Permanente del Consejo Estatal y firmada por Eduardo López Mares, me imputa la conducta de deslealtad al PAN, consistente en mis reiteradas opiniones críticas, compartidas a través de mis redes sociales y editoriales en contra del candidato a presidente municipal de Guanajuato en 2021, Alejandro Navarro Saldaña. Dicha conducta por resultar, según ellos gravísima, conlleva la pena de expulsión.

Algunas consideraciones: la instancia que solicitó la más fuerte sanción, la Comisión Permanente del Consejo Estatal, tiene como uno de sus miembros a Samantha Smith, la esposa de Alejandro Navarro, la cual votó, no obstante que tenía conflicto de interés, para que se me sancionara. La votación fue unánime. Ni un solo panista levantó la voz en mi defensa, no obstante, los 35 años de militancia en esa organización y el conocimiento que alguien pudiese haber tenido de mi desempeño en el partido. Esto significa que la decisión no se tomó desde la instancia partidista, sino desde ámbitos superiores, para exigir mi separación del PAN. Desde hace tiempo, la dirigencia del partido se ha acostumbrado a recibir instrucciones.

El expediente, remitido a la Comisión de Orden Nacional, en la cual participa la guanajuatense Rubí Laura López Silva, se aceleró a partir del fracaso del proyecto estandarte del alcalde Navarro, el Nuevo Museo de las Momias (MUMO) del cual he sido un crítico constante y frontal. El munícipe capitalino se sintió agraviado por el golpe mortal asestado al esbozo de proyecto con el que intentaba endeudar a los ciudadanos de Guanajuato Capital en más de 100 millones de pesos. Esta sanción que se intenta imponerme es, en parte, una venganza local, pero combinada con otra circunstancia más grave: la intolerancia a cualquier tipo de crítica directa al gobierno.

Convalidan lo anterior las supuestas pruebas que se ofrecen para intentar comprobar mi deslealtad al PAN, destacando los editoriales publicados en mi columna dominical de AM: “Voto y no Voto”, “Frenar a Medina”, “El PAN como partido soviético”, “¡Les Valió!”, “Alineación Astral”, “Plebiscito, porque no se mandan solos”, “Neo Moches”, “Política y Klan”, “El PAN, por encima de la marca”, “El Nacimiento del PAN como tapadera”, “El PAN como tapadera”, “El PAN como defensor de lo indefendible”, “Ahora, a chantajear empresas”, “Ocurrencias”, y “Libertad de Expresión y Opinión” (*). Infieren que en esas piezas periodísticas está concentrado un cúmulo de deslealtades a mi partido, y por ello debo de ser desterrado de él, no obstante que su circulación por redes y chats panistas ha sido bienvenida, respaldada y reproducida con entusiasmo.

Ciertamente he sido constante en las críticas mordaces a dirigencias y gobiernos que no cuidan a la institución y no actúan en congruencia con los ideales que establecen sus principios de doctrina. Los reproches han ido encaminados a denunciar a los pésimos gobernantes que utilizan el escudo blanquiazul para cometer fechorías. Van en contra de organizar, como sucede en Guanajuato Capital ciudad patrimonio de la humanidad, no un gobierno, sino una red de corrupción dedicada a extraer rentas de los presupuestos públicos y de la gestión propia del poder.

Y para sorpresa de todos, son precisamente los funcionarios del PAN estatal los que brindan cobertura política a un desaseado alcalde que carga sobre sí decenas de denuncias, especialmente por violencia de género. Protegen, desde el Comité Directivo Estatal (CDE) a un grupúsculo de funcionarios dedicados a distribuir dádivas y regalar diversos obsequios para clientelizar a los ciudadanos, despojándolos de su libertad de voto. ¿Les parecen este tipo de actuaciones algo muy propio del ideario panista? Sin embargo, la respuesta en el CDE del PAN es el silencio cómplice y el apoyo al gobierno botín que ha construido Alejandro Navarro en la capital de un estado, emblemático por su lucha por las libertades, entre ellas, las de expresión.

Termino compartiendo con ustedes una convicción: primero está la libertad de pensar y expresar esas reflexiones escribiendo y comunicando, que la pertenencia a una noble organización, ahora degradada en sus ideales por malos dirigentes y peores gobernantes. Es una tragedia que cuando más se requiere la acción nacional de un PAN genuino, cuando se hacen llamados a fortalecer la unidad para enfrentar a un peligroso enemigo, lo que se decide es expulsar a quienes nos atrevemos a hacer críticas, advirtiendo que nuestros gobiernos más cercanos, equivocadamente, actúan en la misma línea del federal, eliminando la división de poderes y estableciendo autoritarismos zafios. Y la crítica les duele más cuando se genera desde un periódico o a través de las redes sociales. Finalmente, lo que quieren es nuestro silencio, y eso no lo van a obtener. Prefiero la pluma.

(*) Todos los editoriales se pueden leer en las ediciones dominicales de AM o desde mi Blog: carlosarcemacias.wordpress.com.

Manuel Gómez Morín, defensor de la libertad de cátedra y de expresión