MOVILIDAD, UNA LEY CONTRA LA LIBERTAD

MOVILIDAD: TRÁMITES, CORRUPCIÓN Y ATAQUE A LA LIBERTAD

Carlos Arce Macías

En la pasada entrega editorial, traté el tema de la nueva ley de movilidad y la facilidad con que fue aprobada en nuestro Congreso, no obstante sus evidentes carencias técnicas y de diseño. Esto en desdoro de la división de Poderes, básica para toda democracia funcional.

Paso ahora a relatar mi experiencia, al realizar la revisión puntual de la ley. Advierto que en todos los años que llevo ejerciendo el Derecho, no había visto un documento tan pésimamente manufacturado, como la iniciativa enviada desde el Ejecutivo.

La ley votada unánimemente por 34 diputados, fusionó la Ley de Movilidad con la de Tránsito y Transporte, obsequiándonos un compendio de 275 artículos cargados de obligaciones. También se hicieron reformas al Código Penal del Estado y a la Ley del Sistema de Seguridad Pública. Los ánimos modificatorios estaban exacerbados.

Enumeraré mis principales críticas a la ley:

1.- Es una normatividad que no fija con claridad su objetivo regulatorio, porque este trata de ser encubierto. Explico: del énfasis que se utiliza, mencionando, decenas de veces, la expresión “servicio especial ejecutivo”, se descubre el verdadero objetivo de la reforma: establecer controles discrecionales sobre Uber, para la protección de ciertos intereses del sector, impidiendo la libre contratación entre particulares de un servicio eficiente e innovador. De esa forma se pretende limitar nuestra libertad, de eso no hay duda.

2.- Sin embargo, no pararon ahí. Ingeniosamente, decidieron crear un exótico Instituto de Movilidad, amo y señor de todo cuanto ocurra en el mundo de la movilidad y el transporte en Guanajuato. El esperpento institucional concentra todo tipo de atribuciones, 33 para ser exactos, a partir de las cuales diseña, colabora, provee, regula, expide, opina, recomienda, concilia, protege, analiza, crea, modifica, gestiona, fomenta, genera, dicta, instrumenta, determina, incentiva, conforma, etc. Se ha creado un órgano omnipotente, hiperconcentrado, unipersonal, y alejado totalmente de las buenas prácticas regulatorias, que recomiendan el establecimiento de mandatos muy claros y que no se contrapongan entre sí. Como ejemplo, regular y promover, son verbos que no se llevan ya que implican decisiones que se contraponen.

3.- Paso a otra curiosidad administrativa. Se ha diseñado un Instituto sin un consejo general. Es normal que esta clase de entes públicos, funcionen, teniendo como guía, una junta plural que asegure la adopción de políticas públicas pertinentes. En contraposición a ello, tenemos una especie de comisario soviético, que reúne en sus manos toda clase de atribuciones y discrecionalidades. Solo se prevén comisiones de trabajo, que congregan a todos los representantes de los poderes fácticos del sector. Así, la captura regulatoria, está asegurada, y con ella la corrupción generalizada.

4.- La nueva regulación crea nuevos registros: el Registro de Concesiones y Permisos del Transporte, y el de Licencias e Infracciones; lo curioso, es que a contrapelo de la política de transparencia en boga, no son públicos. Opacidad a la vista.

5.- El Instituto se ubica, violando la Constitución, sobre los ayuntamientos. El artículo 12 es inadmisible, ya que sitúa al Cabildo como un simple ejecutante de sus revisiones y opiniones. La controversia constitucional será el medio para corregir el entuerto.

6.- Continuando con la nueva relación que se establece entre el gobierno local y el Instituto, la nueva normatividad, en su artículo 14, obliga a los ayuntamientos a destinar a las nuevas ocurrencias “recursos económicos prioritarios en términos reales de sus respectivos presupuestos de egresos”. ¿Cuánto acabará costando “en términos reales” a los municipios la genial idea? Nunca hicieron las cuentas nuestros diputados.

