COMER SOPA CON TENEDOR

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Carlos Arce Macías

Conforme pasan las semanas, el gobierno estatal y su partido se entrampan más, por carecer de sensibilidades, talento y capacidades para descifrar una realidad bajo el cambio de época que el mundo, México y Guanajuato, están viviendo.

Acostumbrados a las decisiones verticales, generadas desde el Ejecutivo estatal, el modelo inspirado en la monarquía absoluta del siglo XVIII empieza a crujir por vetusto y grosero. Pensar que al Guanajuato del siglo XXI se le pueda recetar un gobernador designado por el actual mandatario, resulta ocioso. Solo se evidenciarían sus ganas de perder la elección.

Y es que los obscuros estrategas, influidos por el empacho de poder de los últimos años, no asumen el hartazgo de la ciudadanía en toda esta entidad federal. Las últimas encuestas revelan pocas probabilidades de éxito en los gobiernos municipales del corredor industrial y muestran proyecciones poco favorables en numerosos municipios. Hoy, la capital la tienen perdida frente a Morena (37-26), luego de la desastrosa gestión de un alcalde corrupto y mal evaluado (3.2), protegido desde el palacio de gobierno estatal. La derrota del fracasado museo de momias, el fiasco de la instalación de parquímetros, la violencia contra regidoras, las acusaciones de campaña anticipada, la clientelización de sectores vulnerables de la población y la serie de ocurrencias diarias, han instigado su autoderrota. Su última estupidez: violentar la Sierra de Santa Rosa, entregándole permisos de venta a un desarrollo inmobiliario que incumple la normatividad federal de cambio de uso de suelo forestal.

Consecuencia de un mal gobierno

Mientras padecemos el mal gobierno municipal, los ciudadanos de todo el país organizan y logran la concentración de personas más grande que ha habido en México. Desbordan la Plaza de la Constitución y replican la convocatoria en más de 100 ciudades del país. Se trata de un movimiento generado desde espacios libres y organizados de la sociedad. Es la insurgencia de las clases medias, que defienden su derecho a un sistema democrático, desde el cual se generen buenos gobiernos, impulsados por la participación ciudadana.

En ese contexto, un PAN estatal artrítico, debe de adaptarse a las nuevas condiciones que reclaman la apertura del partido al impulso de la ciudadanización. Pero su estructura está oxidada, ya que desde hace años, cedió su vocación democrática por la instrucción gubernamental. En un intento desesperado, procura elegir candidata a la gubernatura entre un universo de 16 mil afiliados altamente manipulables a través de los conocidos padroneros del partido. Si así lo hace, irá al fracaso, por una sencilla razón: el gobernador ordenará por quién votar. Así la construcción de una candidatura oficialista sería la opción ganadora, que nos garantizaría un mal gobierno, ya que la candidata triunfante deberá cargar con todas las rémoras de la actual regencia, empezando por el malhadado fiscal.

La mejor opción es abrir la competencia a los ciudadanos para que en primarias abiertas, puedan votar por la mejor postulación. Para ello, habría que atraer a las organizaciones ciudadanas para que impulsen la participación de una buena parte de la sociedad. Pero esta opción tiene un problema: precisa de una dirigencia comprometida con procesos limpios y equitativos, que no permita la compra de votos, la clientelización y el acarreo de los padroneros. Esa votación debe de ser como las recientes manifestaciones rosas: libre, genuina, entusiasta, propositiva y que no deje basura. De allí saldría una propuesta fresca, oxigenada y muy probablemente ganadora.

El problema es que la actual dirigencia partidaria ha actuado exactamente en el sentido contrario de lo que se desea. Alentó las trampas electorales, combate las libertades ciudadanas, presiona a los miembros de los ayuntamientos panistas para que apoyen causas malsanas y están tocados por la soberbia.

El gobierno estatal por su parte se ha aliado a intereses privados que denotan prácticas basadas en la economía de compadres. Se ha asociado a empresarios voraces, protegido a políticos sin ética y tratado con desprecio a organizaciones de la sociedad civil que abanderan causas ciudadanas.

