¿JODER AL PAN? Los panistas lo pueden lograr

Carlos Arce Macías

Los astros parecen alinearse para echar por la borda toda posibilidad del Partido Acción Nacional para disputar, con ventajas, la próxima elección para presidente de la república. Sus liderazgos, súbitamente, parecen haber perdido rumbo, dejando a un lado el sentido común para entregarse al impulso primitivo de la obsesión.

No hay necesidad alguna, de acciones perniciosas del actual ejecutivo federal, que voluntariamente o no, logra mágicamente las decisiones y consecuencias más perniciosas y nefastas, en aquellas circunstancias en las que se involucra. En el PAN, se puede prescindir de Enrique Peña Nieto, se bastan solos para pulverizar una muy probable victoria en el 2018, incitados por bajas pasiones y torpezas fundadas en emociones arcaicas.

La ingeniería de tan maravillosa circunstancia, que beneficiará sin duda alguna al sempiterno candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, consiste en lo siguiente:

a) El sueño obsesivo del principal dirigente del PAN, por obtener la candidatura a presidente de la república. Como expresa cotidianamente la conseja popular, “ya se vio”. Esta obcecación, ha producido la alteración de toda la estructura partidista, presta a secundar las ambiciones personales del novel dirigente. Tal parece que el contemplarse en los miles de anuncios propagandísticos de su partido, difundidos por la televisión, se le percutió el mismo trauma que al joven Narciso, que terminó enamorándose de su propia efigie. La locura que produce tal fascinación, anidó, cruelmente, en el interior del cerebro del dirigente blanquiazul, al tiempo que su camarilla de incondicionales, encabezada por su consejero áulico cargado de viejas rencillas intrapartidistas, terminaron de completar el drama, impidiendo cualquier forma de lucidez que permita actuar con inteligencia.

b) Un gobernador, manufacturado en los moldes de otra formación partidista, que no ha logrado asimilar los principios del PAN y los requerimientos de recto proceder que han consignado su fundadores y sus más conspicuos dirigentes históricos. Para él, el uso de recursos de económicos, la prebenda, el pago de campañas de promoción de imagen y la compra de voluntades, conforman la clave para imponerse en la elección interna. No para en mientes, la obsesión por el poder, lo justifica todo. Eso, unido a la cólera acrisolada por la traición del actual dirigente partidista, su antiguo socio, motivan la preparación de una campaña interna de tal nivel de intensidad, que prefigura un enfrentamiento fratricida, que solo desencadenará victorias pírricas, desastrosas para todos.

c)Una candidata que adelantó los tiempos de la competencia, y que está dispuesta a lograr su meta, incluso fuera del PAN, como candidata independiente. Como tragedia griega, ella y sus seguidores ahora enfrentan a los jóvenes políticos que se formaron durante el gobierno de su esposo, y que tomaron el inmoral ejemplo de un joven secretario de gobernación, convertido en favorito presidencial. Este obscuro personaje marcó el deslinde del funcionariato panista, de los viejos principios de honestidad y rectitud que se proclamaban, trocándolos por la populachera máxima del “aiga sido como aiga sido”. De esa manera los jóvenes panistas, asumieron el mal ejemplo, y emprendieron sórdidas carreras a lomo del pragmatismo más ramplón. Paradoja de la vida: “cría cuervos…”.

No queda, por ahora, más que los dioses de la razón construyan un milagroso escenario en dónde las súbitas ambiciones se atemperen, la cólera se aplaque, la fidelidad partidista se imponga y el sentido común reine por fin.

Pero esto no sucederá, si para comenzar, la dirigencia nacional no asume su responsabilidad a plenitud, expulsando del partido a un buen número de corruptos, limpiando así el escenario, para garantizar una contienda interna, transparente, equitativa e imparcial. Que no les tiemble la mano para desterrar a personalidades que hayan detentado cargo prominentes dentro de la institución, y cuya conducta haya sido infame.

Una advertencia final: estas profundas desavenencia, no se arreglan a través de comisiones; solo se construyen soluciones, cuando los involucrados pueden verse directamente a los ojos, permitiendo a sus mentes abrirse a la razón, y con ella, al diálogo constructivo. No se hagan tontos, ni esperen más. México peligra.

Twitter: @carce55

Articulo publicado el domingo 30 de octubre de 2016 en AM LEÓN.