7.- Presenta confusiones conceptuales al declarar el “servicio especial ejecutivo” (esencialmente Uber) de interés público. Consistiendo en un contrato entre particulares, que puede perfectamente ser tutelado por PROFECO, no se identifica el interés público en un servicio de lujo, prestado a “ejecutivos”. La descripción del servicio es tan aberrante que resulta discriminatoria. Los taxis para los pobres, el servicio ejecutivo para los ricos. No se les vaya ocurrir a los taxistas mejorar sus unidades. ¡Ridículo y mal conceptualizado!

8.- La nueva regulación esta sembrada de decenas de trámites, basados en la discrecionalidad de los funcionarios para poderlos resolver, habilitándolos para dictar toda clase de medidas administrativas. Se trata del caldo de cultivo ideal para la corrupción de por sí rampante en ese sector. Cuando muy pronto se analice el costo regulatorio, que los diputados han puesto sobre aquéllos ciudadanos que osen intentar actividades en el ramo del transporte, se verá con precisión, los cientos de millones de pesos que nos costarán las irracionales medidas impuestas por el Legislativo.

9.- La iniciativa presenta vicio de origen. De conformidad con la Ley de Mejora Regulatoria del Estado, el Ejecutivo estaba obligado a cumplir con lo indicado por el artículo 31, que obliga a elaborar una Manifestación de Impacto Regulatorio (MIR); que entre otros estudios, exige la evaluación costo-beneficio de la regulación. Esto, a fin de constatar que no salga mas caro el caldo que las albóndigas. Advierto: pretextar que la iniciativa esta exenta de MIR, sería la negación de la política de mejora regulatoria en Guanajuato.

10.- La nueva ley, no es enfática en promover la instauración de horarios de carga y descarga en las ciudades, pero sospechosamente si impide, de tajo, el manejo de paquetería por parte de los servicios de “transporte ejecutivo”. De esta forma, los transportistas de carga quedan protegidos con esta medida. El conflicto de interés del diputado encargado del trámite del nuevo ordenamiento, se revela con nitidéz.

11.- Llegamos a los artículos transitorios, que casi siempre contienen sorpresas. El Décimo Octavo, estipula un amplio programa de regularización para todos los que se ostenten como concesionarios (piratas). ¡Vergonzoso!

12.- La cereza del pastel, es la reforma al Código Penal del Estado para incluir el nuevo capitulo de “Delitos en materia de Transporte Público”. Ahí se enderezan baterías en contra de Uber y taxistas, pero exceptúan a los concesionarios de ruta fija (camiones urbanos). Esos no existen. La reforma penal nos obliga a reflexionar si las conductas delictuosas revisten una peligrosidad digna de la privación de la libertad. En momentos tan críticos en cuestión de seguridad para nuestro estado, resulta injustificado distraer activos policiacos, ministerios públicos y jueces, en castigar conductas que pueden corregirse con remedios administrativos. ¿Es una buena política de seguridad, meter a la cárcel a taxistas y conductores? ¿Vamos a gastar el presupuesto y a usar los activos institucionales en ello? Parece que perdieron la razón.

Al final, rematamos con una perla legislativa, la ley en comento, contiene un imperativo categórico de crear módulos para la atención “a mujeres violentadas en el servicio”. Mala perspectiva para las féminas. Pero contarán con su ventanilla de atención. ¡Bienvenidas a bordo!

Estas son sólo algunas de muchas observaciones al texto recientemente aprobado. Reconozco, eso sí, un avance: la instauración de la obligación para los propietarios de vehículos de poseer un seguro vehicular. Eso es correcto.

La herencia que nos deja esta nueva legislación, es de coto a nuestra libertad, trámites costosos y amplias posibilidades de corrupción. Por eso debemos ser más exigentes con nuestros legisladores. El mecanismo ya lo tenemos, y es la posibilidad de reelección. Insisto, hay que usarlo.

@carce55

 

 

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La nueva ley de movilidad en Guanajuato

REGULAR O CONTROLAR

Carlos Arce Macías

La legislatura estatal de Guanajuato se estrenará, de verdad, con el trámite de un nuevo instrumento que pretende regular la “movilidad” de los guanajuatenses, o sea, la afectación legal a una garantía fundamental que se consagra en el artículo 11 de la Constitución: la libertad para viajar por el territorio nacional libremente.

