DIPUTADOS, VACACIONES EN ESPAÑA

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Carlos Arce Macías

Que nuestros diputados vacacionen donde quiera y donde puedan, pero no a costa de los contribuyentes guanajuatenses. Comienzo este texto narrando un suceso acaecido durante la LV Legislatura estatal. En esos momentos el PRI tenía 22 diputados y el PAN solo 7. Sin embargo, fue una legislatura en la que se lograron posicionar los cambios y las nuevas formas para hacer política que exigían los guanajuatenses, luego de decenios de gobiernos priístas. Una de ellas era evitar el despilfarro de los recursos públicos.

Por aquellos años, quizás 1994, al grupo parlamentario del PAN, le fue filtrado un documento sensible de la diputación priísta: el itinerario de un viaje que harían a España sus legisladores, pretextando compromisos importantísimos, así como diversos actos protocolarios en aquel país. Se trataba de una agenda que intentaba darle cobertura a un peregrinaje turístico de un grupo de diputados decididos a viajar con gastos pagados por el erario. Aprovechando la oportunidad, los panistas develaron la noticia, dando a conocer punto y seña de la bonita gira que llevaban a cabo los tricolores por el viejo mundo. La excursión incluía opíparas comidas en restaurantes de postín como Cuchilleros, El Mesón de Cándido y otros buenos comedores españoles. Puro turismo.

El grupo parlamentario del PAN logró poner en el más absoluto ridículo a un priísmo en plena crisis y degradación, producida por la pérdida del poder. Fustigó la irresponsabilidad del líder de los diputados del PRI, por gastar el dinero en viajes de recreo. Los panistas, especialmente el congresista Arturo Saiz Calderón, el cual llegó al pleno del Congreso ataviado con un sombrero cordobés, vapuleó a los diputados del tricolor. Ese hecho se convirtió en un escarmiento que frenó los recurrentes abusos de legisladores con ánimos de conocer mundo gratis.

Diputado Arturo Saiz Calderón ,
con sombrero cordobés.

Hoy en día, en una absoluta falta de congruencia con la actuación panista de los últimos años del siglo XX, se anuncia desde el Congreso del Estado el viaje a España de un numeroso grupo de diputados, de todas las fracciones parlamentarias, entre ellos 10 panistas. Con alegría y regocijo navideño, comunican que van a tomar un curso de “Derecho Parlamentario con enfoque en Derechos Humanos”, a la célebre Universidad de Salamanca, un centro de enseñanza engrandecido por Alfonso X “El Sabio” y el emperador Carlos V, pero con una mácula indeleble al haber nombrado al dictador Francisco Franco, doctor Honoris Causa de esa casa de estudios. Una universidad de reyes, emperadores y dictadores, que ahora se encuentra en el rango 650 (QS) de las universidades del mundo.

Lo que natura non da, Salamanca non presta

Y hasta allá andarán caminos nuestros egregios legisladores, ávidos de instrucción para realizar a plenitud su labor de representantes del pueblo que los eligió, y no contumaces alfiles del gobernador en turno o de sus dirigencias partidarias. Hay que señalarlo claramente: es la libertad personal, y no la consigna, la base de una recta actuación parlamentaria. ¿Se los dirán en Salamanca?

¿Y por qué estudiar derecho parlamentario en una universidad escolástica? ¿No existe un mejor lugar para reflexionar sobre el futuro de la representación política? Podríamos pensar en locaciones cercanas al Europarlamento, quizás las universidades de Lovaina o Estrasburgo, algún país nórdico que les demuestre la elegancia de lo simple y austero o irlanda, nación católica que, gracias a una novedosa propuesta para tomar decisiones, mediante un grupo de ciudadanos educados e informados, lograron procesar reformas en torno al tema del aborto, imponiendo la sensatez entre adversarios radicales.

Hoy, la Universidad Nacional Autónoma de México, se encuentra en una posición muy superior a la Universidad de Salamanca, en el lugar 105. Su Instituto de Investigaciones Jurídicas cuenta con un claustro de profesores e investigadores especialmente aptos para instruir a nuestros legisladores, que de pronto han descubierto su ignorancia en temas parlamentarios y de derechos humanos. ¡Vaya cosa!

