COMO AGUA ENTRE LOS DEDOS

Destacado

Carlos Arce Macías

Semana complicada. En la capital del estado asesinan al jefe operativo de la policía, echando a rodar por los suelos la narrativa del locuaz alcalde, de que su municipio es el más seguro de todo Guanajuato. Navarro notifica que “recibe el mensaje” … que cada quién interprete. En tanto, todos nos sentimos vulnerables.

Seguridad en crisis

Mientras, en el entorno político, somos sorprendidos por una serie de comentarios en radio y medios impresos, de duras y directas críticas entre las dos destacadas precandidatas de Acción Nacional a la gubernatura: Libia García y Alejandra Gutiérrez. A diez meses de la definición de candidaturas, la guerra se desata. Ya lo habíamos advertido desde este espacio: el PAN-Gto no posee las capacidades para conducir una elección interna. Sus dirigentes son orgánicos, responden a un hilo conductor manipulado desde Palacio de Gobierno, a voluntad del grupúsculo que interpreta y decide, a contentillo, las acciones del Ejecutivo. La madeja de intereses políticos, personales y de negocios gestados desde esa posición, impide que la racionalidad se convierta en guía de las decisiones. Demasiados acuerdos en lo obscurito, ajenos al PAN y al propio gobierno, se tramitan desde esa ubicación. No se tejen alianzas sino complicidades.

Así las cosas, la inequidad del proceso queda asegurada. La precandidata que teja más complicidades con el corrillo gubernamental será la que pueda ser respaldada por la burocracia azul. Así se convertirá en automático en candidata oficial, obligando a otras contendientes a ubicarse como “outsaiders” o externas. ¿Es que estos personajes solo saben jugar a la política con los dados cargados? Luego la cargada panista cumplirá órdenes, mientras que la militancia insurgente y una parte de la sociedad combatirán la imposición. La fractura interna surgirá y se irá profundizando, y la fisura que se cause posibilitará el triunfo de otra opción política. Se harán un doloroso harakiri.

Esta descomposición se da por la carencia de educación democrática de los miembros del PAN y del oprobioso oportunismo de su dirigencia actual. Demasiados años inmersos en el dedazo autoritario los ha corrompido. Hoy pudieran ser buenos militantes del PRI de los años noventa del siglo pasado, y la candidata oficial, sería heredera de Ramón Aguirre. ¡No se sorprendan, es cierto!

El poder se les comienza a ir como agua entre los dedos. El temor se advierte en la mirada del gobernador. Perder Guanajuato era impensable para ellos. Ahora se puede convertir en una profecía autocumplida, por la torpeza que denotan a cada paso que dan. Sin embargo no hay cambios, todo parece seguir la misma ruta hacia el abismo, quizás piensan ganar la elección en el campo y las zonas marginadas, desde la SEDESHU y mediante operadores electorales, a billetazos, como lo hizo su cómplice Alejandro Navarro en el municipio de Guanajuato en 2021, solo que ahora encontrarán la operación de los programas sociales federales en esos territorios.

¿Por qué entramparse de esa manera? En una elección se puede ganar o perder, así es la democracia. Pero lo que resulta nítido es que se debe de proceder bajo patrones de seriedad y honestidad, que garanticen que la competencia por una candidatura esté bien arbitrada, que se castiguen los faules y se expulse a los jugadores rudos y desleales. Eso solo lo puede hacer un PAN estatal conducido por personajes que posean calidad moral y señorío para generar confianza. Y muy importante, que no estén sometidos a las órdenes del gobernante en turno.

Este es el asunto más urgente de atender. Luego vendrá la apuesta por el voto libre de los militantes, la apertura hacia la sociedad civil para obtener su visto bueno por haber implementado un proceso limpio y justo, así como el dialogo con otros partidos que deseen participar en una alianza amplia y pujante. Buena fama, inteligencia, experiencia y capacidad en la conducción, ese debe de ser el perfil de los nuevos directivos, que tengan como objetivo la unidad, que solo se consigue en torno a la limpieza de la próxima elección interna.

En tanto, el gobernador debe de declarar su imparcialidad y evitar entrometerse en el proceso, frenando las manipulaciones de sus temerarios y ambiciosos subalternos. Si no, va a arrojar todo al caño y será el responsable de entregar Guanajuato a sus adversarios. Nadie quisiera ser él, al que el poderse les va como agua entre los dedos. Ya hay tiro, el presidente pendenciero olió la sangre.

Basta mirar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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COMER SOPA CON TENEDOR

Destacado

Carlos Arce Macías

Conforme pasan las semanas, el gobierno estatal y su partido se entrampan más, por carecer de sensibilidades, talento y capacidades para descifrar una realidad bajo el cambio de época que el mundo, México y Guanajuato, están viviendo.

Acostumbrados a las decisiones verticales, generadas desde el Ejecutivo estatal, el modelo inspirado en la monarquía absoluta del siglo XVIII empieza a crujir por vetusto y grosero. Pensar que al Guanajuato del siglo XXI se le pueda recetar un gobernador designado por el actual mandatario, resulta ocioso. Solo se evidenciarían sus ganas de perder la elección.

Y es que los obscuros estrategas, influidos por el empacho de poder de los últimos años, no asumen el hartazgo de la ciudadanía en toda esta entidad federal. Las últimas encuestas revelan pocas probabilidades de éxito en los gobiernos municipales del corredor industrial y muestran proyecciones poco favorables en numerosos municipios. Hoy, la capital la tienen perdida frente a Morena (37-26), luego de la desastrosa gestión de un alcalde corrupto y mal evaluado (3.2), protegido desde el palacio de gobierno estatal. La derrota del fracasado museo de momias, el fiasco de la instalación de parquímetros, la violencia contra regidoras, las acusaciones de campaña anticipada, la clientelización de sectores vulnerables de la población y la serie de ocurrencias diarias, han instigado su autoderrota. Su última estupidez: violentar la Sierra de Santa Rosa, entregándole permisos de venta a un desarrollo inmobiliario que incumple la normatividad federal de cambio de uso de suelo forestal.