Como comprenderán, el giro que hay que forzar en el entorno panista, es de 180 grados. Hay que recomponer muchas cosas en poco tiempo, retornando a las fructíferas alianzas con la sociedad que tan buenos dividendos rindieron en otros momentos. De otra forma, sin cambiar nada, el burdo experimento sería como comer sopa con tenedor.

Será difícil comer la sopa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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REBELIÓN EN LA GRANJA

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Carlos Arce Macías

En recuerdo de Doña Guadalupe Rivera Marín, política, historiadora y diplomática.

Habría que recordar fugazmente la novela de George Orwell, el genial escritor inglés, publicada en 1945. Se trata de una sátira de la lucha contra la tiranía (Stalin), de la complejidad para hacer imperar la sensatez ante las bajas pasiones de la clase política: la ambición, la traición y el engaño. Una estampa de los políticos que habitan nuestro planeta, descrita con crudeza.

Alegoría de la política

El enunciado de rebelión en la granja aplica al momento que vive nuestro estado, en contraste con la forma en que se tomaron las decisiones trascendentes de candidaturas hace seis años. Los invito a recordar que en 2017 el gobernador Miguel Márquez despertó un día, se miró al espejo, consultó con su efigie reflejada en la luna y decidió por sí y ante sí que Diego Sinhué Rodríguez sería el próximo gobernador de los guanajuatenses.

Tal juicio transportó a la política de uno de los estados más modernizados de México a los siglos XVII y XVIII, edad de oro del absolutismo, donde los Borbón iban formando a sus delfines, al igual que lo hizo el gobernador Márquez. No hubo reclamos, dóciles, los antes poderosos e influyentes grupos empresariales aceptaron el dictatum del gobernante originario de los pueblos del Rincón.

Y sucedió lo que acontece cuando las decisiones son resueltas bajo el criterio de la lealtad a toda prueba; las carencias difícilmente se detectan al principio, pero brotan, tiempo después, ante los diversos retos que van surgiendo día a día. La crisis de la conducción unipersonal estalla y las debilidades se evidencian hoy, al momento de intentar conducir el proceso de nominación de candidatos para una elección de alta complejidad, como será la de 2024.

A diferencia de 2018, en la granja hay alboroto. La primera reflexión: imposible volver a imponer un candidato a un colectivo de seis millones de habitantes, muchos políticamente activos, con diversas perspectivas, con altas potencialidades empresariales, con mano de obra calificada, con profesionistas de alto rango y centros universitarios reflexivos. ¿De verdad intentarán imponer un candidato único? Ni lo piensen. La clase política actual, posee menos talento que la ciudadanía comprometida con la construcción de una mejor comunidad.

Esto explica que al partido oficialista, que ha concentrado por varias décadas los hilos del poder, ya se le hayan rebelado diversos personajes que buscan abanderar la siguiente elección. El actual senador Erandi Bermúdez, tiene ya tiempo encampañado, buscando ser la opción. Sus expectativas giran en rededor de su voluntad personal, sin contar con la bendición del gobernador. Tiene derecho a buscar la candidatura. Lo acredita su confianza en sí mismo y no requerir ningún tipo de ayuda oficialista.

La secretaria de Gobierno estaba destinada a solo ser parte del equipo de Jesús Oviedo, el amigo, supuestamente designado por el gobernador para ser su sucesor. Sin embargo el lanzamiento de este personaje resultó anticlimático y la biografía del postulado tan insulsa, que el señor Oviedo se convirtió en una pifia monumental. Mal comienzo que ahora obliga a buscar nuevos caminos más plausibles. Y estos han conducido a Libia Denise García Muñoz Ledo, un cuadro formado en las lides parlamentarias, que ha superado a sus colegas y que muestra madurez y espíritu de cambio. La acción para liberar a nivel administrativo el matrimonio de personas del mismo sexo, ha sido una buena carta de presentación en un ambiente viciado por un ultraderechismo despistado. Ahora tendrá que modernizar y poner en orden el Registro Público de la Propiedad y a los notarios, como cereza del pastel.

