MEDITACIONES PARALELAS

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Carlos Arce Macías

En el nuevo departamento, ubicado al fondo del Jardín de la Emperatriz en Palacio Nacional, el presidente de la República cavila. Está tenso y preocupado. Supeditados a un poder autocrático, sus seguidores y miembros de su partido, esperan la decisión que tomará ante sí, para designar a su sucesor en el trono. No existe, hasta ahora, ninguna externalidad que impida que se lleve a cabo su voluntad

Jardín de la Emperatriz

Según parece, la nominación recaerá sobre la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la cual se encuentra en una desenfrenada campaña proselitista para evidenciar su fuerza política. No ha dudado en distribuir costales de maíz entre campesinos calificados como miserables, que en Huimilpan, Qro. son convocados a su mitin. El tufo de los años setenta del siglo pasado se percibe nítidamente. México va de reversa.

El presidente sueña con encumbrar a la “corcholata” (así ha denominado a sus precandidatos que él mismo descarta o apoya) que le garantiza incondicionalidad absoluta y la posibilidad de seguir mandando en el país. Una especie de Pascual Ortiz Rubio versión 2.0, del que se decía en tiempos de Plutarco Elías Calles: “Aquí vive el presidente, pero el que manda vive enfrente”, en alusión de la casa particular de Calles, situada en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec, mientras el presidente habitaba el Castillo adaptado por Maximiliano como morada imperial.

Sin embargo, se detectan resistencias. Los accidentes en el Metro de la ciudad de México y las fallas continuas, así como la baja en las encuestas de la corcholata favorita, hacen que el aspirante a dictador transexenal dude y se incomode. Pero se autoafirma en que la candidata oficial deberá ser la que él mismo ha destapado y lanzado a la jaula de los leones. López mira la luz cenital que se desparrama sobre el Valle de Anáhuac, en tanto intenta tranquilizarse por la imposición que ha determinado.

En Guanajuato Diego cavila. Nervioso y turbado, desea que su decisión para lanzar un candidato oficial sea la acertada. Recuerda como su antecesor lo ubicó como delfín e impidió cualquier tipo de rebelión. Pero ahora los planes parecen fallar. Varias corcholatas han sido lanzadas al ruedo sin éxito. Habiendo quedado la estrategia en manos de su círculo de confianza, una pequeña camarilla conformada por personajes de pocas luces y ceñidos a negocios desde el poder, extravían el rumbo a cada paso que dan. Por impericia el gallinero se le ha alborotado.

Y es que su miopía sobre la cosa pública, le impide detectar, que el solo nombramiento de un “candidato oficial”, se convierte en beso del diablo para quien elija como heredero. El haber enviado a emocionados y festivos burócratas estatales a hacer campaña al Comité Municipal del PAN en León, resultó un error difícil de solventar. Inspirado por su consejero áulico, se equivoca a cada paso, olvidando aquella máxima de la política que dice: “Solo se comete un error, los demás son consecuencia del primero”. Y ya se equivocó.n

Construyendo una candidatura oficial

¿Es Diego un autócrata? Eso pensamos. Impera sobre el Legislativo y su influencia en el Judicial es mayor a la del presidente de la República respecto a la Suprema Corte de Justicia. Acá no existe un equivalente a la magistrada Piña.

Hagamos un corte y saquemos conclusiones. El ámbito federal padece el gobierno de un sátrapa y la república y la democracia están en pleno retroceso y bajo acoso. Pero en nuestro estado la política no vive tiempos de democracia y libertad. Las organizaciones ciudadanas son desoídas y ninguneadas, los organismos empresariales están a la deriva y no se han ganado el respeto. La nueva generación de empresarios aspira solo a convertirse en nuevos “gallos”, para realizar negocios al amparo del poder. Vil economía de compadres que barrunta en corrupción galopante.

Recomendación de viejo: los que quieran ser candidatos del PAN, que se fabriquen sus propias alas y busquen a la ciudadanía, sin admitir impresentables en sus equipos ni espaldarazos gobiernícolas. Que vuelen tan alto como les permitan sus virtudes y talentos. Mientras, Andrés y Diego cavilan, sumidos en sus sueños repletos de sombras y miedos, rodeados de incondicionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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ALIANZA OPOSITORA, SOLO SIN PARTIDOS CÁRTEL

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CARLOS ARCE MACÍAS

El cambio de siglo trajo consigo una transformación profunda de las organizaciones políticas que no hemos sabido entender a plenitud. Ya los politólogos Richard Katz de la Universidad John Hopkins y Peter Mair del Instituto Universitario Europeo, desde 1995 identificaban los cambios profundos que estaban sufriendo los partidos políticos en su libro “Democracia y Cartelización de los Partidos Políticos”. En este texto, los autores desgranan los tipos de partidos existentes: partidos de cuadros, masas y catch-all (atrapa todo).

Mair y Katz

El partido de cuadros es el modelo que siempre tuvo, por ejemplo, el Partido Acción Nacional. Está organización procuró una cuidada selectividad de sus miembros, para convertirlo en ejemplo vivo de ciudadanía activa, decidida a llevar al poder a personas con alta preparación técnica (uno de los postulados más importantes de Gómez Morín) y de rectitud ética que garantizaran buenos gobiernos. Llama la atención que su fin principal no es ni siquiera la obtención del poder ganando elecciones, sino el reconocimiento de la eminente dignidad de la persona y por consecuencia, el reconocimiento de sus derechos fundamentales y la construcción del bien común.

