GOBIERNOS SANTA CLAUS

Carlos Arce Macías

Ante la proximidad de las fiestas navideñas, vale cavilar sobre el personaje de San Nicolás de Bari, cuyos restos se encuentran en esa ciudad italiana, aunque originalmente fue obispo de Myra, una localidad romana asentada en la actual Turquía, durante el siglo IV D.C. Nicolás se hizo famoso por atribuírsele una especial predisposición por los infantes, aunque la leyenda da cuenta de un terrible asesinato de niños, que por medio de la intervención milagrosa del santo, fueron revividos.

Ruinas de Myra

Lo que en el siglo XXI nos queda con relación a esta santa figura, son los dones que se le han atribuido para recopilar todas las peticiones infantiles y cargarse de regalos para distribuirlos entre los niños bien portados. Su figura es cercana a todos y muy simpática, especialmente en la advocación nórdica, inspirada en el rostro de Odín (de allí la barbas), y enfundado en un traje rojo y botas altas. ¿Qué político no quisiera capitalizar características parecidas a las de Santa Claus? Y es aquí donde comienza la reflexión.

Primer acto: con la creciente adopción del populismo en el mundo, muchos demagogos han aprovechado la impaciencia de los gobernados para mejorar sus condiciones de vida, haciéndoles promesas incumplibles. Los desesperados caen en el garlito, votan por ellos, accediendo al poder personajes incapaces para gobernar. Segundo acto: no hay forma de cumplir las promesas formuladas, tan solo se pueden aliviar algunas carencias, a través de dádivas. Así nacen los gobiernos estilo Santa Claus.

Por eso llamamos a estar atentos para no perdernos en la mentira. Gobernar es un arte que requiere de la técnica para para tener éxito. Hay que planear, organizar, diseñar acciones y establecerlas en el tiempo, muchas veces se requieren largos períodos para que se vean los frutos, y durante su desarrollo, monitorear y finalmente evaluar el desempeño. Es la manera de hacerlo bien.

Esta delicada actividad necesita equipos especializados, sobre todo para enfrentar retos como el de la movilidad, digitalización, suministro de energía y agua, salud y seguridad. Seguramente la visión de la ingeniería (es la ciencia que tiene como objeto la resolución de problemas) se ve involucrada en todo esto. Y no está de más que los dirigentes del gobierno no sean unos zafios, sino que tengan cierta capacitación y conocimientos de políticas públicas y análisis financiero.

Frente a nosotros están los desafíos, más complejo, que absorberán tiempo, organización y energía, así como una perspectiva clara hacia el futuro y adaptabilidad para salir avante ante cualquier imprevisto.

Pero la senda fácil y traicionera es el populismo, que requiere la mentira como insumo principal. Promesas incumplibles, intercambiadas por obsequios y aguinaldos, hasta llegar al exceso de confundir a los votantes, haciéndoles creer que la función de gobernar es repartir dinero o regalos a manos llenas. Las masas de ignorantes, mantenidas en la indigencia con la finalidad de alimentar a los mercados electorales, venderán su futuro por un plato de lentejas. Ante tal estulticia, los políticos irresponsables no se esforzarán para lograr bienes públicos. Es más fácil jugar a ser Santa Claus, que planear y construir gobiernos profesionales.

Los modernos santa closes gubernamentales también son obesos. Requieren mucha burocracia para sobrevivir y distribuir regalos durante la época de elecciones. Se necesitan funcionarios especializados en malear y engañar a las personas para que les entreguen su voto a cambio de unos cuantos billetes. Luego obtendrán un puesto en la administración municipal o estatal de su mismo signo partidario, y allí dormitarán durante los siguientes tres años.

En tanto, para seducir ciudadanos, los políticos aviesos se clonan con el personaje más simpático del circo: el payaso. Así se dedican a divertir a los usuarios de redes sociales, inventando cuentos, disfrazándose de distintos personajes, bailando y teatralizando su puesto y función. Al final su intención es engañar a todos.

Perderse en una navidad continua, recibiendo promesas de dádivas, es extraviar el sentido navideño para convertirlo en una incumplida promesa de tener buenos gobiernos. Es avalar el reino de la mentira y la contratación de políticos mendaces, cuyo destino es transportarnos al fracaso. Les proponemos que mejor celebremos puntualmente la navidad, para luego convertirnos en estrictos ciudadanos, muy exigentes con nuestros gobernantes. ¡Felices fiestas!

P.D. Me declaro en vacaciones, regreso a estas páginas el 8 de enero.