El líder del Congreso del Estado, Luis Ernesto Ayala, también se apunta en la lista de candidateables. Con una larga trayectoria en puestos públicos, siente que es su momento de lanzarse al ruedo, luego de convertir el parlamento local en agencia de viajes para solaz y esparcimiento de los diputados turistas. Sin procesar los temas álgidos como la despenalizacióndel aborto ordenada por la Suprema Corte de Justicia, la aprobación ilegal de un endeudamiento autorizado por el diputado Zanella, y perdiendo cuanto amparo le presenta la agrupación “Amicus”, añora tomar la estafeta de la gubernatura.

La alcaldesa de León es una figura que ha ido construyendo su candidatura a través de un desempeño recto y adecuado de cargos administrativos y de la brega parlamentaria. Diputada federal y local, ha construido alianzas sólidas a nivel nacional y estatal. Pero en su horizonte hay borrasca. Entregar resultados positivos en año y medio que le queda de gestión, no es cosa sencilla, requiere de un equipo de trabajo bien aceitado y mucho sentido común, lo que generaría la construcción de una administración eficaz y de alta frecuencia. No debe perderse en el laberinto de una mercadotecnia política fútil. Su apuesta debe de ser por entregar buenos resultados. Está a tiempo.

En tanto los precandidatos del oficialismo avanzan en sus sueños, la realidad limitará sus aspiraciones. Esta consiste en la confianza que sean capaces de generar hacia los ciudadanos, que son quienes deben tener la última palabra, y no una militancia domesticada dentro de la burocracia. A los guanajuatenses no se nos impondrá una vez más un candidato. Ya entendimos la dolorosa lección. Hoy la ciudadanía deberá estar dispuesta a imponerle la mejor opción al oficialismo. La partidocracia debe autocontenerse, porque la ciudadanía no está jugando, finalmente sabe que hay otros caminos. Así funciona la democracia.

Empoderamiento ciudadano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POLÍTICA, UN RAYO DE ESPERANZA

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Carlos Arce Macías

Comienza el año de manera ajetreada. Los políticos mexicanos se pusieron nerviosos y decidieron rápido pasar a la actividad, unos desesperados intentando imponer a su candidata y otros proclamando a los cuatro vientos su unión. El futuro está por alcanzarnos a todos, la hora de la verdad se acerca y conviene poner los puntos sobre las íes, para no acabar engañados por nuestra insigne clase política.

Nuestra clase política

Hacia el 2024 la Cuatro Te promete continuar con su cauda de programas y acciones suicidas para terminar con los despojos de gobierno federal que aún subsisten. Su plan es la construcción de una utopía ideológica totalmente locuaz, de un México feliz, sostenido por las dádivas gubernamentales para los pobres, en tanto nuestro barco se hunde, porque así no funciona la economía del siglo XXI.

En la otra esquina se anuncia el pacto oposicionista(Va por México) de reconciliación entre sus tres fuerzas electorales, cuya imagen provoca desánimo. Identificar a los tres líderes, uno emocionado de que le presten el micrófono, otro sonriendo de ladito y el tercero con cara de enfado, no anticipa buenas expectativas. El llamado PRIAN es un acertijo inescrutable. Plagado de intereses inconfesables, que han sembrado discordias y mala fama en casi toda su clase política. Muy pocos se salvan.

Sin organizaciones ciudadanas

Bajo tan desalentadora perspectiva, si seguimos así, frente a frente quedarán las efigies del Peje y Peña, como próximos destinos a elegir en México. ¿Cuál prefieren? Refrendar el desgobierno o revivir los negocios sucios y los moches, o ambos, revueltos entre unos y otros como las únicas opciones al voto libre de los ciudadanos.

Pero sin embargo en la alianza opositora, hay una tenue esperanza todavía. Se trata de Unidos, una coalición de organizaciones civiles dispuestas a participar y romper el círculo vicioso que ha consistido en designar candidatos impresentables en todas las opciones, para que el ciudadano no tenga motivos para votar (abstencionismo), y si vota, de todas maneras, el que resulte ganador será una pifia, y finalmente todo se decida por la compra de votos y las tranzas. Todo mundo jodido, menos ellos.