Por otra parte, el partido de masas se propone organizar políticamente a amplios sectores de la sociedad. Se trata de una estructura de corte popular, construida para intentar mediar entre el Estado y la sociedad civil. Es el modelo seguido por el PRI y el PRD. Incluso recordemos los sectores tradicionales: campesino, popular y la clase trabajadora. El nacionalismo revolucionario fue la ideología sobre la que se sustentó el Revolucionario Institucional, durante setenta años.

Al paso del tiempo, los partidos se fueron escorando hacia las tácticas de la mercadotecnia y la comunicación política, con la finalidad de adaptarse a las aspiraciones de la sociedad, pulsadas hacia el momento de la elección. ¿Qué quería el partido? Lo que las encuestas marcaran como interés de la sociedad. Así se construyeron programas y se diseñaron las campañas. Lo importante era ser convincentes y atrapar al mayor número de votantes posible. Había zanahorias para todos. Esa es la táctica catch-all. Y allí quedaron posicionados todos. Escrutando los intereses de los votantes, para rápidamente prometerles la satisfacción de estos. Los principios de doctrina y programas de acción política acabaron en el bote de la basura, en aras de un empirismo galopante.

Pero los autores Katz y Mair identificaron un naciente fenómeno: el sistema de partidos cártel. Y aquí es dónde el asunto comienza a ponerse caliente el asunto. Los académicos se dieron cuenta que paulatinamente los partidos se fueron convirtiendo en una maquinaria electoral y administrativa, que fue siendo subsidiada desde el gobierno, de forma cada vez más profusa. Carretadas de dinero llegaron a los institutos políticos, para profesionalizar a sus cuadros y sustentar las campañas electorales. Se convirtieron en empresas electorales y de gestión del poder.

Esta burocratización partidaria fue produciendo cúpulas con capacidades presupuestarias cada vez más grandes. De esta manera, se fueron haciendo del control de los partidos, excluyendo a las militancias y consolidando una partidocracia inamovible. Hoy, los partidos políticos no necesitan militantes, y menos sus discretos recursos. Son autónomos de los ciudadanos, por eso hacen lo que les viene en gana.

Así la política del día a día, fue construyéndose a través de acuerdos cupulares entre los liderazgos de cada organización. Pronto se establecieron pactos entre los partidos, zonas de control específico, amistades, respaldo y negocios particulares entre la élite política. La definición de cártel es “el convenio entre varias empresas similares para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta y precios de determinado campo industrial” (Diccionario RAE). Como en la industria, este fenómeno se implantó en la política mexicana. Los arreglos cupulares substituyeron a la frágil pauta democrática.

El momento estelar de la cartelización de los partidos se evidenció en la LXII Legislatura Federal. La legislatura de los moches y de los acuerdos inconfesables entre los principales partidos gobernantes. Donde la oposición se sustituyó por la negociación. La administración peñanietista repartió concesiones, privilegios y fondos a todos sus aliados.

La forma de romper esta sólida alianza, amalgamada por la corrupción, fue a través de un movimiento o partido, ajeno al cártel, con características populistas y contestatarias. Una organización dispuesta a prometer todo, sin mayor recato. Decidida a disponer de los fondos gubernamentales para repartirlos alegremente entre sus apoyadores y lidereada por un agitador social. Estas circunstancias y el hartazgo provocado por los abusos y corrupción de los partidos cártel provocaron los cambios de 2018.

Ahora, confrontar al movimiento populista, requiere un replanteamiento total para una alianza partidaria de oposición. Lo primero que hay que garantizar es que no vuelva a reconstruirse el sistema de partidos cártel que terminó en una red de corrupción de alcance nacional. Para ello es necesaria la intervención de grupos externos a la clase política, de ciudadanos organizados, que impidan el renacimiento del cártel y garanticen la reconstrucción democrática de la vida pública de México. Significa una lucha frontal contra la demagogia y la corrupción. Esto le saca alergia a la clase política tradicional. Los enemigos están adentro y afuera.

¿Como construir confianza?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POLÍTICA, UN RAYO DE ESPERANZA

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Carlos Arce Macías

Comienza el año de manera ajetreada. Los políticos mexicanos se pusieron nerviosos y decidieron rápido pasar a la actividad, unos desesperados intentando imponer a su candidata y otros proclamando a los cuatro vientos su unión. El futuro está por alcanzarnos a todos, la hora de la verdad se acerca y conviene poner los puntos sobre las íes, para no acabar engañados por nuestra insigne clase política.

Nuestra clase política

Hacia el 2024 la Cuatro Te promete continuar con su cauda de programas y acciones suicidas para terminar con los despojos de gobierno federal que aún subsisten. Su plan es la construcción de una utopía ideológica totalmente locuaz, de un México feliz, sostenido por las dádivas gubernamentales para los pobres, en tanto nuestro barco se hunde, porque así no funciona la economía del siglo XXI.

En la otra esquina se anuncia el pacto oposicionista(Va por México) de reconciliación entre sus tres fuerzas electorales, cuya imagen provoca desánimo. Identificar a los tres líderes, uno emocionado de que le presten el micrófono, otro sonriendo de ladito y el tercero con cara de enfado, no anticipa buenas expectativas. El llamado PRIAN es un acertijo inescrutable. Plagado de intereses inconfesables, que han sembrado discordias y mala fama en casi toda su clase política. Muy pocos se salvan.

Sin organizaciones ciudadanas

Bajo tan desalentadora perspectiva, si seguimos así, frente a frente quedarán las efigies del Peje y Peña, como próximos destinos a elegir en México. ¿Cuál prefieren? Refrendar el desgobierno o revivir los negocios sucios y los moches, o ambos, revueltos entre unos y otros como las únicas opciones al voto libre de los ciudadanos.