La nueva ley, intenta reglamentar la “movilidad”, esto es, el traslado de las personas dentro del estado de Guanajuato y sus municipios. Incidiendo también en el artículo 5to constitucional que reglamenta libertad de trabajo y la categoría de servicios públicos. Así pues, se pretende acometer un reto jurídico del mayor calado. No pinta fácil.

Se celebra el interés por un tema tan trascendente para la sociedad, y la problemática que engloba el que todos podamos llegar a nuestros trabajos y negocios, así como desplazarnos a nuestros hogares, centros de comercio, parques y zonas de diversión, etc., caminando o en un transporte económico, seguro, eficiente y sustentable.

¿Pero como debe de abordarse el diseño de una iniciativa, sobre un asunto con tantas aristas y tan sensible a la población? Me parece, francamente, que debe de realizarse cuidadosamente, cubriendo todos los flancos, recabando muchos datos y realizando los estudios y consultas pertinentes. Su sustento y motivo, no pueden fundamentarse en solo unos cuantos párrafos presentados en una sencilla “Exposición de Motivos”, como prefacio de la iniciativa; para que sea discutida, y en su caso, aprobada por los diputados. Serían pasos seguros rumbo al fracaso.

Una regulación es una normatividad con impacto sobre ciertos sectores económicos, que deben de ser analizados y sus mercados concienzudamente estudiados. Una forma moderna de legislar, impone un diseño jurídico basado en estudios sólidos, que a nuestro parecer, no se están solventando en la iniciativa que se propone, y que resultan necesarios para que los diputados hagan bien su laborLo primero que se requiere, es la formulación de un “Documento de Política Pública de Movilidad en Guanajuato”, en dónde, antes que nada, se presente un diagnóstico de la problemática que enfrenta el estado, se proporcionen los datos indicativos de ésta, se analicen y posteriormente se proceda a proponer las opciones encontradas para rebasar los obstáculos y lograr los avances deseados. No todas las vías, son necesariamente jurídicas, y en el documento de política pública, deben de analizarse minuciosamente todas las cuestiones. Ahí se deben presentar datos, estudios específicos y estadísticas, estatales y locales, para poder establecer indicadores que deberán de evaluarse, en su momento, y de ese modo asegurar que la política implementada sea la correcta y dé los frutos pretendidos.

Sin un documento fornido y bien integrado, los diputados, simplemente, no pueden realizar su trabajo, irían a ciegas. Por lo menos no lo harán de forma responsable y estarían fallando a sus electores. Cuando se realiza una tarea legislativa seria y acuciosa, no hay tiempo para gestorías populacheras. Por eso, desde esta columna hemos sido enfáticos en señalar que el trabajo legislativo es una actividad, que en la actualidad, necesita procesar un cúmulo de información muy importante, con honestidad y sentido común, para generar un bien público fundamental: leyes.

La iniciativa, por lo pronto, no vienen bien. En solo una decena de párrafos, se intenta describir los antecedentes que dan motivo a la nueva ley. Se evidencia una insuficiencia de datos, que no permiten avalar el diseño concienzudo del nuevo instrumento regulatorio.

De su contenido, se infiere un tufo sovietizante, por su compulsiva búsqueda del control burocrático sobre las actividades de la población, propia de políticas utilizadas a mediados del siglo pasado, que ya se encuentran superadas y rebasadas por iniciativas innovadoras. Eso ya no funciona. La poca información aportada, no considera los efectos de la nueva legislación sobre los mercados que serán afectados, ni los costos de cumplimiento para los ciudadanos y sus actividades. Solo se piensa controlar y controlar, imponiendo costosos trámites que resultan absurdos para una sociedad en rápida evolución. La mejora regulatoria, brilla por su ausencia.