Organizaciones como Poder Ciudadano, Sociedad Civil México, Sí por México, Unidos por México y Causa Común, pugnan por imponer un freno a las oligarquías partidarias que tan nefastas han sido para nuestro país. Intentan establecer un filtro ciudadano que logre disciplinar las ambiciones de personajes que han poblado de deshonra el páramo nacional, para abrir cauce a nuevos prospectos, responsables, comprometidos con la vida democrática y decididos a participar por la alianza opositora y a ganar contiendas electorales limpiamente y sin trampas. La fórmula: la movilización de las clases medias, preocupadas por su destino y decididas a librar una batalla crucial para restablecer instituciones, e impedir abusos y corrupción de las diversas redes políticas que venían actuando hasta antes de 2018.

Parece complicado, pero esta sinergia cívica fue la impulsora de la victoriosa marcha en defensa del INE, dentro de la cual, los políticos tradicionales fueron neutralizados y desbordados por el llamado de las organizaciones civiles. Partidos políticos chiquitos frente a agrupamientos civiles potentes, activos y sin complejos.

Pura fuerza ciudadana

No suena mal, menos si es posible replicar el modelo a niveles estatales, Poder Ciudadano ya lo intenta en Coahuila, pero también municipales. La problemática citadina, especialmente los problemas de las ciudades mexicanas, crisol de las clases medias, es el espacio propicio de actuación de estas nacientes formaciones, con capacidad para impactar en la vida política. Su primera exigencia: no a la corrupción. Veremos que sucede, la moneda está en el aire.

Movilizar a las clases medias

 

 

 

 

 

 

 

 

ACARREO

Destacado

Carlos Arce Macías

A la mala fama deberá condenar a sus políticos, aquella sociedad que sea obligada a ser pastoreada, como animales, para conducirlos a un evento electorero, sin mayor significado ni relevancia para ellos.

Acarreados, despojados de su ciudadanía

Sin embargo, durante décadas, la forma que tenía el PRI para mostrar su potencia política fue el atiborramiento del Zócalo con las “fuerzas vivas” revolucionarias, que, desde ignotas zonas, sobre todo las más depauperadas y desvalidas, eran transportadas como recuas a gritarle loas a los gobernantes en turno.

Cuenta la leyenda que, durante la visita, en 1964 del presidente de Francia a México, Charles de Gaulle, Adolfo López Mateos reunió un nutridísimo contingente en el Zócalo para vitorear al estadista y liberador de Francia. De Gaulle se sorprendió por los tumultos congregados y le preguntó a Don Adolfo: ¿Y todos estos miles de personas no solo lo apoyan, sino también lo quieren? Orgulloso López Mateos le contesto que sí, que lo apoyaban y lo querían. Taciturno, De Gaulle reaccionó: ¡Que envidia, a mí los franceses solo me necesitan!

Por supuesto el contingente era fake. El acarreo había sido descarado para conjuntar una masa que al unísono proclamara: ¡Vive la France! y escuchara La Marsellesa. Se trataba del signo de aquellos tiempos:embarazo de urnas, alteración de actas y acarreos infames. Así se ganaban las elecciones. Y eso precisamente combatió Acción Nacional desde su fundación en 1939, con paciencia y trabajo constante de ciudadanización, hasta que, recién nacido el siglo XXI, ganó la calle, movilizó a millones de ciudadanos y echó al PRI de Los Pinos.

Luego de la marcha rosa, verificada el pasado domingo, con el objetivo de defender al INE en contra de la amenaza de suprimirlo, como suele ser la receta del presidente; la narrativa del poder ha cambiado. Hoy la sociedad organizada, esencialmente compuesta por la enorme clase media, casi siempre amodorrada, ha despertado ante el peligro de la amenaza totalitaria. Y lo más célebre es que marchó libre, seria, responsable y sin un solo acarreado, por todo Paseo de la Reforma. Esto no es un milagro, es conciencia cívica.