Surgen entonces varias preguntas inquietantes: ¿De dónde emerge el sorpresivo interés de estudiar derecho parlamentario? ¿Qué no se postularon como los personajes idóneos para el puesto que ostentan? ¿Descubrieron de pronto su atraso en los temas del parlamentarismo? ¿Ahora el contribuyente guanajuatense deberá gastar más de un millón y medio de pesos en dotar de conocimientos básicos, que deberían dominar, a sus diputados? ¿Por qué no pagan el curso de su bolsa si se trata de una falla personalísima, que afecta el desempeño de su cargo? ¿No conocen de la existencia de una plataforma digital llamada Zoom? ¿Cómo tolera una ocurrencia tan dilatada Luis Ernesto Ayala, precandidato a la gubernatura? Son preguntas, que deben de ser contestadas, mientras se cancela el impertinente viaje.

P.D. Última pregunta: ¿Asistiría a las cátedras salmantinas el simpático y muy famoso perrito (diputadog) que ayuda a nuestros legisladores a revisar las iniciativas? Así estamos en nuestro Congreso.

Bruno, el diputadog

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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PERDÓN, ME EQUIVOQUÉ

Carlos Arce Macías

El problema que alguien enfrenta por andar exigiendo disculpas, es que si se equivoca, es él el que deberá pedir perdón por el temerario reclamo. Es lo que pasará, a la larga, con nuestro presidente-historiador. Mal informado, ajeno a los avances de la investigación científica, y sin conocimiento de cómo afecta el acopio monumental del conocimiento del siglo XXI, en la reflexión sobre hechos del pasado; el maestro mañanero se lanzó, de torpe manera, a exigirle al monarca Borbón, que España pida perdón por los agravios causados durante la Conquista, allá en el lejano siglo XVI.

 

Y es que el tutor matutino estudió en libros de texto gratuito, bajo la influencia de un perverso maniqueísmo nacionalista, en el que se entiende la Conquista de “México” (este país no existía), como una agresión a un bucólico reino, en el que los nativos vivían una vida paradisiaca, interrumpida por el acero hispano, que liquidó su caritativa religión basada en los sacrificios humanos, e impuso el castellano como lengua obligatoria. A partir de allí todo se desgrana entre buenos y malos. Una historia muy parecida a una telenovela, lejana a las narrativas de los grandes historiadores mexicanos, ingleses y españoles que han estudiado con minuciosidad el complejo encuentro de civilizaciones que se dio hace ya cinco siglos.

 

Ahora, hay otra forma de entender la Historia. La da a conocer el gran escritor israelita Yuval Noah Harari ( Sapiens, de Animales a Dioses, Debate 2013). Entender el proceso de desarrollo de la humanidad, como la evolución de una especie, entre muchas, dotada de aptitudes especiales, denominada Sapiens. Desde esa óptica el proceso de la evolución, aparece en un contorno diferente a las lecturas tradicionales; por ejemplo, en la reflexión sobre los imperios, como el español del siglo XVII, del que el revolucionario académico enuncia: “Hay escuelas de pensamientos y movimientos políticos que buscan purgar la cultura humana del imperialismo, dejando atrás lo que afirman que es una civilización pura y auténtica, no mancillada por el pecado. Tales ideologías son, en el mejor de los casos, ingenuas; y en el peor, sirven de solapado escaparate del nacionalismo y la intolerancia”. Y en eso estamos hoy en día en nuestra patria, amachados en retornar a viejas rencillas, ya superadas, para intentar, en aras de un nacionalismo trasnochado, fracturar a la sociedad, que en lugar de otear el futuro, es obligada a encadenarse al pasado.

 

Pero de pronto, irrumpe la ciencia en este teatro chocarrero, armado por nuestro presidente hace algunas alboradas. Los paleo demógrafos, han ubicado a los habitantes de lo que hoy sería el territorio de México en 22 millones de personas en 1520. Para 1575 la población indígena se había reducido a menos de 2 millones de habitantes. ¿Qué sucedió? 