El nuevo organismo regulador que se propone, un instituto, puede ser una idea viable; pero nunca se dice en la exposición de motivos, cual será el blindaje y sus mecanismos para evitar la captura del órgano, por los entes que intentará normar. Este es el verdadero reto, y corazón del problema: que los gremios de taxistas, camioneros y empresas transportistas, no impongan sus intereses sobre el de los ciudadanos, que es, finalmente, lo que constituye y acrisola el bien común.

La deficiencia que he mencionado, se origina de la falta de capacidades regulatorias en los equipos del ejecutivo estatal. No es pecado mortal, el gobierno federal ya vivió esta situación en 2001, cuando las exigencias de un control más estricto en la calidad de las regulaciones, obligaron a las diferentes dependencias y entidades, a formar grupos especializados en regulación. Hay que hacerlo, solo así, se puede trabajar bien. Por lo pronto, los diputados deben solicitar más información, ya que por ahora, ni diagnóstico les adjuntaron.

Twitter: @carce55

 

 

LEON VS. QUERÉTARO ¿QUIÉN GANA?

¿LEÓN VS. QUERÉTARO?

Carlos Arce Macías

 

Recientemente AM ha publicado una serie de artículos, en dónde ha comparado el desarrollo entre las dos ciudades del Bajío, dejando en evidencia el pobre desempeño de León, frente al despegue vigoroso de Querétaro. Éste documento, desea clarificar algunos detalles, basado en el estudio más objetivo que existe respecto al desempeño de las ciudades de México, que viene realizando el Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C. (CIDE) desde hace más de 10 años.

 

LOS ESTUDIOS

 

A principios de éste siglo, comenzaron a conocerse estudios de competitividad de entidades federales. El CIDE detectó que dichos estudios resultaban un tanto ociosos, puesto que la competitividad la generan las propias ciudades, y la competencia no se da ni entre naciones ni entre estados, sino entre nodos urbanos. Resultaba poco relevante invertir esfuerzos en valorar estados. Así comenzó el trabajo académico para conformar una herramienta de medición urbana.

 

LA COMPETITIVIDAD

 

Lo primero que hay que aclarar es que los estudios refieren las condiciones de competitividad entre ciudades, definiéndola como “la promoción de un entorno social, tecnológico, ambiental e institucional propicio para el mejor desempeño de las actividades económicas y el bienestar social.

La competitividad es un factor determinante en el desarrollo urbano y regional porque puede incrementar el bienestar de sus ciudadanos, y al mismo tiempo promover un desarrollo sustentable acompañado de cohesión social”.

 

Por lo tanto habrá que concluir que el crecimiento de la economía, por sí misma, de nada sirve si éste no se distribuye convenientemente, generando beneficios para todos los habitantes de una ciudad, cuidando que el desarrollo sea sustentable y evite la depredación del medio ambiente.

 

METODOLOGÍA DE MEDICIÓN DE CIUDADES

 

La metodología de medición de ciudades del CIDE, examina cuatro componentes: el económico, el urbano, el social y el institucional. No utiliza encuestas, sino datos duros producidos por instancias oficiales como INEGI, a fin de dotar a la herramienta de total objetividad. Se utilizó la técnica estadística de análisis factorial para procesar los resultados.

 

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Otra cuestión importante es saber que la condición de ciudad no es la misma que la de municipio. En el caso que nos ocupa, Querétaro tiene una zona urbana que incluye a los municipios de Querétaro, Corregidora, Huimilpan y El Marqués. León esta integrado por los municipios de León y Silao. La integración de zonas metropolitanas son establecidas por una comisión específica de INEGI-CONAPO.

 

Con los resultados obtenidos en las cuatro variables, se conforma un índice en donde se colocan a las 74 ciudades mexicanas, del primero al último lugar, ese es el Índice de Competitividad de Ciudades Mexicanas (ICCM).

 

Pues bien, ahora veamos como se han comportado las dos ciudades que nos interesan.

 

LEÓN-SILAO

 

Esta zona urbana ha sido la más dinámica del Estado de Guanajuato. El municipio de León es el que concentra mayor población en Guanajuato. Silao es el que consolida mayor crecimiento industrial, esencialmente relacionado con la industria automotriz.