Ahora el presidente responderá con la organización de una multitudinaria manifestación de apoyo, organizada desde Palacio Nacional. Pero su evento carece de legitimidad desde el momento en que ha sido convocado en la sede del poder. Ese domingo las calles se llenarán de camiones foráneos que transportarán, previo pago, torta y lonche a miles de subordinados y coaccionados por los operadores electorales de Morena y del gobierno. El acarreo, sin embargo, desacredita la acción, porque carecerá del acento ciudadano, al permitir que los arreen ignominiosamente hasta la plaza pública. Es abusivo y criminal despojar a las personas de sus atributos civiles.

Así las cosas, resulta inaudito constatar que, exactamente las mismas prácticas indignas, las utiliza el gobierno municipal del PAN, en Guanajuato Capital. Resulta que, a la familia gobernante, se le ha metido en la cabeza continuar en el poder. Desde ahora han desatado una campaña descarada y anticipada, frente a las narices de un Instituto Electoral (IEEG) pasmado. Alejandro Navarro sueña heredarle el cargo a su esposa Samantha, y para ello han convertido al gobierno local en equipo de campaña, al rededor del DIF Municipal. Guanajuato capital ha quedado a la deriva.

Y en esta semana, con pretexto del 4to. Informe de la presidenta honoraria del DIF, grandes contingentes de mujeres fueron encaminadas al gimnasio, en donde se llevó a cabo el acto celebratorio, para colmar el espacio y fingir popularidad. La concurrencia estaba integrada esencialmente por acarreados, así como funcionarios y empleados municipales obligados a asistir al tedioso evento. Las prácticas priístas y morenistas se siguieron al pie de la letra por la familia gobernante, poniendo en riesgo el carácter equitativo de la próxima elección. Torpes, los políticos blanquiazules manifiestan una incongruencia con las prácticas panistas tradicionales de respeto a la dignidad de las personas, para evidenciarse como similares a sus adversarios: populistas y clientelistas. Ahora son iguales.

Acto electorero

 

 

 

 

 

 

 

 

ESPIAR A LOS CIUDADANOS

Carlos Arce Macías

“La vigilancia no tiene que ver con la seguridad, tiene que ver con el poder”

Edward Snowden

Recordemos la laureada película “La vida de los otros”, del director alemán Florián Henckel, que en 2006 ganó el Oscar. Trata sobre la vigilancia que la policía secreta de Alemania Oriental (Stasi), llevaba a cabo sobre sus ciudadanos. Para controlar la lealtad al régimen comunista, la policía contaba con 100,000 agentes y 200,000 informantes para custodiar a un poco más de 16 millones de habitantes. Todas las máquinas de escribir debían ser registradas, se contaba con pertenencias de casi todos los ciudadanos para tener registro de su olor, así como grabaciones secretas de sus conversaciones telefónicas.

Espionaje

Los gobiernos dictatoriales no reconocen fronteras en eso de andar espiando a la gente. Mientras más se concentra el poder en manos de unos cuantos, el nervio se incrementa y el temor a ser defenestrados se apodera de su mente. Los excesos pueden llevarlos a la construcción de un estado de terror apabullante y opresor. Ha sido el caso de Bielorrusia y más cercano de Cuba y Venezuela, por ejemplo.

Y hay que decirlo fuerte y claro, no hay mayor amenaza contra la democracia, que andar espiando ciudadanos. Y más, cuando estos se dedican al periodismo de investigación, como el caso de Arnoldo Cuellar, director del Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública (PopLab). Hoy en Guanajuato, no haya un director o subdirector de medios de comunicación que no se sienta vigilado. Lo mismo pasa con los políticos en activo, cuyas conversaciones y chats son intervenidos con equipos muy sofisticadosde alta tecnología, diseñados para detectar palabras claves de pláticas y diálogos que pudieran ser de interés del vigilante, para generar reportes a las áreas de inteligencia gubernamental.

Cuellar ha apuntado hacia el personaje más obscuro de la política guanajuatense actual: el fiscal general en funciones. Y muchos otros periodistas coinciden, algunos sin expresarlo públicamente, como él. Todos son acechados o susceptibles de serlo. Mal fario para Guanajuato, sumido en una decadencia política acelerada.