Santa Claus… inspiración de políticos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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AHORA, A CHANTAJEAR EMPRESAS

Carlos Arce Macías

Tomar una posición aparentemente justiciera por parte de la autoridad municipal, con el fin de cobrarse a lo chino una supuesta deuda de impuestos (derechos por aprovechamiento de la vía pública), nos muestra una serie de eventos que vale la pena analizar.

Lo primero, es que un municipio no puede intervenir una red de telecomunicaciones, porque se trata de una concesión federal, y el gobierno local no tiene facultades para ello. Pero al alcalde capitalino no le importó, llevó a la policía y demás corifeos, y sin mortificarle mayormente las necesidades de sus gobernados, dejó sin internet a cerca de 17,000 ciudadanos de la zona sur de Guanajuato Capital. Muy orondo, se video grabó y trasmitió su chistecito por Facebook Live.

¡Córtenle!

Pero el destino es cruel. De inmediato en las redes sociales comenzaron las protestas por el corte de internet, telefonía, Netflix y TV, que proporciona la empresa Megacable. Dejó sin comunicación, entre otros, a los bomberos, al Congreso del Estado, al Hospital General y al principal Mall de la ciudad, y todo en plena pandemia. Pero sin percatarse, inmerso en su desbocada vanidad de “influencer”, que últimamente ha asumido; lo que hizo fue filmarse cometiendo un delito: ataque a las vías generales de telecomunicaciones y radiodifusión (Art. 306 de la Ley Federal de Telecomunicaciones) ¡Inaudito!

Como lo sentenció en su transmisión, convocó a la cablera a que de inmediato acudiera a pagar 35 millones de pesos, que dice que deben. La empresa se apersonó, negando el adeudo que se invocaba, y pactó litigar por vía civil el asunto. ¿Vía civil un cobro de derechos fiscales? Algo huele mal ahí.

Pero en la supuesta junta conciliatoria, se exigieron otras condiciones: dotar de internet público a plazas y jardines de la ciudad, computadoras regaladas para el centro municipal de seguridad (C-4) y cinco camionetas para la policía. Me extiendo sobre estas atrabiliarias demandas.

Cuando en el gobierno federal se diseñó el despliegue de las redes de comunicaciones que debían sustentar los nuevos servicios de internet, transmisión de datos y tevecable, se identificaron por los concesionarios los problemas que se padecerían en los municipios, especialmente frente a los alcaldes avieso que pudieran exigir pagos ilegales. Ya tenían experiencia en ello. En algunos se trataba de viles “moches” para el funcionario, pero también evolucionó a la exigencia, con tal de permitir la instalación de cableado, de patrullas, ambulancias, vehículos oficiales, computadoras, uniformes, obras públicas y un sinfín de ocurrencias de los gobernantes locales.

Esta práctica, multiplicada por un sinnúmero de localidades, volvería ruinosa la introducción de internet en todo México. De ahí que se propuso una arquitectura jurídica, que pusiera a salvo de estas prácticas a los concesionarios, convirtiendo el tema en asunto exclusivamente federal, resguardado de las intromisiones y desvaríos de alcaldes populistas, poco informados y demagogos, que pretendieran venderle al pueblo como gran idea la ejecución de acciones para cobrarles a las ricas compañías contribuciones multimillonarias, aderezadas con otros regalitos solicitados a capricho de los munícipes.

La exigencia de obsequios y dádivas, contra permisos, se transforma en una extorsión a los empresarios, que,si no se contiene a tiempo, puede cundir en muchos lugares. ¿Desea una empresa instalarse en cierto municipio? ¿Me pide un permiso de construcción? ¿Se requiere redefinir usos de suelo? ¿Hay necesidad de constancia de dotación de agua potable? No se preocupen, mediante la desinteresada donación de patrullas, computadoras, dotación de áreas públicas con internet, podrán lograr lo que deseen.

Donaciones forzosas

Se trata del rompimiento del Estado de Derecho. Estamos ante la violación del principio de legalidad que solo permite a la autoridad hacer los que la ley le manda. En ningún lado, hay artículo alguno que permita la exigencia de dádivas. Pero lo que sí existe, es el delito de extorsión.

Por último. Cualquier exigencia extralegal, no lo pagará la empresa de sus utilidades, sino los suscriptores del servicio de telecomunicaciones (internet), o sea: usted. ¿Cuánto paga? ¿Quinientos pesos al mes? Pues ahora serán ochocientos.