 

El municipio de León continuó apostando todo su desarrollo en su industria tradicional, la cadena cuero-calzado, no obstante las continuas advertencias de los problemas, que desde hace años ya se identificaban respecto a la debilidad para competir globalmente. La necesidad de mantener una mano de obra barata para su industria tradicional, impulsó una política local hermética a la llegada de otro tipo de empresas que pudieran alterar los costos de ésta industria. Esta decisión conformó una masa trabajadora que convirtió a León en el cuarto municipio con mayor número de pobres urbanos del país (CONEVAL 2010).

 

En contraste, Silao desarrolló tres importantes parques industriales en rededor de la súper armadora automotriz General Motors. Destaca el llamado Puerto Interior, fraccionamiento industrial de talla mundial, posiblemente el mejor de México. Cabe aclarar que gran parte del desarrollo de Silao se debe al rechazo de León a la diversificación industrial. Este municipio simplemente aprovechó la oportunidad que su vecino le otorgó. Hoy Silao posee ventajas significativas frente a cualquier iniciativa leonesa, ya que el precio de sus terrenos son significativamente más baratos.

 

Un tema crítico para la zona, es que León mantiene interrogantes sobre su sustentabilidad, especialmente porque hasta el momento no cuenta con la total garantía de resolver el suministro de agua proveniente de la conflictiva obra de la presa del Zapotillo, Jal., y su conducción por un larguísimo acueducto en territorio del estado de Jalisco.

 

 

 

 

QUERÉTARO

 

La ciudad se transformó en los años 80´s del siglo pasado. Luego del gran sismo que sufrió la Ciudad de México, muchos capitalinos buscaron opciones más seguras. Una de ellas, fue Querétaro. La migración de profesionales altamente capacitados transformó a una comunidad agrícola tradicional y conservadora, en una sociedad abierta e innovadora. Varios centros de investigación, de la UNAM y del Politécnico mudaron parte sus instalaciones a Querétaro, sumándose a los dos importantes centros tecnológicos del sistema CONACYT, que ya operaban en la localidad. Así, la ciudad aprovechó su cercanía al Distrito Federal y las angustias de parte de sus habitantes por abandonar las inseguridades sismológicas de la capital del país.

 

En muy poco tiempo, Querétaro se dotó de mano de obra calificada, poniéndola a disposición de empresas que buscaron ubicarse en el lugar. Las opciones se abrieron para la diversificación industrial (Productos metálicos, maquinaria y equipo, automotriz, electro domésticos, química, caucho, plástico, alimentos y bebidas) aceptando todo tipo de compañías. A partir del año 2000, aprovechando la moderna pista de su aeropuerto intercontinental, la mejor de México, se desarrolló a su alrededor un clúster aeroespacial para empresas aeronáuticas. Así mismo, empresas de talla mundial, como General Electric, se instalaron en la ciudad, abriendo un complejo de ingeniería de última generación (1500 ingenieros).

 

A través de la construcción de Acueducto II, para transportar agua de las fuentes del río Moctezuma, obra multimillonaria (2850 mdp) de 122 kms. de longitud, la zona urbana de Querétaro por fin garantizó el abasto de agua, necesario para su expansión urbana. Los trabajos se concluyeron en 2011.

 

LA COMPETENCIA

 

En tanto León es el punto más occidental del Bajío, Querétaro es el más oriental. Entre ambos puntos se desarrolla el sistema de ciudades abajeñas. Pero León, en éstos momentos no es un competidor de cuidado para Querétaro.

 

En la medición del Índice de Competitividad de Ciudades Mexicanas (ICCM) de 2003, la zona metropolitana de Querétaro fue la ciudad mejor posicionada, en el número 1; en la medición del 2007, bajó al lugar 12 por problemas en uno de sus municipios conurbados; y en el 2011 regresa a las primeras posiciones, ubicándose en el lugar número 4.

 

La   ZM de León-Silao se ubicó en el ICCM de 2003 en el lugar 24, puesto que ha conservado en todas las mediciones (2003, 2007 y 2011), muy lejos de Querétaro.