El fiscal

Pero en donde la paranoia se asienta, es en la clase política. Porque en este tipo de regímenes sustentados en el control ilegal de la actividad de las personas, desde agencias policiacas y persecutorias, acaba convirtiéndose en la serpiente que muerde su propia cola. Esto, porque resultaría ingenuo pensar que quien puede fisgonear a un periodista contando con la mejor tecnología del momento, no la utilice para tener bien fiscalizados a los más altos puestos políticos de la entidad. ¿Pueden estar vigilando al gobernador y a la secretaria de gobierno? Sin duda.

Uróboro

Y es entonces cuando el rompecabezas se completa. Un Fiscal, dueño de información privilegiada sobre la clase política de todo un estado, no puede ser despedido de su puesto. Sabe demasiado. A todos mantiene acogotados, aunque algunos se piensen sus socios, amigos o cómplices.

Hace algunos años, en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) se realizó un estudio sobre la autonomía de la fiscalía general de la República. Entre sus conclusiones se señaló el peligro de que, al no depender del presidente o institucionalizar su vigilancia, esa organización podría convertirse en un incontrolable espacio institucional, cargado de un enorme poder persecutor, sin límite alguno en su funcionamiento. Eso parece estar aconteciendo en Guanajuato. La fiscalía está fuera de control. Los diputados están capturados en la misma red que otros funcionarios, y el poder se concentra en el bunker de Puentecillas.

Y lo peor, es que todos estos recursos se utilicen en contra de los ciudadanos críticos al gobierno, en tanto los cárteles se extienden y asientan en la región, sin contención alguna. Nuestro estado se ahoga en sangre.

Si no hacemos algo ya, quizás en un futuro próximo, nuestra decadente Stasi provinciana, comience a contratar delatores y a coleccionar nuestros datos biométricos y ubicación en tiempo real por medio de GPS. Así vemos alejarse cada día la añorada democracia, que es el único camino descubierto por el hombre para vivir en libertad. Todos sobreviviremos con miedo y seremos celados y fichados… como Cuellar.

El espiado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TERRORISMO EN GUANAJUATO

Carlos Arce Macías

 

“Toda pena que no se deriva de la absoluta necesidad, es tiránica”

Montesquieu

 

Es triste en una tierra con fama de buenos juristas, tener que redactar un editorial como el que saldrá el día de hoy, de esta pluma. Algo muy grave se ha perdido en Guanajuato, en cuanto a razonamiento jurídico y aplicación de un Estado Constitucional se refiere. La degradación del Derecho, toca fondo, y no se observa posibilidad de mejora en el mediano plazo. Los gobernantes y representantes de la ciudadanía han perdido piso, y tripulan un viaje de retorno a manantiales jurídicos ampliamente superados por la civilización.

 

Todo inicia con la presentación, tipo Steve Jobs, que con selfie y todo, realizó el nuevo, chavo, perito en Derecho y gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo. En dicho show de presentación, el dueño del ejecutivo del estado dividió su exposición en seis ejes, siendo el primero el correspondiente a  Seguridad y Paz Social. Pues bien, e aquí, que inició su disertación exponiendo un ejemplo de la forma en que gobernará la entidad, luego de hacerse consciente de los gravísimos problemas policiacos,criminales y de violencia, que aquejan a nuestro estado. 

 

Como muestra de su mano firme y voluntad férrea, Diego Sinhué compartió el siguiente caso: en octubre del año pasado hubo una confrontación en Jerécuaro, pequeño municipio de 50,000 habitantes. Un grupo de manifestantes agredieron a policías estatales. Quemaron vehículos, una patrulla y una motocicleta, y golpearon a un elemento de la policía. En otros lugares o estados se les habría acusado de daños en propiedad ajena y hubieran salido bajo fianza de inmediato, pero aquí en Guanajuato no. Se detuvieron a las 30 personas y están vinculadas a proceso, sin derecho a fianza, por el delito de TERRORISMO, lo que significa la imposición de penas de 3 a 15 años de prisión. Dice el gobernador: “Aquí en Guanajuato no nos van a tomar la medida, aquí hay Estado de Derecho, aquí se va a respetar la ley”. La frase enunciada con fuerza y contundencia se enmarcó en un estruendoso aplauso, de un público satisfecho con la sentencia definitiva que se acababa de emitir, por el voluntarioso gobernante. No se diga más ¡a la cárcel con ellos! El populismo punitivo está de moda.