Pero sin embargo en la alianza opositora, hay una tenue esperanza todavía. Se trata de Unidos, una coalición de organizaciones civiles dispuestas a participar y romper el círculo vicioso que ha consistido en designar candidatos impresentables en todas las opciones, para que el ciudadano no tenga motivos para votar (abstencionismo), y si vota, de todas maneras, el que resulte ganador será una pifia, y finalmente todo se decida por la compra de votos y las tranzas. Todo mundo jodido, menos ellos.

Organizaciones como Poder Ciudadano, Sociedad Civil México, Sí por México, Unidos por México y Causa Común, pugnan por imponer un freno a las oligarquías partidarias que tan nefastas han sido para nuestro país. Intentan establecer un filtro ciudadano que logre disciplinar las ambiciones de personajes que han poblado de deshonra el páramo nacional, para abrir cauce a nuevos prospectos, responsables, comprometidos con la vida democrática y decididos a participar por la alianza opositora y a ganar contiendas electorales limpiamente y sin trampas. La fórmula: la movilización de las clases medias, preocupadas por su destino y decididas a librar una batalla crucial para restablecer instituciones, e impedir abusos y corrupción de las diversas redes políticas que venían actuando hasta antes de 2018.

Parece complicado, pero esta sinergia cívica fue la impulsora de la victoriosa marcha en defensa del INE, dentro de la cual, los políticos tradicionales fueron neutralizados y desbordados por el llamado de las organizaciones civiles. Partidos políticos chiquitos frente a agrupamientos civiles potentes, activos y sin complejos.

Pura fuerza ciudadana

No suena mal, menos si es posible replicar el modelo a niveles estatales, Poder Ciudadano ya lo intenta en Coahuila, pero también municipales. La problemática citadina, especialmente los problemas de las ciudades mexicanas, crisol de las clases medias, es el espacio propicio de actuación de estas nacientes formaciones, con capacidad para impactar en la vida política. Su primera exigencia: no a la corrupción. Veremos que sucede, la moneda está en el aire.

Movilizar a las clases medias

 

 

 

 

 

 

 

 

CASH PARA TODOS

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Carlos Arce Macias

La democracia debería permitir a cualquier ciudadano llegar a representar o dirigir a su comunidad. Sin embargo, esto no sucede en México. Para arrivar a un puesto de elección popular se requiere realizar primero una precampaña dentro del partido al que pertenezca el aspirante a candidato, y de obtener la añorada postulación, entonces avocarse a organizar una campaña electoral en forma. ¿Cuánto dinero se requiere para ello? ¿Usted, amable lector, tendría posibilidad de jugar una candidatura con opción a ganarla?

Las respuestas a las anteriores preguntas, es que se necesitan costales de dinero para estar en condiciones competitivas, y que, en sentido contrario a los postulados de la democracia, unos cuantos ciudadanos serían los que podrían tener opciones serias de disputar un puesto electivo. Por lo que debemos manifestar, que el juego genuinamente democrático, está muy lejano a nuestra realidad. Esto lo constatamos en cada votación.

¿Entonces como se le hace para ganar una elección? No se quiebren la cabeza. No se necesitan ideas innovadoras ni capacidades retoricas extraordinarias, solo se precisa dinero contante y sonante. Este se obtiene de tres formas: o del peculio personal (en el caso de los millonarios que aspiren a entrar en la política); el proveniente de los dineros que regentea el gobierno (Robo); o de las extorsiones a los ciudadanos para lograr el cumplimiento normativo de concesiones, permisos, horarios, autorizaciones y aprobaciones variopintas.

Cash para ganar

El alma de la corrupción, insistimos, está enclavada en el fenómeno electoral. El camino al poder, lo sabe muy bien los “políticos profesionales”, solo se obtiene robando y chantajeando. Hay muy pocas excepciones. De allí deriva el éxito de la corrupción.

Por eso no resulta sorprendente que de pronto se descubra la operación de moches a los empleados de las administraciones morenistas, a los que se les obliga a renunciar a parte de su sueldo como aporte a la campaña y organización del partido del actual presidente de la República. De hecho, resulta demasiado burda la estrategia de recolección de efectivo, sobres amarillos, mochilas y maletas, entregadas en la casa de MORENA. Son métodos ya superados.

Otros partidos más avanzados han encontrado formulas más sofisticadas y productivas. Los grandes contratos (obras públicas, computadoras, tecnologías de la información, uniformes escolares, mochilas, zapatos y servicios) con sobreprecios, que luego exigen el moche, en cash y por fuera, sin dejar rastro alguno. El blanqueo de dinero a través de empresas fantasmas, como la conocidísima Operación Zafiro del PRI en diferentes estados. O bien la vinculación informática de padrones de beneficiarios de programas federales, entre operadores electorales profesionales y secciones territoriales de votantes, como los que implementó en la última elección de Quintana Roo el Partido Verde.

Nuestras elecciones están forradas de cash. El ínclito INE y sus órganos estatales, tan orgulloso de organizar casillas, contar votos y recopilar documentación electoral, no reacciona ni protesta ante la derrama de cash en todo el territorio nacional, para envilecer a los electores comprándoles el voto. La derrama es grosera y no presenta límite alguno. En cada elección, el voto cuesta más y los montos aumentan. La estrategia conveniente para todos los partidos es que voten pocos, el plus, se obtiene por la compra y la clientelización de los sufragantes. Seamos claros, las elecciones son una simulación y un asco. Las fiscalías para perseguir delitos electorales son bellas durmientes, cuyo sueño no puede ser perturbado por ninguna denuncia.

¡Pruebas, pruebas, que presenten pruebas! Es la cínica respuesta de los ganadores ante los caudales de reclamos que puedan generarse por los derrotados, que seguro, también intentaron comprar votos.