Consecuencia de un mal gobierno

Mientras padecemos el mal gobierno municipal, los ciudadanos de todo el país organizan y logran la concentración de personas más grande que ha habido en México. Desbordan la Plaza de la Constitución y replican la convocatoria en más de 100 ciudades del país. Se trata de un movimiento generado desde espacios libres y organizados de la sociedad. Es la insurgencia de las clases medias, que defienden su derecho a un sistema democrático, desde el cual se generen buenos gobiernos, impulsados por la participación ciudadana.

En ese contexto, un PAN estatal artrítico, debe de adaptarse a las nuevas condiciones que reclaman la apertura del partido al impulso de la ciudadanización. Pero su estructura está oxidada, ya que desde hace años, cedió su vocación democrática por la instrucción gubernamental. En un intento desesperado, procura elegir candidata a la gubernatura entre un universo de 16 mil afiliados altamente manipulables a través de los conocidos padroneros del partido. Si así lo hace, irá al fracaso, por una sencilla razón: el gobernador ordenará por quién votar. Así la construcción de una candidatura oficialista sería la opción ganadora, que nos garantizaría un mal gobierno, ya que la candidata triunfante deberá cargar con todas las rémoras de la actual regencia, empezando por el malhadado fiscal.

La mejor opción es abrir la competencia a los ciudadanos para que en primarias abiertas, puedan votar por la mejor postulación. Para ello, habría que atraer a las organizaciones ciudadanas para que impulsen la participación de una buena parte de la sociedad. Pero esta opción tiene un problema: precisa de una dirigencia comprometida con procesos limpios y equitativos, que no permita la compra de votos, la clientelización y el acarreo de los padroneros. Esa votación debe de ser como las recientes manifestaciones rosas: libre, genuina, entusiasta, propositiva y que no deje basura. De allí saldría una propuesta fresca, oxigenada y muy probablemente ganadora.

El problema es que la actual dirigencia partidaria ha actuado exactamente en el sentido contrario de lo que se desea. Alentó las trampas electorales, combate las libertades ciudadanas, presiona a los miembros de los ayuntamientos panistas para que apoyen causas malsanas y están tocados por la soberbia.

El gobierno estatal por su parte se ha aliado a intereses privados que denotan prácticas basadas en la economía de compadres. Se ha asociado a empresarios voraces, protegido a políticos sin ética y tratado con desprecio a organizaciones de la sociedad civil que abanderan causas ciudadanas.

Como comprenderán, el giro que hay que forzar en el entorno panista, es de 180 grados. Hay que recomponer muchas cosas en poco tiempo, retornando a las fructíferas alianzas con la sociedad que tan buenos dividendos rindieron en otros momentos. De otra forma, sin cambiar nada, el burdo experimento sería como comer sopa con tenedor.

Será difícil comer la sopa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

REBELIÓN EN LA GRANJA

Destacado

Carlos Arce Macías

En recuerdo de Doña Guadalupe Rivera Marín, política, historiadora y diplomática.

Habría que recordar fugazmente la novela de George Orwell, el genial escritor inglés, publicada en 1945. Se trata de una sátira de la lucha contra la tiranía (Stalin), de la complejidad para hacer imperar la sensatez ante las bajas pasiones de la clase política: la ambición, la traición y el engaño. Una estampa de los políticos que habitan nuestro planeta, descrita con crudeza.

Alegoría de la política

El enunciado de rebelión en la granja aplica al momento que vive nuestro estado, en contraste con la forma en que se tomaron las decisiones trascendentes de candidaturas hace seis años. Los invito a recordar que en 2017 el gobernador Miguel Márquez despertó un día, se miró al espejo, consultó con su efigie reflejada en la luna y decidió por sí y ante sí que Diego Sinhué Rodríguez sería el próximo gobernador de los guanajuatenses.

Tal juicio transportó a la política de uno de los estados más modernizados de México a los siglos XVII y XVIII, edad de oro del absolutismo, donde los Borbón iban formando a sus delfines, al igual que lo hizo el gobernador Márquez. No hubo reclamos, dóciles, los antes poderosos e influyentes grupos empresariales aceptaron el dictatum del gobernante originario de los pueblos del Rincón.

Y sucedió lo que acontece cuando las decisiones son resueltas bajo el criterio de la lealtad a toda prueba; las carencias difícilmente se detectan al principio, pero brotan, tiempo después, ante los diversos retos que van surgiendo día a día. La crisis de la conducción unipersonal estalla y las debilidades se evidencian hoy, al momento de intentar conducir el proceso de nominación de candidatos para una elección de alta complejidad, como será la de 2024.

A diferencia de 2018, en la granja hay alboroto. La primera reflexión: imposible volver a imponer un candidato a un colectivo de seis millones de habitantes, muchos políticamente activos, con diversas perspectivas, con altas potencialidades empresariales, con mano de obra calificada, con profesionistas de alto rango y centros universitarios reflexivos. ¿De verdad intentarán imponer un candidato único? Ni lo piensen. La clase política actual, posee menos talento que la ciudadanía comprometida con la construcción de una mejor comunidad.

Esto explica que al partido oficialista, que ha concentrado por varias décadas los hilos del poder, ya se le hayan rebelado diversos personajes que buscan abanderar la siguiente elección. El actual senador Erandi Bermúdez, tiene ya tiempo encampañado, buscando ser la opción. Sus expectativas giran en rededor de su voluntad personal, sin contar con la bendición del gobernador. Tiene derecho a buscar la candidatura. Lo acredita su confianza en sí mismo y no requerir ningún tipo de ayuda oficialista.