 

 

 

Pero entremos al análisis de cada componente, examinando la posición de cada zona metropolitana y el diferencial de lugares entre cada una:

 

Componente Sociodemográfico, que mide marginación, desocupación, asegurados, delincuencia, índice de desarrollo, etc.

 

ZM Querétaro

Diferencia en posiciones

ZM León-Silao

8

13

21

 

Componente Institucional que mide inversión pública, deuda, transparencia, reglamentos, tramitología, catastro, etc.

 

ZM Querétaro

Diferencia en posiciones

ZM León-Silao

5

14

19

 

Componente Económico que mide producción, activos fijos, especialización, economía moderna, sueldos, etc.

 

ZM Querétaro

Diferencia en posiciones

ZM León-Silao

7

23

30

 

Componente Urbano que mide centros científicos, hospitales, escuelas, bancos, universidades, residuos sólidos, reforestación, etc.

 

ZM Querétaro

Diferencia en posiciones

ZM León-Silao

12

33

45

 

Un tema concluyente en cuanto a la potencia innovadora de cada zona, es la referente a la obtención de patentes, estos son los datos:

 

Zona Metropolitana

Patentes solicitadas

Patentes concedidas

Querétaro

148

102

León-Silao

109

21

 

 

CONCLUSIONES

 

La brecha que existe entre ambos centros urbanos es muy grande a favor de Querétaro. En todos los rubros, la zona metropolitana de León es superada por la zona metropolitana de Querétaro. Los componentes de medición en donde la desventaja es menor, es en el institucional y sociodemográfico, 13 y 14 posiciones los separan; en tanto los componentes económico y urbano manifiestan una brecha abismal, 23 y 33 posiciones de diferencia.

 

 

El motor de una ciudad es su economía. La fórmula utilizada por Querétaro, de diversificación, de alta inmigración y apuesta científica y tecnológica, le ha rendido resultados extraordinarios, apoyada por su posición geográfica estratégica, cercana a la Ciudad de México y en la ruta de la carretera 57, la conexión más utilizada y cercana con los Estados Unidos.

 

La dinámica económica de León se frenó a partir del inicio del nuevo siglo. La apuesta total e incondicional de la urbe por continuar dependiendo de la industria tradicional, evitando la diversificación, así como la débil apuesta tecnológica y científica, han acarreado un estancamiento económico crónico, que solo es mitigado por el protagonismo industrial de su vecino y socio Silao. Sin los números económicos de éste municipio la posición competitiva de León sería francamente crítica (posición 30 en el Índice). Por eso es importante fortalecer la integración de la zona, apoyando el impulso urbano de Silao. La débil situación de la ZM, se comprueba al analizar con detenimiento las posiciones en el componente económico, y advertir que tanto la ZM de Celaya (lugar 4), como Irapuato (26), rebasan a León-Silao (30) en la medición de 2011.

 

Hoy por hoy, la zona metropolitana de León no tiene las condiciones necesarias para competir con Querétaro, ésta área urbana se encuentra muy encumbrada en el ranking mexicano. Mientras, la vecina Celaya, como ya lo advertíamos en el párrafo anterior, mejora sensiblemente al capitalizar su cercanía con Querétaro, y al no considerarlo como rival sino como socio en el desarrollo de toda el área oriental del estado de Guanajuato.

 

Finalmente habría que señalar que la problemática de competitividad de la ZM León-Silao, no es Querétaro sino todos los centros urbanos que la rodean, retan y superan en el ICCM: San Luis Potosí en el lugar 6, Aguascalientes en el 8, Guadalajara 9; y las otras ciudades guanajuatenses que se le acercan peligrosamente como Celaya en la posición 29 e Irapuato en la 42, pero con nuevas e importantes empresas que impulsarán a la alza su competitividad. Todos en competencia, como ha sido desde siempre. Y quién se descuide será rebasado.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Competitividad de las Ciudades en México. Enrique Cabrero (Coordinador) CIDE 2009.