Pues sí hay pruebas. La cantidad de dinero circulante en cash puede ser detectada sin problema por el Banco de México en sus mediciones técnicas llamadas M1, referente a los registros de base monetaria y dinero circulante. Así pudo comprobarse que, en la elección de 2018, la masa circulante se incrementó en ¡43,000 millones de pesos! (Reporte de BBC News, Darío Brooks, 16 de mayo de 2018). Allí está la fotografía de la corrupción que todos fingen no ver, que mantiene inmersos en la podredumbre a gobiernos, partidos políticos y zombis electorales (personas que venden su voto). Esa es la realidad que desnuda el cash.

43mil millones de pesos de cash

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA RAÍZ DEL MIEDO

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Carlos Arce Macías

Una vez más hay que reafirmarlo: los malos gobiernos no construyen buenas policías. Estamos exigiendo un imposible, que solo se sostiene en un país afecto a la milagrería. Y no debería haber sorpresas ante la incapacidad de las policías municipales para enfrentar a las gavillas que los gobiernos estatal y federal han permitido que operen impunemente.

Narco terrorismo, pánico en las calles

Seamos claros: los malos gobiernos son aquellos en los que la corrupción ha tomado carta de naturalización. Y hay que dejar bien asentado, que no se trata de las acciones individuales de malos empleados y funcionarios que se realizan a través de actos aislados para esquilmar los recursos públicos que tienen a su disposición. El tema es la conformación de redes criminales dedicadas al saqueo sistemático de los recursos públicos por dos motivos: el enriquecimiento de altos funcionarios y a la conformación de fondos para mantener el poder y la subsistencia de su red de corrupción. Todo con el objeto de financiar campañas electoreras multimillonarias, que puedan contratar “operadores” y disponer de dinero en efectivo para comprar miles de votos. Ese es el dato crítico.

Debemos tomar consciencia que cada voto comprado, cada calentador solar obsequiado, cada saco de cemento proporcionado, se convierte en freno paratener una buena policía. Porque los buenos gobiernos requieren del respaldo de una decisión genuina, basada en el voto libre, para sufragar por la mejor opción, que siempre será aquella que garantice un gobierno eficaz. Solo a partir de allí podremos empezar a mejorar nuestro entorno.

Pongo un ejemplo: los chalecos antibalas. Hemos visto, en infinidad de ocasiones, como son descubiertas asignaciones o licitaciones a modo para comprar estos chalecos a sobre precio. Las gestiones las realizan las propias áreas de seguridad pública, que intentan, mediante tranza, obtener moches para sus mandos. O bien las compras de patrullas, siempre cargadas de sobre precios, con el mismo fin: alimentar la red de corrupción institucionalizada dentro de los gobiernos. Si así actúa la policía, cuyo signo debería ser la honestidad: ¿qué podemos esperar de todo lo demás?

¿Y que sucedería si poseyéramos una buena policía? Pues que esta acabaría persiguiendo e investigando a sus propios jefes municipales y combatiendo sus prácticas corruptas. Esto resulta imposible sin antes haber construido, desde los votos, un compromiso pleno con la honestidad.

El cáncer que invade a nuestros gobiernos es la corrupción, el medio, las elecciones compradas. La podredumbre tiene acta de nacimiento desde lo electoral. Malos partidos políticos, acostumbrados a manejar carretadas de dinero, de origen inconfesable, para la operación del día de la votación, mientras los gobiernos se dedican a clientelizar a los ciudadanos, a despojarlos de la libertad de voto, de su dignidad, condicionándolos a la entrega de mercaderías y acciones asistenciales nimias.

Pongamos el ojo en la acción de los gobiernos. No están dedicados a gobernar. Se han convertido en centros logísticos de distribución de dádivas, engañando a la ciudadanía con falsos argumentos sobre la manera de erradicar la pobreza. Esta no se combate con la dádiva, se enfrenta estableciendo un clima de paz y seguridad, fabricado por un gobierno eficaz y eficiente, para que las personas desarrollen sus propias capacidades y salgan adelante por sí mismos.

La raíz del miedo está allí, en los zafios que nos engañan disfrazándose de administradores públicos, dedicados al peculado y la extracción de rentas para ganar elecciones y llenarse los bolsillos. Entendamos: en tanto no paremos el saqueo institucionalizado, no accederemos a la construcción de gobiernos íntegros y profesionales, y con ello a construir cuerpos de seguridad que garanticen una sociedad en paz. Solo eso sería el comienzo de algo mejor.

Dádivas, no gobierno

 

 

 

 

 

 

 

 

CABILDO AZUL PARA CUIDAR LA MARCA

Carlos Arce Macías

Todo comenzó con la irresponsabilidad del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato, que permitió que los partidos políticos convirtieran la elección constitucional de ayuntamientos, en una elección de alcaldes. Lo peor de esta transgresión normativa, consiste en que la mayoría de los ciudadanos y políticos creen, a pie juntillas, que lo que eligieron fue a un individuo cuya función es gobernar su municipio. Relegado quedó el ayuntamiento, la forma legítima de constituir un gobierno comunitario, que consiste en una junta gubernativa y por ende un órgano colectivo encargado del gobierno. Reiteramos por enésima ocasión: el presidente municipal, solo es parte, importante, pero al final parte de ese concejo (como es un órgano encargado de gobernar, no de dar “consejos”, se escribe con “c”).