El que paga es el consumidor

Las políticas públicas requieren capacidades de pensamiento complejo, para procesar consecuencias que muchas veces no están a la vista. Por eso es urgente tener personas preparadas al mando de la administración. En Guanajuato Capital estamos en el hoyo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿PAN A LA MOREIRA?

Carlos Arce Macías

Hace unas semanas el Partido Revolucionario Institucional, conformó su Consejo Político. Como miembro de este órgano, quedó uno de sus más conspicuos integrantes: Humberto Moreira. La sola inclusión de figuras tocadas por la corrupción y la mala fama, es suficiente para desacreditar, hoy en día, el funcionamiento honesto de uno de los órganos más importantes de un instituto político. Es poner a la Iglesia en manos de Lutero, como sentencia el refrán.

El día de hoy, el panismo guanajuatense elegirá a candidatos a integrar el Consejo Nacional y el estatal. Mucho cuidado deben de tener los militantes del blanquiazul, de no convertirse en el hazmereir ciudadano, integrando dentro de uno de sus más serios órganos de conducción, a personajes con cargas negativas, por no conducirse bajo los principios éticos, jurídicos o doctrinarios del panismo.

Y es que resulta curioso, pero en la sarracina que se está dando entre precandidatos a al gubernatura, con tal de ganar posiciones de poder, las alianzas más extrañas se pueden armar, con tal de potenciar la votación de cada grupo político. Así no nos extrañe el nombramiento como consejeros de personas que ya pasaron por el escándalo nacional y el señalamiento de conductas deshonestas.

Si no se cuida esta condición, se construirá el mismo escenario que ahora confronta el PRI. Muy mustios los consejeros de ese partido, codeándose con Moreira.

Espero que las ansias de poder y de control por las posiciones internas, no conduzca a Acción Nacional a convertirse en remedo tricolor. Por lo pronto llamo la atención de dos casos, el de los exdiputados federales involucrados en escándalos de moches y el de los actuales diputados que aprobaron un nuevo fondo para reeditar esa actividad gestora-mocheril, y que no conformes con eso, se auto asignaron un suculento bono anual, nomás porque les pareció muy propio, repartirse unos milloncitos más.

Con total descaro, con ánimos de Montana, alguno se apuntan para competir por una posición en los consejos, no obstante haber permitido ser coordinado no por su partido, sino directamente por el líder cameral priísta, comprometiendo votos y votaciones a favor de los intereses puntuales de Peña Nieto y del PRI. Y no suficiente con ello, se vio involucrado en el escándalo de los moches, percutido en Celaya.

Sin temor alguno del daño inferido por la creación de ese fondo presupuestal, creado ex profeso para que los diputados saluden con sombrero ajeno, y se enreden en malos pasos; los actuales diputados federales panistas, pertenecientes a la LXIII legislatura, con asombroso aplomo, no titubearon en aceptar el regalito que Hacienda les puso frente a sí. 18 millones de pesos por cabeza, fue suficiente para lograr la aprobación de uno de los presupuestos más complejos, por los recortes presentados, que se haya procesado en la Cámara de Diputados. Nadie discutió con profundidad y pasión los efectos de las disminuciones, las transferencias, los gastos innecesarios, etc. El interés solo se centró en cuanto de las migajas a distribuir, serían para cada diputado. Una vergüenza.

Pero los legisladores federales en funciones, no pararon ahí, salvo el diputado Bolaños, actual presidente de la Cámara, todos los demás panistas aceptaron el auto otorgamiento de un bono de $150,000 pesos que significará la erogación de 75 millones de pesos más, solo porque les vino en gana. Este monto se añade a su jugoso aguinaldo, por supuesto.

Y el tema no es menor, porque millones más, millones menos, lo que se mide en estas decisiones es la templanza de nuestros políticos profesionales y representantes. Ninguno, repito, ninguno, tuvo el coraje de negarse a aceptar las indignas e ilegales dádivas. Todos las aceptaron. Ni una voz en el desierto.

Considero que estas reprobables posiciones de nuestros exlegisladores y diputados actuales, los sitúan en condición de rechazo para acceder al cargo de consejeros, tanto nacional como estatal. No han actuado dentro de la rectitud planteada por la doctrina panista, no se han conducido con la dignidad a la que les obliga ser nuestros representantes. Espero que así lo considere la asamblea que hoy se reúne en León. Un milagro político podría darse, para convencer a los ciudadanos que el PAN, sigue siendo el partido de la gente recta y honesta, y no un PAN a la Moreira.

Twitter: @carce55

Editorial publicado en AM LEÓN el 11 de diciembre de 2016