La secretaria de Gobierno estaba destinada a solo ser parte del equipo de Jesús Oviedo, el amigo, supuestamente designado por el gobernador para ser su sucesor. Sin embargo el lanzamiento de este personaje resultó anticlimático y la biografía del postulado tan insulsa, que el señor Oviedo se convirtió en una pifia monumental. Mal comienzo que ahora obliga a buscar nuevos caminos más plausibles. Y estos han conducido a Libia Denise García Muñoz Ledo, un cuadro formado en las lides parlamentarias, que ha superado a sus colegas y que muestra madurez y espíritu de cambio. La acción para liberar a nivel administrativo el matrimonio de personas del mismo sexo, ha sido una buena carta de presentación en un ambiente viciado por un ultraderechismo despistado. Ahora tendrá que modernizar y poner en orden el Registro Público de la Propiedad y a los notarios, como cereza del pastel.

El líder del Congreso del Estado, Luis Ernesto Ayala, también se apunta en la lista de candidateables. Con una larga trayectoria en puestos públicos, siente que es su momento de lanzarse al ruedo, luego de convertir el parlamento local en agencia de viajes para solaz y esparcimiento de los diputados turistas. Sin procesar los temas álgidos como la despenalizacióndel aborto ordenada por la Suprema Corte de Justicia, la aprobación ilegal de un endeudamiento autorizado por el diputado Zanella, y perdiendo cuanto amparo le presenta la agrupación “Amicus”, añora tomar la estafeta de la gubernatura.

La alcaldesa de León es una figura que ha ido construyendo su candidatura a través de un desempeño recto y adecuado de cargos administrativos y de la brega parlamentaria. Diputada federal y local, ha construido alianzas sólidas a nivel nacional y estatal. Pero en su horizonte hay borrasca. Entregar resultados positivos en año y medio que le queda de gestión, no es cosa sencilla, requiere de un equipo de trabajo bien aceitado y mucho sentido común, lo que generaría la construcción de una administración eficaz y de alta frecuencia. No debe perderse en el laberinto de una mercadotecnia política fútil. Su apuesta debe de ser por entregar buenos resultados. Está a tiempo.

En tanto los precandidatos del oficialismo avanzan en sus sueños, la realidad limitará sus aspiraciones. Esta consiste en la confianza que sean capaces de generar hacia los ciudadanos, que son quienes deben tener la última palabra, y no una militancia domesticada dentro de la burocracia. A los guanajuatenses no se nos impondrá una vez más un candidato. Ya entendimos la dolorosa lección. Hoy la ciudadanía deberá estar dispuesta a imponerle la mejor opción al oficialismo. La partidocracia debe autocontenerse, porque la ciudadanía no está jugando, finalmente sabe que hay otros caminos. Así funciona la democracia.

Empoderamiento ciudadano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL PAN COMO PARTIDO SOVIÉTICO

Carlos Arce Macías

El Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), fue fundado por Vladimir Lenin en 1912. A partir del triunfo de la revolución bolchevique, en 1917, la Unión Soviética se consolidó como el primer Estado socialista de la historia. Desde la estructura del PCUS se controlaron todos los órdenes de gobierno. Fue especialmente intolerante con cualquier oposición o crítica interna, y la disciplina vertical se implantó desde su Secretariado General. Los designios de Lenin, Stalin, Jrushchov y Brézhnev, entre otros, eran acatados sin chistar o parpadear. La plenitud de la autocracia se fraguó desde ese modelo, reivindicado, décadas después por el nuevo imitador de los vetustos dirigentes soviético: Vladimir Putin.

Autocracia

En México, el Partido Acción Nacional, fue fundado en 1939 por Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna, conceptualizándolo como escuela de ciudadanía, independiente del poder (sic), defensor de la dignidad humana y comprometido con la política, no como oportunidad de dominio, sino como capacidad y obligación de servir al hombre y a su comunidad. Su reto, generar buenos gobiernos que procuren el bien común. Su método ha sido la vida democrática interna, mediante diálogo, debate y discusión, acrisolada en agrupamientos de ciudadanos organizados que participan en la vida pública de sus sociedades.

Hay que ser claros, el PAN naciente, contiene simientes anti socialistas, como respuesta a las políticas económica, energética y agraria del gobierno del general Lázaro Cárdenas, quién había llegado al colmo de integrar, en la Constitución, la obligación de impartir una educación socialista. La nueva propuesta que se interpuso fue el humanismo y la capacidad técnica, manifiesta en el magistral escrito de Gómez Morín de 1940 llamado “Manifiesto a la Nación. Réplica a Lázaro Cárdenas”, en donde despedaza una a una las ideas fundamentales de cardenismo marxista.

Es por estos antecedentes, que llama la atención que el panismo guanajuatense empiece a ceñirse a los dictados de un autócrata, como lo hacía el vetusto PCUS. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué se nos perdió en el camino?

Sencillo. El motivo del desastre ha sido el abandono de las prácticas democráticas internas y el deterioro en la formación de los militantes, que deciden despojarse de las virtudes cívicas, para abrazar, sin reticencias, el uso del poder para beneficios personales. Solo así puede explicarse la operación de los miembros del PAN, que afiliados al gobierno en turno, se transforman en operadores políticos, capaces de fraguar cualquier estrategia bochornosa, con tal de asegurar el empleo y escalar en la pirámide burocrática estatal.

Así se ha conformado un PAN sin alma, carente de fuego interno para luchar por causas justas e ideales. ¿Por qué los jóvenes no se acercan al PAN? Pues porque el PAN no inspira, no provoca, no excita a la aventura que significa la lucha contra la injusticia, el mal gobierno y la corrupción. Porque el PAN, ha dejado de ser parte de la solución social, para incrustarse como el motivo de muchos de los problemas. Hay que decirlo en secreto, para que nadie se entere: porque el PAN es el gobierno.