El CDE del PAN controla a los síndicos y regidores

Pero toda la clase política se siente muy cómoda gobernándonos de forma unipersonal, asumen como normal que esto suceda en los municipios. Si el presidente de la República ordena que un Congreso títere apruebe leyes sin “mover una coma”, y el gobernador del estado decida mantener ad infinitum a un fiscal ineficaz controlando un Congreso conformado por marionetas, no suena extraño que los ayuntamientos se dediquen a dar espectáculo de guiñoles para aprobar, en automático, las propuestas de su alcalde. Solo para eso sirven.

Y el primero en Guanajuato en entender así la política local es el Partido Acción Nacional (PAN). Lastimoso resulta releer los textos fundamentales que rigen una organización que se concibe no sustentada “en doctrina mínima sino de exigencias máximas” como lo afirmaba Efraín González Luna, verlo ahora convertido en tragicómico remedo del priísmo de los años 90´s.

El mecanismo que han decidido utilizar en el PAN es el comisariato político. Primero convocan a una reunión que han bautizado como “Cabildo Azul”, a todos sus miembros panistas. Allí el alcalde les informa lo que deberán votar, y si alguno amenaza con emitir sus votos en otro sentido, son coaccionados por los representantes del Comité Directivo Estatal del PAN y en ocasiones por algún delegado de la secretaría de gobierno del estado para que voten uniformemente. Una vez “planchada” la disidencia, la mayoría panista, durante la sesión del ayuntamiento, obviará cualquier discusión y mayoriteará a sus adversarios en automático. Así se cancelará el debate y se propiciará la autocracia. Esa ha sido la forma de sostener, por ejemplo, al impresentable alcalde de Guanajuato Capital.

También llama la atención una frase que va y viene en esos cónclaves azules, el reiterado clamor para que se “cuide la marca”, en referencia a la frase que, en una famosa entrevista, lanzó el gobernador Diego Sinhué Rodríguez. La traducción que ha realizado la trasnochada dirigencia estatal consiste en instigar al silencio y protección de los corruptos, para evitar escándalos. Eso es lo que entienden por “cuidar la marca”. Indignante llamado para convertir a los miembros del hache ayuntamiento, en cómplices.

Sepan que el camino genuino del PAN es otro. Es formar ciudadanos con el ejemplo. Conductas que se acrisolan en el ayuntamiento, a través de deliberaciones y debates entre opuestos. Esto nutre de democracia en el cabildo, lo dignifica, al tiempo que se construye confianza entre la ciudadanía; la proteína de la política. A su vez, el alcalde es limitado a cumplir con su mandato y a rendir cuentas frente a sus pares. Y es que esta figura, concentra mucho poder y es peligroso que vaya suelto por la vida, generando ocurrencias. Se trata de establecer contrapesos. Ya verificamos que cuando no los hay, se llega al absurdo de construir museos sin permisos, endeudar a todos los ciudadanos de una comuna o instalar juegos mecánicos frente a joyas arquitectónicas protegidas legalmente. Hay que frenar los gobiernos de caprichos y abusos.

El PAN debe permitir el voto libre y razonado. Los regidores y síndicos representan a los ciudadanos y esa es su función, que no puede verse constreñida para imponer agendas partidistas cuyos intereses pueden ser contradictorios con la generación del bien común en el seno del ayuntamiento.

En otros tiempos la maquinaria azul, logró mantener gobiernos complejos, con un ayuntamiento que debatía en libertad y sin cortapisas. Sería inconcebible que ahora se dedicaran a “cuidar la marca” permitiendo la impunidad. Sería aceptar el triunfo de la maldad y la cancelación de la democracia local. No debemos tolerarlo en ningún ayuntamiento, aunque la dirigencia panícola se enmuine.

PAN, cuidando la marca.

 

 

 

 

 

 

 

 

ECHAR AL MAL GOBIERNO

Carlos Arce Macías

Entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, hay una complicidad vergonzosa.

Víctor Hugo

Desde el cambio de gobierno federal en 2018, han menudeado los reclamos y críticas, a las trompicadas y desinformadas decisiones que han venido dándose a través de ya cuatro años de administración “transformadora”. La verdad es que muy pocos plantean como salir de esta realidad dañina y tóxica. Pensamos que es tiempo de empezar a proponer soluciones.

Sin rumbo

Lo primero es pensar que la crisis que padecemos no solo es producto de la última elección federal, sino que viene gestándose desde hace años. Especialmente con el gobierno de Enrique Peña Nieto, el cual dio muchos pasos rumbo al precipicio. Y fue la mala maña de negociar todo entre políticos sin pizca de ética, lo que nos condujo a una elección sin alternativas. La que resultaba menos peor, según treinta millones de mexicanos, resultó una pesadilla.

Pero el origen de todo está en nuestra clase política, torpe y depravada. Si no planteamos su substitución, México continuará hundiéndose. Por ello, hacia el 2024, hay que borrar de cualquier postulación a los impresentables de siempre. Por esos no hay que votar. Porque el riesgo de retornar al pasado, como solución del presente, siempre está ahí. Y aunque no lo crean puede salir peor el remedio que la enfermedad. Imaginen las malas condiciones en que quedará el país, para volver a dejarlo en manos de deshonestos y abusivos.

Los corruptos son oligarcas, no demócratas. Ha quedado claro en el caso de Rusia. Y la única solución pasa por promover la democracia como ruta de escape. No ha descubierto la humanidad otra alternativa. A las desviaciones autoritarias, se les encara replanteando el fortalecimiento de las libertades, comenzando por la de prensa, y todas aquellas que cimientan y fomentan la participación de la ciudadanía organizada, aceptando propuestas y escuchando con atención las críticas que se expresen.