 

 La respuesta la han ido construyendo los paleo patólogos. Primero se identificaron varias pandemias, propiciadas por el encuentro con los europeos. La primera fue la influenza, que enfermó al almirante Colon en su segundo viaje, terminando con gran parte de los pobladores del Caribe. Continuó con una terrible epidemia de viruela, que transportó uno de los miembros de la expedición de Pánfilo de Narváez, y que anidó en Tenochtitlán, mató a Cuitlahuac, y de plano borró de la faz de la tierra a los aztecas. Murieron en una década 8 millones de indígenas. Por más que los extremeños y andaluces hicieran milagros para exterminar cuanto indígena encontraran en su camino, era imposible de cumplir esa cifra, más cuando los conquistadores deseaban mano de obra y nuevos fieles para cumplir con su “encomienda”. Así ha quedado bien documentada la terrible mortandad que se provocó por ese vector infeccioso, al que luego siguieron el sarampión, la fiebre amarilla  y el tifus. 

 

Sin embargo, en 1545 se dio una nueva enfermedad no identificada. Los indígenas que habitaban el Valle de México, la denominaron cocoliztli. A partir de esa fecha, la reducción de habitantes indígenas en Mesoamérica fue dramática. En solo cinco años, mató aproximadamente a 13 millones de gente, casi todos nativos. Para mala fortuna de las tribus originarias, en 1576 se volvió a reactivar la epidemia de cocoliztli, llevándose a la tumba a 2 millones más de infectados. Esta peste se perdió en el tiempo. No fue identificada en su momento, al contrario de las demás plagas que fueron prontamente clasificadas. Se comenta por los especialistas que fue algo parecido al ébola africano.

 

Desde hace un par de años, en la mixteca alta de Oaxaca, bajo la plaza central del complejo arqueológico de Yacundaa-Teposcolula, se encontraron los restos de cientos de personas, cuyo deceso se dio a mediados del siglo XVI. La alemana Ashlid Vagene, especialista en aqueogenética del Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia Humana, conduce los estudios de ADN, de algunos de los más de 800 cuerpos enterrados en ese lugar. Ahora hay conclusiones. El misterioso cocoliztli coincide con una cepa de la Salmonella Entérica Paratyphi C. La investigación fue publicada en la prestigiosa revista científica Nature Ecology & Evolution.

 

La información científica, generada apenas en 2018, transforma nuestro conocimiento sobre la Conquista del Imperio Azteca. No fue una guerra genocida, encabezada por los castellanos y andaluces (España aún no nacía) la que extinguió a los habitantes del Valle de México, sino una serie de devastadoras epidemias de las que el cocoliztli fue la más mortífera. Esta nueva información, deshabilita el argumento que esgrime el presidente, para exigir desagravio y perdón de los españoles, acusados de acciones dolosas de exterminio. AMLO, mal asesorado, se equivocó y debería disculparse.

 

 Ante la evidencia y los estudios que seguirán apareciendo sobre el tema, la ciencia nunca para, aunque no sea ciencia nacionalista; los hechos descubiertos transforman la idílica y colorida Tenochtitlán, dibujada y pintada por Diego Rivera, en la cual Andrés Manuel sueña y cree; en una trampa epidemiológica mortal, que diezmó a la población original, liquidando a 20 millones de personas. 

 

Por eso es importante la ciencia: ilumina la obscuridady rebela la mentira. No en balde, Steven Pinker, el famoso psicólogo experimental y científico cognitivo de la Universidad de Harvard, ha escrito un vibrante libro:En Defensa de la Ilustración. Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso” (Ed. Paidós 2018), como una respuesta y ataque directo al populismo que se ha esparcido en Estados Unidos, y que hoy padecemos también en México. 

 

El culmen de la razón es la ciencia. A ella debemos acudir para desactivar las mentiras en que se trata de sustentar el discurso retrógrado, lineal, predictivo y simplista, con que se pretende engañar a los ciudadanos menos educados. No por nada, el primer intento de desarticulación de instituciones, planeado por López Obrador y sus cómplices, se dirigió precisamente en contra del CONACYT. La ciencia, la tecnología y la innovación, son parte del antídoto contra el populismo ramplón que se trata de imponer en nuestro país. Resistir su embate, es vital para sobrevivir a este nuevo cocoliztli político. La razón será la mejor arma.

@carce55