Lo dramático: este gobierno estatal decidió transformara Acción Nacional de instituto político a marca cuasi comercial. Deplorable visión y peor comportamiento.Ganar elecciones regalando calentadores y tinacos, implantando la dádiva para clientelizar al pueblo, arrebatándole su ciudadanía. Un PAN inspirado en un priísmo cardenista, muy parecido a Morena, con bases en la autocracia soviética. ¿No se dan cuenta?

Y para rematar, desde el gobierno del estado, han decidido establecer la censura interna contra aquellos que se atrevan a criticar su gestión. Por lo pronto han borrado de la memoria video gráfica del PAN municipalde León, la plática de Carlos Medina Plascencia con los panistas viejos del municipio, esos que recuerdan un PAN democrático. No quieren dejar escuchar su voz, les temen a sus denuncias. Lo quieren condenar al silencio. Dudo que puedan.

La próxima semana Medina tiene una cita con los jóvenes panistas, será un reto. Habrá que ver si se sostiene esa reunión, o la cancelan por temor a la palabra. El PCUS tenia dentro de su estructura el “Komsomol”, su organización juvenil. ¿Eso es lo que desean para el PAN guanajuatense? ¿Que los jóvenes aprendan que el que obedece al admirado líder, no se equivoca y solo él marca la línea? ¡Terrible!

Censurar críticos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DEL NACIMIENTO DEL PAN COMO TAPADERA

Carlos Arce Macías

Probablemente no lo sepa, pero el concepto de utilización de un partido político, como instrumento de cobertura para una red de corrupción, tuvo lugar en Celaya, Guanajuato, el 13 de enero de 2014. Su tiempo de gestación en el seno de la organización partidista fue largo, pero su alumbramiento resultó espectacular. Este periódico, el AM, extendió el certificado de nacimiento al revelar una grabación que contenía la petición de diputados federales de Acción Nacional de una comisión del 35%, por “bajar” 160 millones de pesos al municipio cajetero, para hacer obra pública, desde el ramo 23 del Presupuesto Federal. Los involucrados eran Luis Alberto Villarreal, su hermano Ricardo y José Luis Oliveros. Posteriormente se supo que Manlio Fabio Beltrones también participaba en el obscuro acuerdo. Aparte de Celaya, otros nueve municipios de Guanajuato estaban involucrados en el mismo esquema, aunque no se supo con precisión sus nombres. Curiosidad: muchas de las obras fueron realizadas por empresas constructoras de Sonora en Guanajuato.

Acta de nacimiento

El escándalo fue mayúsculo, el grupo parlamentario del PAN de la LXII Legislatura Federal, quedó señalado por su corrupción rampante en la repartidera de fondos federales. Acción Nacional, vio inmersos en el lodazal, al coordinador parlamentario y a su burbujade operadores, dentro de la que se ubicaba el diputado Ricardo Anaya, futuro candidato a la presidencia.

En Guanajuato, con pruebas en la mano, el gobernador del estado, Miguel Márquez, se quejó con la dirigencia partidaria, pero no inició ningún procedimiento de investigación al respecto. Su Procurador de Justicia, de apellido Zamarripa, permaneció estático, como si no hubiera pasado nada, y la extorsión no hubiera existido. Nimiedades, los legisladores federales solo pretendían cobrar en su beneficio 56 millones de pesos. El PAN estatal, a cargo de Gerardo Trujillo, enmudeció convirtiéndose en tapadera. No solo no hubo sanciones de ningún tipo, sino los artífices de los moches fueron premiados con candidaturas y entrega, en el caso de los Villarreal, del municipio de San Miguel Allende para que siguieran perfeccionando sus terribles métodos de utilización del poder.

Por si no se entiende con claridad, en esta sola acción queda al desnudo el importante hecho de contar con un procurador o fiscal a modo, que permita controlar la acción penal, en contra de presuntos delincuentes, claramente identificados, pero que pertenecen a una clase política intocable. Quizás por ello, sea complicado prescindir de sus servicios. El pacto de impunidad se materializó cínicamente, sin huella de vergüenza para los politicastros guanajuatenses.

Ayer nos despertamos con la noticia de que la senadora del PAN por Aguascalientes, Martha Cecilia Márquez Alvarado, renuncia a su militancia y al grupo parlamentario. La legisladora denuncia que Marko Cortés, el dirigente nacional del PAN ha tenido conocimiento de actos de corrupción de un gobierno (Alcaldía de Aguascalientes) emanado del partido, y su dirigencia no ha hecho nada para poner fin a las conductas deshonestas. Algo parecido a lo que sucede en Guanajuato Capital, con la diferencia que la senadora decidió renunciar antes de ser expulsada, sin importar su pertenecía al Consejo Nacional y ser miembro de la Comisión de Doctrina. Varias veces, ante el propio Consejo denunció con datos precisos y pruebas, la corrupción reinante en el ayuntamiento hidrocálido. Nada pasó y a nadie le importó, al igual que acá en el Comité Directivo Estatal, en donde Román Cifuentes recibió información puntual de las corruptelas y traiciones del actual alcalde capitalino. Solo se explica su silencio y respaldo al desleal y deshonesto, como omisión dolosa o complicidad explícita. ¡Pero he aquí la sorpresa! Como consecuencia de su proceder y como premio, sus padrinos lo hacen diputado federal y a su ad latere, presidente del PAN guanajuatense, el mismo trato que a los Villarreal. Tomen nota, esa es la calaña de nuestros directivos.

Y esta misma dirigencia, ahora amaga con expulsar aun montón de malos panistas. ¿Con que calidad moral lo intentan? Los que se quieran defender, permanecerán en Acción Nacional. No hay forma de correrlos, ni siquiera a los corruptazos que pululan en nuestras filas. Los lineamientos para procesar las sanciones fueron expedidos por la Comisión de Orden Nacional en 2016, la cual no posee facultades para ello. Ni eso pueden hacer bien.