La combinación de soberbia, llevada hasta el extremo de un narcisismo patológico desde el poder, desfigura los gobiernos locales, estatales y federal. No hay diferencias, porque detrás de ellos no hay compromisos democráticos. Jugamos al gobierno dictatorial en todos los ámbitos, aunque con diferentes matices y colores.

Pongamos atención, la apuesta democrática pasa por la densidad de las organizaciones ciudadanas, que en estos momentos son las substitutas de los casi inexistentes partidos políticos, poblados por incondicionales de su partidocracia, corruptos y torpes que no le sirven a la sociedad. Para mejorar se requiere una cohesión de organizaciones profusa, en contraste con las comunidades sujetas a redes de corrupción que las gobiernan. El empuje ciudadano es lo que mantendrá a flote la posibilidad de construir mejores gobiernos, en manos de buenas personas.

Para el 2024 es necesario arribar con un conglomerado importante de fuerzas cívicas, que pueda darle contenido a aquellos partidos que estén dispuestos a abrir sus candidaturas a nuevos personajes, distintos a la escoria que ahora campea en la política. Sin esta necesaria renovación de cuadros, el estado fallido será el futuro. Seguiremos produciendo políticos locos, entercados en hacer su santa voluntad.

Las redes sociales deben de ser un paso intermedio para la nueva organización política promotora de la democracia. Convertir simples chats en organizaciones activas, solo está a un paso: pactar un lugar al que puedan acudir los participantes, comenzando a verse a la cara y conformar agendas y programas específicos. Hay que desdigitalizar la acción para convertirla en diálogo directo entre ciudadanos libres. Ahí va a estar la fuerza.

Un ejemplo, en la ciudad de Guanajuato no existen desde hace tiempo los partidos políticos. Las organizaciones poco a poco han ido cobrando relevancia, especialmente ante la amenaza de un torpe desgobierno plagado de corrupción. La densidad de organizaciones, de observación, medio ambientalistas y de activismo cívico ha aumentado y consolidado su militancia. Esto frente a las oxidadas formaciones empresariales y de profesionistas, aliadas a intereses facinerosos, cómplices de las peores causas políticas.

Las oligarquías criminales tendrán que confrontarse contra una ciudadanía en insurgencia en 2024, más allá de denominaciones electorales. Esto habría que multiplicarlo a niveles estatales y federal. A cada abuso hay que interponerle la resistencia de personas comprometidas a mejorar su sociedad. Solo así saldremos del hoyo.

Quien ose pensar que la salida hacia una estructura social comprometida con el bien común se logrará sin tú participación, se equivoca. Debemos asumir no solo nuestros derechos, sin también nuestras responsabilidades cívicas. Hay que acrisolarnos en organizaciones ciudadanas, como poco a poco vamos haciéndolo en Guanajuato Capital. Sépanlo, por acá se han incendiado Alhóndigas, cuando es necesario. En 2024 vamos a echar fuera al mal gobierno.

Incendiando Alhóndigas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

NAVARRO VS INAH, HISTORIA DE UNA FARSA

Carlos Arce Macías

Dicen que después de la primera mentira, toda la verdad se convierte en duda. Ahora se le llama posverdad. Es el juego de los populistas, enredar todo para obtener ganancias y victorias pírricas, que acabarán estrellándose contra la realidad. Pero mientras, gana tiempo y engañan a los bobos.

Es el caso del alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro, un mentiroso compulsivo, que, por medio de una red de mentiras, ha construido una trampa monumental, en la que han caído el Ayuntamiento capitalino, el Congreso del Estado, el secretario de Finanzas, el Banco BBVA, la SHCP y el PAN. Atrapados todos en esa red, ahora no ven escapatoria ni los cómplices, ni los ingenuos que creyeron en el político farsante.

Navarro, desgobierno de mentiras

Todo se urde alrededor de un negocio: la construcción de un centro comercial, que llevará como tienda ancla un museo de momias. El anteproyecto predice, sin datos ciertos, que costará 105 millones de pesos. Habrá que descontar cuando menos un 20% de comisiones ilegales para los promotores. Veinte milloncitos en época de pos-pandemia no le vienen mal a nadie. Menos, si el edificio será pagado desde las arcas municipales, una parte, y otra mediante un crédito de 70 millones de pesos a cargo de todos los habitantes del municipio.

Pero la realidad se les vino encima a los involucrados en esta estafa. La intervención oportuna del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha expuesto las mentiras del político bribón: no cuenta con permiso del INAH para construir el añorado museo, porque simplemente NO HA INICIADO EL TRÁMITE del permiso respectivo. Obvio, no tienen el permiso. En el municipio andan recabando, hasta ahora, planos, documentación y elaboración de un anteproyecto ejecutivo, así como estudios de movilidad, de impacto ambiental y paisajístico-patrimonial. Un largo camino. Y de este entripado surge la pregunta clave: ¿Cómo presupuestaron un pésimo anteproyecto, sujeto a modificaciones importantes, que pueden ser planteadas por ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), INAH o Ferrocarriles? ¿Verdad que si se necesitaba un proyecto totalmente autorizado por todas las instancias involucradas antes de autorizar el endeudamiento?

En cuanto al terreno en el que se construiría el adefesio, no existe aprobación para ello de parte del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDABIN), encargado de que los terrenos de la ex estación del ferrocarril cumplan con el destino asignado por el donatario: servicios públicos, vialidades, etc. NO TIENE TERRENO. ¿En donde va a construir?