Ciudades del Siglo XXI ¿Competitividad o cooperación?. Cabrero, Arce, Ziccardi CIDE 2006

Retos de la Competitividad Urbana. Enrique Cabrero (Editor) CIDE 2013

 

 

 

 

 

 

 

 Imagen

¿ZONA METROPOLITANA LEON-SILAO?

SILAO

Carlos Arce Macías

 

A Dora, mi madre, por su cumpleaños

 

El pequeño y apacible pueblo agrícola que era Silao, en los últimos decenios se ha transformado en uno de los municipios que más inversión reciben, y ha acumulado una infraestructura espectacular. En poco tiempo, el otrora bucólico paraje silaoense, se ha trasmutado en un continuo de largas techumbres blancas, que en su interior albergan a una parte importante de la industria instalada en Guanajuato. El crecimiento ha sido explosivo.

 

Silao cuenta, dentro de su territorio, con el Aeropuerto Internacional del Bajío el cuál comunica al estado con el exterior. Aprovechando la confluencia de carreteras, vía férrea y aeropuerto, a la vera de éste se ha desarrollado el Puerto Interior, una obra de infraestructura -en su tiempo impugnada como elefante blanco-, que ha sido vital en l

as pujas con otros estados para atraer inversiones interesantes como Volkswagen, Pirelli e Hino. No hay parque industrial en el país que iguale sus ventajas. Pero no es el único, hay competencia. En la zona sur se ha desarrollado FIPASI y en el norte de Silao, Las Colinas, que ya albergan una gran cantidad de factorías de diversos rubros, pero especialmente metal-mecánico y electrónico, atraídos por la cercanía de la empresa más importante, el titán manufacturero General Motors, con su enorme planta en dónde se fabrican  300,000 vehículos anuales de alta tecnología como el Cadillac y la Escalade EXT. La planta exporta a Estados Unidos, Canadá, Centroamérica y Japón.

 

Así, Silao ha cambiado, pero su población aún no entiende lo que ha sucedido, y se resiste a dejar de ser pueblo. Las administraciones locales silaoenses no han sido capaces de construir ciudad. No solo eso, con gran miopía aceptaron la metropolización con León, su ensimismado vecino que solo piensa en él.

 

Adviertan la diferencia: mientras los leoneses se dedican a hacer zapato y exigir protección comercial, los silaoenses están abiertos a los mercados globales y fabrican vehículos de última tecnología. Pero su ventaja competitiva no la utilizaron para negociar mejores condiciones urbanas, sino que al aceptar ser parte de la zona metropolitana de León, gratuitamente cedieron su valiosa ventaja al vecino, a cambio de nada.

 

Silao y sus gobernantes deberían ser más exigente. ¿No se dan cuenta de lo importante y estratégica que es su industria?  Urge mejor urbanización  y abrir zonas a la construcción de una ciudad moderna, bien planeada. Porque hasta ahora, lo que se advierte es solo la existencia de un pueblote con economía pujante. ¿Porqué gastar en transporte cuando en la localidad podría haber vivienda y servicios para los miles de trabajadores de tantas plantas allí situadas? Y habrá que ser claros, así como va, Silao no llegará más lejos que a convertirse en un remedo de Tlanepantla respecto al DF.

 

La actual zona metropolitana de León comprende Purisima, San Francisco, León y Silao. Los dos primeros municipios, nada le aportan a León en términos de competitividad, ya que se dedican a la misma rama de la industria tradicional, al contrario, hacen descender a León en los índices nacionales de competitividad. El único que les da ventajas es Silao. En el índice del CIDE (2011) la ZM León-Silao aparece en el lugar 20,  si se le considerara a León aisladamente estaría en el 24.

 

Por otra parte, mal hacen los leoneses en no coadyuvar con su socio estratégico. Una política sensata, estaría dirigida a terminar cuanto antes el eje metropolitano ¡tan prometido!, antes que parques y bulevares; así como continuar el sistema de transporte (Optibús) hasta Silao, destinando una cantidad mucho mayor de los fondos comunes para fortalecer la planeación y el fortalecimiento del municipio más competitivo y de vanguardia. ¡El valor agregado esta en Silao!

carlos.arce.macias@gmail.com

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