P.D. Estupefacto ante la entrevista del gobernador de Guanajuato con Carlos Loret de Mola. Patético. ¿Por qué lo llevaron?

Entrevista

 

 

 

 

 

 

TREINTA AÑOS

Carlos Arce Macías

26 de septiembre de 1991

El día de hoy se cumplen treinta años de la toma de posesión del ingeniero Carlos Medina Plascencia como gobernador del estado de Guanajuato. Al mismo tiempo, conmemoramos la salida del PRI del gobierno estatal y el ingreso del partido Acción Nacional a conducir el destino de los guanajuatenses.

En su discurso ante el pleno del Congreso del Estado, el 26 de septiembre de 1991, Medina Plascencia destacó los siguientes puntos para lograr el cambio que se buscaba percutir en Guanajuato: respeto a la dignidad de la persona humana; ser autoridades honestas y trabajadoras, servir al pueblo, no servirse de él; ser promotores de la participación solidaria y subsidiaria; impulsar el fortalecimiento y autonomía de los municipios; establecer un sistema de trabajo basado en la confianza; impulsar la democracia y la justicia; lograr eficiencia y calidad; rematando con promover el bien común.

En su arenga, el nuevo gobernador de treinta y seis años de edad, planteaba las malas condiciones económicas del estado: la concentración poblacional en solo cuatro ciudades, y la enorme dispersión rural; un crítico binomio de un elevado índice de emigración desde la zona rural, contra una fuerte inmigración a zonas urbanas; un ingreso para los trabajadores, equivalente a las dos terceras partes del ingreso promedio nacional; distribución injusta del ingreso en 32 de los 46 municipios; y una agricultura en franco declive.

Describe también los retos sociales: una grave situación educativa que nos posicionaba en el lugar 24 a nivel nacional; más del 25% de los guanajuatenses sin servicios básicos; impacto en la calidad de vida por la contaminación; concentración del desarrollo en unos cuantos municipios y extrema pobreza de los habitantes del norte del estado.

En lo político había que salvar el encono electoral, provocado por las recientes elecciones, mediante cambios que permitieran contiendas dentro de un ambiente de equidad y verdad, que respetaran la decisión del pueblo. Quizás se trataba del reto más urgente.

Luego de tres décadas hagamos una revisión del tema económico. La entidad dejó atrás la agricultura tradicional y la fabricación de calzado basada en mano de obra baratísima. Hoy se ha consolidado la manufactura a un nivel de competencia global, con producción exportadora. Pero sobre todo destaca el sector primario de manufactura de alimentos, que se ha detonado como altamente exportador y generador masivo de empleos, muy por encima de la industria automotriz. El desarrollo ha sido difícil de desconcentrar del corredor industrial, sin embargo, más zonas del norte y sur del estado se han integrado a la nueva economía.

En lo social, se advierten los más serios retos para el estado. En 1990 nos encontrábamos en el último lugar en el importantísimo “índice de cobertura de educación media superior”. Hemos avanzado solo 7 lugares en seis lustros. Este rezago educativo, es el dique que impide a muchos guanajuatenses acceder a mejores empleos, especialmente en el área de la industria. El rezago en servicios básicos se ha ido estrechando al pasar del 25 al 11%. Pero la contaminación de agua y aire, se encuentran en una circunstancia crítica, que no ha sido enfrentada adecuadamente.

Para lo político, se logró crear y consolidar una institución independiente encargada de organizar profesionalmente elecciones equitativas y verdaderas, sin ficción en los resultados. Por desgracia, los afanes para lograr comicios limpios han sido infructuosos. Especialmente por la negligente Fiscalía para Prevenirlos Delitos Electorales, y la lenidad de funcionarios del IEEG, que permiten, impunemente, el condicionamiento, la compra de voto y una clientelización rapaz de los ciudadanos más vulnerable, por parte de políticos corruptos.

Por lo que respecta a los principios que guiaban inicialmente al gobierno, en cuanto a subsidiariedad y solidaridad, promoción de la autonomía municipal, trabajo basado en confianza, eficiencia y calidad, ha habido avances trascendentes e importantes. Pero en algo toral como el respeto a la dignidad, conducción honesta de la sociedad, servicio al pueblo, impulso a la democracia y promoción al bien común, los treinta años de panismo aún le salen debiendo a los guanajuatenses. El impulso de sus tres primeros gobiernos en estos rubros fue convincente. Pero las últimas tres administraciones han obviado esos compromisos. Se han ubicado en el lado obscuro de esta saga.

Nueva era para Guanajuato

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AMOR POR LA MUERTE

Carlos Arce Macías

En nuestro país nos enorgullecemos de ser bien machos, de no temerle a la muerte, de enfrentarla y retarla. La dibujamos con maestría de la mano de José Guadalupe Posadas, entregándonos una catrina. El día que se rememora a los muertos comemos y cenamos en los panteones, para suscribir nuestro valor frente a la huesuda. Somos unos valedores, no nos espanta la parca.

Posadas y la catrina

Pues así parece ser. Nos damos valor e inyectamos inconsciencia a nuestro talante. En ese desapego por la vida, esta empieza a mostrarnos una conducta enfermiza, cercana a la necrofilia. Especialmente durante 2020, la colección de difuntos ha crecido en cantidades tumultuarias. Nosotros tranquilos, nadie se agobia.

Como el gran escritor italiano Roberto Saviano lo plasma en el guion de la serie “Zero, Zero, Zero”, disponible en Prime de Amazon, o Guillermo Arriaga en su reciente novela “Salvar el Fuego”, el fenómeno de la delincuencia se nos cuela como la humedad, entre toda la sociedad, exacerbando la violencia y contaminando el ámbito de la política, hasta llegar a un ex secretario de la Defensa. 