Lo más importante. NO TIENE MOMIAS QUE EXHIBIR. El área de antropología física del INAH ha evaluado las condiciones de los cuerpos momificados y ha concluido que no deben ser sacadas del museo de sitio, el cual debe permanecer activo. La exhibición de los cuerpos deberá ser horizontal y tiene que restringirse a una cantidad menor de momias. ¿Qué pretende exhibir? No hay colección para el nuevo museo, sin embargo, ya existe una sospechosa aprobación para endeudar a los guanajuatenses, sancionada por el Ayuntamiento y del Congreso. Alguien debe pagar los platos rotos de tan costosa irresponsabilidad.

Ante tal batidillo, la forma más clara y definitiva para recomponer el procedimiento administrativo, consistiría en que el Congreso suspendiera la autorización del crédito hasta que se presenten: proyecto aprobado y permisos necesarios del INAH, INDABIN e ICOMOS. O sea, realizar lo que en su momento debió haber hecho la Comisión de Hacienda del propio Congreso: revisar a fondo el proyecto para el cual se solicitaba el empréstito, y no aprobarlo por consigna, como lo hizo el funesto diputado Zanella.

Para descargar responsabilidades, Héctor Salgado Banda, debería comunicar las irregularidades que presenta la contratación de la deuda a BBVA, y evitar su inclusión en el Registro Estatal de Deuda Pública y Obligaciones. Hacia adelante, debe de ser más cuidadoso el secretario, los mentirosos no son buenos compañeros de viaje.

Por su parte el Partido Acción Nacional, para cuidar su prestigio, debe iniciar una investigación en contra del alcalde Alejandro Navarro, así como de sus síndicos y regidores, por violar el Código de Ética de los Servidores Públicos del PAN, al no aplicar correcta, transparente y responsablemente, los recursos públicos; así como por emitir información no veraz, oportuna, adecuada y transparente. Por ser mendaz, pues.

La mentira y la traición suelen caminar juntas. Un político mentiroso traicionará, sin recato alguno la confianza depositada en él por los electores. Las pruebas de que el alcalde miente a un nivel patológico, se multiplican día a día. Guanajuato está en vilo y sus instituciones desacreditadas por la falsedad.

Mentir compulsivamente, función del alcalde

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

NEO MOCHES

Carlos Arce Macías

Explico el término. Se trata de las nuevas acciones que se llevan a cabo en un gobierno para construir un sistema de contrataciones que permita la obtención de moches de manera ágil y sencilla. Es pues, esencialmente un sistema de trámites rápidos, que son utilizados para pactar comisiones ilegales con los contratistas corruptos que hacen negocios con una administración pública.

Moches más sencillos de conseguir

Sobre el gobierno federal y su predicador de la austeridad monacal, se ciernen ahora borrascas y tormentas, motivadas por el posible tráfico de influencias al pactar contratos entre una empresa petrolera norteamericana, con antecedentes de corrupción internacional tipo Odebrecht, y PEMEX. El asunto cala tan profundo, que mancha gravemente, el antes límpido plumaje de nuestro gobernante. Su hijo mayor y su nuera hacen negocios bajo la figura del conflicto de interés. Eso se llama corrupción y así se encuentra enmarcado en la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), que impide a las empresas estadounidenses relacionarse con clientes bajo este esquema. La corrupción vuelve, una vez más, a convertirse en un tema toral en la vida política mexicana.

Y mientras todo esto sucede en el ámbito federal, en Guanajuato un amigo personal del gobernador en turno, se ve beneficiado con la adquisición a precio de ganga, de un terreno de un kínder oficial, añorado para ampliar su mansión. Igual, conflicto de interés que debe de ser descifrado por las autoridades y castigado hasta sus últimas consecuencias.

Pero atención, el estado del arte en cuestión de corrupción es el rediseño de los moches en el nivel municipal, cuestión que tiene como antecedente la operación de diputados de la LXII Legislatura, para “bajar” recursos a municipios guanajuatenses. Todo esto se vio descubierto por un histórico reportaje del AM, así como ahora sucede con el trabajo periodístico de “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad” para denunciar las casas de Houston del hijo del presidente. Por eso es importante la labor del periodismo de investigación. Resulta temible para los políticos corruptos.

Y si bien, cualquiera pensaría que nuestra clase gobernante tomaría escarmiento con lo ocurrido en Celaya y gran parte del Bajío, o lo que sucede en Houston, Texas, ahora corroboramos que los crimínales sucesos, no les espanta el sueño.

Lo que es peor, el gobernador, la secretaria de gobierno y los diputados, no apreciarán como falta, el escandaloso asalto a la Comisión de Adquisiciones del gobierno municipal de Guanajuato Capital. No solo eso, ya lo avalaron, porque en el CDE del PAN está muy al pendiente de todos los sucesos de la capital, controlando a cada regidor y síndicos con la finalidad de que no “se les salgan del huacal”. Y allí están presentes en los cabildos azules en donde se preparan las estrategias del ayuntamiento y se fuerza el voto favorable de síndicos y regidores panistas, a las ocurrencias del truculento alcalde.

En la capital del estado ha sido fácil construir los “neo moches”, de manera más avanzada que en Celaya en el 2013. Ahora se ha obligado a la Comisión de Adquisiciones a renunciar a sus funciones, cediéndolas a la decisión unipersonal para otorgar contratos de manera directa, al Coordinador General de Administración, un operador político de origen priísta y de ingrata memoria, llamado Ludovico Mata, que en las pasadas elecciones le ofreció al PRI un millón de pesos por ubicar a su esposa en el primer lugar de su lista de regidores.

La política es cuestión de $$$$$

Con este cambio que sumisamente autorizó el propio Comité, ahora Ludovico podrá asignar todos los contratos con montos de hasta 3 millones de pesos, de forma automática. El trámite de medianas obras públicas, compras, arrendamientos, asesorías, consultorías, proyectos ejecutivos, etc., será expedito y sin retrasos. El moche se pacta por fuera, y no deja huella dentro de la contabilidad municipal. Eso ya lo sabemos.