La salvajada con que se mata, se entierran cuerpos en grandes fosas y se publicitan los asesinatos de miembros de cárteles enemigos, decapitándolos y cortándolos en pedazos, resulta innombrable. No es digno de la especie humana. No corresponde a seres que piensan y poseen un cerebro inteligente.

Pedacitos…

Solo en Guanajuato ya llegamos a los 4,043 homicidios, con la mano en la cintura. El presidente fustiga al gobierno panista contando de mes a mes el número de víctimas, para que los guanajuatenses vayan tomando nota de la tenebrosa numeralia y se sepan mal gobernados. En contraste, a nivel nacional, la proyección de asesinatos para este año ronda los 40,000 superando con creces los sexenios anteriores, a los cuales tanto critica el actual ejecutivo federal. Vamos espeluznantemente mal.

En cuanto a COVID-19, las cifras resultan trágicas para el gobierno central, “se aplanó la curva” festinaba López Obrador, y nada había de cierto al respecto. Ya sobrepasamos los 100,000 decesos causados por la pandemia. Las alarmas médicas se prenden y los hospitales empiezan otra vez a contar la disponibilidad de camas. Guanajuato ha enterrado a casi 4,000 contagiados.

COVID 19

La muerte ronda por donde quiera. Comparemos, contra las grandes conflagraciones mundiales, la cifra de 140,000 fallecimientos anuales en que nos situamos en el año que transcurre. En la guerra de Vietnam, Estados Unidos perdió 58,000 combatientes en casi dos décadas de batallas. En la guerra de Afganistán, los norteamericanos han perdido 2419 soldados, mucho menos que las “bajas”guanajuatenses por homicidios en lo que va del actual año. En el  conflicto con Irak, las pérdidas de soldados americanos, apenas compiten con los asesinatos guanajuatenses, 4497 soldados eliminados. Cifras impactantes, duras, que rasgan el alma.

Pero aún hay más noticias malas para México, hemos rebasado, juntando las muertes por COVID y los homicidios de 2020 (140,000), a las bajas de guerra que sufrieron los Estados Unidos durante durante la Primera Guerra Mundial: 117,000 combatientes, cuya vida se sesgó por las bombas y balas de los ejércitos del Eje.

Más muertos en México en un años, que americanos en la
Primera Guerra Mundial

Por ahora, nuestros gobernantes no sufren presiones extraordinarias por mantener al país con una cantidad inaudita de muertos durante el presente año. Somos muy machos, muy insensible, o muy imbéciles por tolerar y normalizar esta matazón. En México y en Guanajuato la vida no vale nada. ¡Viva la muerte!

CACHIPORRA

Carlos Arce Macías

Día a día, nuestro gobierno estatal se precipita a los abismos de la ingobernabilidad y la ineficiencia. El desgaste de la administración se acelera vertiginosamente. Cualquier periódico guanajuatense parece Alarma, al contabilizar las notas de asesinados, asesinadas, robos, asaltos y desaparecidos.  La violencia es un fenómeno macabro en nuestro estado. En tanto los diputados oficialistas vitorean a las autoridades encargadas de garantizar la paz pública. Para dementes.

Aparecen ya grupos de familiares en busca de padres, hijos y hermanos desaparecidos. Simplemente no volvieron. Ahora los diputados se enfurecen por la posible politización de estos hechos. En otros países, la multitud de desapariciones ya habrían causado la caída de cualquier gobierno, que no pueda brindar seguridad a la comunidad, función primigenia del Estado.

Pero en Guanajuato no. Apostamos a que una sociedad súper resiliente, se acostumbre a vivir inmersa dentro de un montón de homicidios diarios. Y así,  la autoridad deberá lidiar con la monserga de los parientes de las victimas que han desaparecido, que se esfumaron de la faz de la tierra. De pasmo.

Y resulta que una de las formas más inteligente que han hallado nuestras autoridades, es sacar la cachiporra y batir con ella a los molestos manifestantes que se atreven a preguntar por sus familiares y reclamar respuestas. Aparte se enojan y desesperan. Habrían de ser pacientes.

Represión

Y bajo la sombra de la estatua de la Santa Fe que da la bienvenida a los viajeros que arriban a Guanajuato Capital, tunden a los insensatos que bloquean el paso, y fracturan a una de las manifestantes. ¡Duro con ellos! Y luego de zarandearlos, capturan a varios revoltosos para recluirlos en los separos policiacos, incluyendo un visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Mano dura y la posibilidad de refundirlos en la cárcel por el delito de terrorismo, como ya se intentó en Cuerámaro. 

Y es que cuando se liquidan los mecanismos democráticos como son la representación política que asumen los diputados, cuando se pierden los contrapesos institucionales y la voluntad unipersonal impera en las funciones de gobierno, todo se va a la… El fascismo revive como síntoma directo de un régimen autoritario, desacostumbrado a rendir cuentas y asumir responsabilidades por los actos generados en el desempeño de su encargo.

Guanajuato no tiene liderazgo en su conducción de gobierno. El ejecutivo, en el último trimestre ha caído en el ranking de calificación de los gobernadores hacia los últimos lugares. Inusitado, ya lo supera Cuauhtémoc Blanco. Vamos fatal.

Muuuuuy abajo

Cambio de tema. Tramitología. Dice el encargado de Mejora Regulatoria que la entidad descolla en esa disciplina. Muchos trámites en línea, 130 para ser exacto, pero ningún trámite “duro”. Mientras debo de reforzar la validez de una copia certificada de una factura para dar de alta un vehículo, acompañándola, me dicen con : copia ratificada notarialmente del contrato de compraventa del vehículo; denuncia ante el Ministerio Público del extravío o robo de la factura original; certificación de la Fiscalía General de que la denuncia está en trámite. Todo esto, en un ambiente de pandemia y encontrándome dentro del grupo de personas vulnerables. Aparte, todo este farragoso proceso, no se encuentra estipulado en el Registro Estatal de Trámites y Servicios, violentando la normatividad en materia de mejora regulatoria. Solo se pueden aplicar los tramites, estrictamente consignados en dicho registro. Muy poco avance en esta materia. Los ciudadanos son enviados a las colas y al hacinamiento temerariamente, no importa el contagio. ¡Vaya gobierno!

¿Sin salir de casa?

EL ANTÍDOTO PERFECTO

Carlos Arce Macías

Demoledora para Guanajuato, resultó la reciente encuesta  sobre Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Los datos fueron funestos, resultó ser el estado con mayor aumento percibido de corrupción entre 2017 y 2019; el crecimiento fue del 80%.

Regresión peligrosa

La zona con mayor percepción de corrupción , resultó ser la policía (82%), seguida de los partidos políticos con el 78%, los diputados y senadores con  el 70%, el gobierno estatal con 65% y los municipales con 61%. Los datos arrojan el siguiente aserto: no estamos bien, las cosas no caminan correctamente, y lo que es peor, no se ven hasta ahora, verdaderos afanes por combatir con seriedad a la corrupción para mejorar nuestros gobiernos y diferenciarnos de la paupérrima administración federal. 

Como nos hemos cansado de sentenciarlo, los malos gobiernos son incapaces de crear buenas policías. El cauce en pos de la paz pública, se aleja cada día más de nuestra comunidad. Y es que el arreglo a tan trágica condición, depende esencialmente del saneamiento y compostura de los partidos políticos, también sumidos en una deshonestidad galopante, que evita la construcción de oposiciones efectivas y mejores administraciones públicas.

Sin embargo hay un buen augurio  que pudiera servirnos. Javier Corral, gobernador de Chihuahua ha lanzado su iniciativa PASO* que busca cercenar, de una vez por todas, la partidocracia que ha propiciado la zahúrda en que se han convertido los institutos políticos. Se trata de una iniciativa que establece la apertura de las candidaturas a los ciudadanos, quebrando de un solo golpe el pactismo y contubernio que actualmente se da dentro de los partidos, especialmente, en el caso guanajuatense, en el PAN.

Corral va a fondo. Propone que las candidaturas de todos los partidos sean votadas libremente por los ciudadanos interesados en cada opción. Todos a la vez, en una sola jornada electoral, organizada por la autoridad estatal. Nadie podrá asegurar candidaturas sin el verdadero apoyo de la ciudadanía; tan solo acordando, en lo obscurito, con los “liderazgos partidarios”, comprometiéndose a la entrega de canonjías, monopolios y privilegios, cuando se llegue al poder. Una secta política, por ejemplo, no podría ser, bajo este esquema, quién decrete el destino de todo un pueblo.

Un gran PASO

Se trata pues, de una reforma política que obligue a la celebración de elecciones primarias, la cualfortalecería a los ciudadanos y debilitaría las estructuras autoritarias que han propiciado la autocracia que hoy, desgobierna al país. La fórmula contra la pócima de la dictadura es sencilla: más democracia, mucha democracia, harta democracia.

La iniciativa del gobernador chihuahuense tiene otra gran ventaja: al reconstituir el tejido político de los partidos, permitiendo que los ciudadanos premien las virtudes cívicas contra las perversiones de los abusivos y ventajosos; el establecimiento de una verdadera política anticorrupción quedaría garantizado. Por otra parte, la ciudadanía se haría responsable directa, en su caso, de llevar a un impresentable a un puesto público. Para que después no se quejen.

Si Guanajuato de verdad quiere manifestarse como una sociedad moderna, digna de un gobierno eficiente y honesto, debería de exigir una reforma política, con elecciones primarias obligatorias, ahora. Solo así podrán seleccionarse los candidatos más potables para gobernarnos, y también para enfrentar a la dictadura que nos amenaza. Solo tenemos esta oportunidad. Hagámoslo sin titubeos. Es el antídoto perfecto para el veneno que tragamos en 2018.

*PASO (Primarias abiertas, simultáneas y obligatorias)

Partidos políticos corruptos

GUANAJUATO ¿CONTRASTE O ESPEJO?

Carlos Arce Macías

 

¿Cuál es el contraste o la similitud que existe entre los gobiernos de Diego Sinhué Rodríguez Vallejo del estado de Guanajuato y el federal de Andrés Manuel López Obrador?

 

El pasado miércoles tuve la oportunidad de exponer, ante un nutrido grupo de personas que acudieron al periódico AM, las condiciones en que se encuentra nuestro gobierno en relación al federal. A más de uno, sorprendió los puntos expuestos. Aprovechamos esta oportunidad para compartir esa presentación con nuestros lectores dominicales. Comencemos primero por algunas diferencias que identificamos, entre el estado y la federación.

 

Una de las más significativas consiste en la apertura hacia la globalidad y las  relaciones internacionales. Para Guanajuato son estratégicas, especialmente con países como Japón, Corea, Alemania y sobre todo Estados Unidos; en tanto la gestión de AMLO, es prácticamente pueblerina en este ámbito. Inseguro, el presidente le tiene pavor a codearse con otros mandatarios. Esta situación tiene sumido a México en un absurdo aislacionismo que frena la globalización regional.

 

Guanajuato, desde hace años ha mantenido una larga tradición en planeación gubernamental. Desde el IPLANEG, su instituto de planeación estatal, ha consolidado proyectos precisos que marcan pautas a seguir, junto con sus indicadores por cumplir. El último capitulo consistió en un trabajo conjunto con la Agencia de Cooperación de Singapur. En contraste, López Obrador, decidió tomar la pluma, y sin conocimiento alguno, desde su supina ignorancia, escribió lo que él cree que es un Plan Nacional de Desarrollo”, imponiendo a su gobierno un rosario de acciones incongruentes y postulados generales, sin referentes de medición.