El gobierno estatal, inmutable, será testigo de honor de como la corrupción se sublima cínicamente frente a su hiriente lenidad. El ejemplo se esparcirá pronto por toda la región. La corrupción seguirá avanzando en Guanajuato.

Operador político para el PAN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

GUANAJUATO, SALVAJADA FISCAL

Carlos Arce Macías

Entre diputados y ayuntamiento oficialistas, han maquinado una salvajada en el municipio de Guanajuato, aumentando escandalosamente la presión fiscal sobre los habitantes del lugar. Los votantes, muchos negligentes que no acudieron a las urnas y un pequeño grupo comprado por el actual alcalde, a punta de calentadores solares, estufas ecológicas, sacos de cemento, varillas, camisetas y cachuchas, provocarán que los contribuyentes de esta demarcación deban de pagar, a precio de sangre, una miscelánea fiscal que les sacará, a todos, mucho más dinero del que tenían pensado. Eligieron mal, y por votar a los peores, ahora les quitarán una importante parte de sus ingresos.

Ayuntamiento abusivo

De todos los municipios, fue el ayuntamiento capitalino el que más se ensañó con sus ciudadanos, solicitando incrementos excesivos en distintos rubros. Con el pretexto de la reactivación económica y la necesidad de llevar a cabo inversión pública de alto impacto económico, alcalde, síndicos y regidores se despacharon con la cuchara grande. Mientras, en el colmo de la desfachatez, no les pareció inoportuno autorizarse una partida de ocho millones de pesos para préstamos personales blandos, sin intereses, con cargo a las arcas municipales, mientras los contribuyentes sufrirán las de Caín para solventar el encarecimiento de los precios de los servicios públicos y el pago de impuestos.

Y la mayoría de los diputados, siempre obsequiosos con el peor alcalde que haya desgobernado Guanajuato durante el presente siglo, se mostraron veloces para aprobar la Ley de Ingresos municipal. Ya resulta preocupante la complicidad que se viene observando de diputados como Víctor Zanella, Yulma Rocha y Margarita Rionda con Alejandro Navarro. Es posible que el imprudente respaldo llegue hasta Luis Ernesto Ayala… en fin, cada quién escoge a sus amigos.

En tanto, la miscelánea aprobada al gobierno-botín de Guanajuato, se convierte en una larga lista de agravios para los capitalinos, aparte del endeudamiento del municipio por toda su capacidad financiera disponible. Sin duda, el PAN ha decidido entregar a sus adversarios la capital. Peor no lo podría hacer.

Aquí la lista de algunas ofensas:

-Aumentos hasta del 198% en el impuesto predial a 4000 predios, más la intención de utilizar avalúos de gabinete, que son ilegales, para aumentar el valor de predios y así cobrar más.

-Cobro por estacionamiento en la vía pública en una ciudad que carece de espacios, y donde muchas personas, que habitan en callejones, no disponen de cocheras. La cuota llegará hasta un pago superior a los $2000 pesos por mes, por aparcar un vehículo.

-Luego de que el gobernador del estado ordenó, a la manera de López Obrador, cerrar la guardería del DIF estatal; la única disponible, la del municipio, incrementa sus servicios de $935 a 2000, un aumento del 189%. Obsequio especial a las madres trabajadoras.

-La entrada al museo de momias costará $92, convirtiéndose en el museo público más caro del país. Nota: la entrada a Antropología, Castillo de Chapultepec, Chichen Itzá y Palenque, cuesta $85. Duro golpe al tanatoturismo (Turismo para ver muertos y tragedias)

-Tarifa de agua potable, sufrirá un aumento del 8.15%, arriba de la inflación.

-La recolección de basura, a solicitud de un particular, costará $1100.

-Muy importante. Se sugiere a los guanajuatenses, cuidarse de no tener accidentes o urgencias. El servicio de ambulancia se ha tasado en $500.

Pero en su ruta suicida, el torvo alcalde omite el cobro de derechos por uso de la vía pública, a los servicios de Cable, TV e internet, que suman 200 millones de pesos, según sus cuentas, y que ha ido olvidando. Ya no los quiere cobrar. En el caso del museo, decide y vota, en claro conflicto de interés, el aumento en la tarifa de entrada, beneficiando a su familia política, dueña de museos de horror y espanto, aprovechando a aquellos grupos que no alcanzan a pagar una entrada cara. Aprovechan la demanda residual. Mientras más caro sea el acceso a las momias, más visitantes tendrán sus negocios familiares. Estamos ante un delito de tráfico de influencias. La contraloría protege y obsequia impunidad al funcionario.

Mal comenzará el año, para los guanajuatenses de la capital, sin representantes que los puedan defender con eficacia, en un ayuntamiento capturado por un alcalde dedicado a sus negocios; y a la vez, sin diputados capaces de formar mayorías que frenen los excesos de los ediles. Se evidencia con dramatismo como la democracia representativa sufre una profunda crisis, impidiendo los abusos y convirtiéndose en cómplices de los corruptos.

Sin representantes de los ciudadanos

A causa de los ciudadanos inconscientes que se abstuvieron de votar y de los que criminalmente vendieron su voto, ahora todos los guanajuatenses pagaran muy caro los obsequios, esparcidos como migajas, entre clientelas envilecidas. Los ediles y diputados oficialistas han armado tremendo regalazo navideño, que les arrancará mucho dinero de sus bolsillos a los desamparados cuevanenses. ¡Feliz navidad!

P.D. Por vacaciones, esta columna volverá a publicarse hasta el 8 de enero de 2022.