 

Nuestro estado ha trabajado con denuedo en el ámbito de los servicios de salud. Los hospitales públicos guanajuatenses funcionan bien y los pacientes se encuentran satisfechos con su desempeño. Mientras, el desastre esta evidenciado en la administración federal. El presidente, enceguecido por el uso del poder, no tiene la más leve idea de la compleja operación de un sistema de salud. Por lo pronto, frente al reto de una pandemia mundial, ha dejado a los hospitales sin medicinas e instrumentos de trabajo. Los niños con cáncer están sufriendo las peores consecuencias. Una auténtica canallada.

 

En cuestión de punibilidad en relación con actos criminales, la reacción del joven gobernador ante unos disturbios generados en el municipio de Cuerámaro, fue la de procesar a los detenidos como terroristas, mostrando una faceta fascista inimaginable hasta ahora. En cambio López Obrador, ha manifestado una empatía sublime con los grupos del crimen organizado, prometiéndoles “abrazos y no balazos”, mientras liberó a un cabecilla del narcotráfico recién capturado. Vergonzoso.

 

Estos son los ejemplos de algunas diferencias, ahora pasemos a plantear las circunstancias que descubren las semejanzas, cuando los gobiernos se transforman en espejo uno del otro.

 

Tanto Rodríguez Vallejo como López Obrador concentran muchísimo poder. Leyes y reglamentos los dotan de una enorme cantidad de atribuciones que se resuelven desde su discrecionalidad y arbitrio. Si hoy México es el país de un solo hombre, Guanajuato también es el estado de un solo individuo: el gobernador.

 

AMLO es amo y señor del Poder Legislativo y sumamente influyente en el Judicial. Muy criticados han sido los nombramientos de ministros a modo, pero Guanajuato no es diferente. Diego es el pastor indiscutible de la mayoría parlamentaria en el Congreso del Estado. Es tan severo el yugo, que ha conducido al grupo panista al suicidio político, sosteniendo en el puesto a un fiscal impresentable. Sus nombramientos en el Poder Judicial, garantizan el pleno dominio de los intereses del ejecutivo estatal en la judicatura. Así, López y Rodríguez son almas gemelas, carentes de contrapesos institucionales, propensos a la arbitrariedad, y por ello, causas eficientes de que vivamos en una simulación republicana; en que la verdad desnuda, es que reina un autoritarismo rampante. Ninguno tiene frenos ni contenciones institucionales.

 

Los dos gobernantes, el federal y el estatal, tienen control sobre “su” partido y deciden candidaturas. Con esto se elimina la simiente democrática del sistema político. Como cabezas de la partidocracia dominante, bajo los auspicios del dedo elector, no existe posibilidad alguna de que alguien externo a su redil, pueda alcanzar un puesto de elección. A partir de ahí, los dos, Andrés Manuel y Diego Sinhué, eliminan el funcionamiento democrático del Estado.

 

La transparencia y la rendición de cuentas no es afán de estos mandatarios. El IACIP y el INAI, sendos institutos de transparencia, viven sus peores años. Con presupuestos raquíticos poco pueden hacer para introducir la transparencia como  un instrumento del control democrático del gobierno.

 

En cuestión de combate a la corrupción, no hay avances. Los sistemas tanto estatal como federal, son muy débiles, cuentan con recursos exclusivamente para su sobrevivencia. La eliminación de la corrupción por decreto, parece ser el camino de nuestro estado y del actual gobierno federal. Pregunta: ¿cuántos corruptos son perseguidos o duermen en la prisión en Guanajuato? Silencio.

 

La sociedad civil organizada era promovida y fomentada por los gobiernos guanajuatenses. Pero al igual que en el ámbito federal, en donde el presidente López ha festinado su desprecio por los grupos civiles, la costumbre individualista del ejercicio del poder, parece haber permeado en el gobernador Sinhué. Arrebatado, colmó de epítetos y descalificaciones al Observatorio Ciudadano de León, ante la temeraria propuesta de pedirle informes semanales sobre la situación de seguridad pública y violencia en ese municipio. La participación ciudadana y la gobernanza retroceden.

 

En cuanto a su relación con empresarios y magnates, ambos jefes mantienen sometidas a casi todas las organizaciones de emprendedores (COPARMEX y el CCE-León son la excepción). A López Obrador le alaban sus torpezas y a Diego no le dirigen reclamo alguno por su pobre desempeño. Comoditos todos.

 

Las burocracias con que operan tanto la federación como el estado, han sido convertidas en puestos provisionales para operadores electorales, y no posiciones reservadas para una casta profesional de funcionarios comprometidos con la eficiencia y eficacia de las administraciones. Esto explica, en parte, el mal  ejercicio del gobierno. No existe un servicio civil de carrera.

 

La tecnología y la innovación no son el desvelo de estos gobernantes. Los procesos de depuración de la regulación y digitalización de los procesos que tanto contribuyen a contener la corrupción, les son ajenos. En cuestión de ciberseguridad, PEMEX  y Secretaría de Economía ya fueron hackeados, mientras Guanajuato no posee ni siquiera una firma electrónica segura. En el hoyo.

 

Hay muchos más parecidos que diferencias entre los dos gobiernos, pero cerremos con la analogía más dramática: la seguridad pública. México se encuentra en medio de la peor crisis de seguridad, que nos lleva a números de homicidios dolosos exacerbados. Dentro de ese pandemónium, Guanajuato destaca, y por mucho, en el baño de sangre. Mientras nuestros diputados estales deciden no exigir cuentas a los encargados de la seguridad y contención del crimen, mejor les proponen un servil “acompañamiento”, no se vayan a sentir. Fin.