 

La historia del Derecho y la Teoría del Estado, disciplinas que forman parte de las materias que todo alumno debe de cursar, nos muestran como, a golpe de experiencias, guerras y frustraciones, la civilización superó la concentración del poder en manos de un rey, para compartirlo con otros órganos deliberativos, para acotarle el poder al soberano, como lo muestra la Carta Magna de León, signada en 1188, la Carta Magna inglesa de 1215, las revoluciones americana y francesa de 1776 y 1789 respectivamente, para recalar en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y la Constitución Americana. El abogado que no conozca esta correlación, debe de regresar a las aulas a estudiar de nuevo esos cursos.

 

El jurista mexicano Rodolfo Vázquez Cardozo enuncia en su obra “Derechos Humanos. Una lectura liberal Igualitaria”: “No existe invento de la humanidad más revolucionario, ni arma conceptual más poderosa contra las diversas formas de fundamentalismo, opresión y violencia, que los Derechos Humanos”. Es por eso, que no respetarlos, anunciando a todo pulmón y públicamente el destino de los acusados, en clara violación del “Principio de Presunción de Inocencia”, así como encuadrar, a sabiendas, en un tipo penal que no corresponde, las diversas conductas de los imputados, a fin de refundirlos en chirona, resulta en graves violaciones a los derechos fundamentales.

 

La imprudente declaración del gobernador guanajuatense, que lanza una sentencia condenatoria previa sobre 30 ciudadanos, nos traslada del Estado Constitucional de Derecho al Estado de Fuerza, al  gobernante “legibus solutus” (libre de ley), que por sí y ante sí, decide el porvenir de los incoados en ese proceso penal. La mazmorra será su destino.

 

Preguntas directas: ¿de verdad hay terrorismo en Jerécuaro? ¿En realidad los ciudadanos capturados son terroristas? ¿Los podemos equiparar con organizaciones como ETA o Al Qaeda? ¿O solo se trata de un mensaje poco civilizado, inconsciente y salvaje, de un novel gobernante, poco preparado y mal asesorado? Triste será enterarnos que el costo de la sonora frase: “no nos tomarán la medida”, costará 15 años de calabozo a 30 ciudadanos, que deben de ser castigados y reprendidos por sus actos, pero no a ese injusto costo, ni violentando el debido proceso.

 

En 2011 el tipo penal de terrorismo fue modificado en el Código Penal de Guanajuato. Se trata de una redacción tramposa que contempla la actualización de un doble dolo, denominado en la teoría penal dolo diverso. En el caso analizado no se cumplen los dos supuestos, solo uno. Sería aconsejable publicitar a nivel nacional este festinado y bochornoso asunto, a fin de encontrar un grupo, defensor de derechos humanos que se encargue del proceso de estos guanajuatenses, que han sido despachados a presidio, señalados por el dedo flamígero del Señor Gobernador. Así no se construye la justicia.

 

Por otra parte, poco favor le hace el gobernador al turismo en Guanajuato. En cuanto se conozca que existe terrorismo en la región se desatará el pánico. Si de por sí la ola de violencia esta afectando muchas áreas de la economía, no imaginamos lo que significará la noticia internacional sobre la intimidante banda terroristas jerecuarense.

 

¡Caray! Que poco hacemos en Guanajuato por contrastarnos con los propósitos voluntarista y militarizante que se viven desde la Federación. No somos diferentes, sino que vamos a la vanguardia de lo que pretende hacerse desde el centro. Triste, pero cada día AMLO se parece más a Diego.

 

 

 

 

OPOSICIÓN

Carlos Arce Macías

 Mucha tinta ha escurrido, para tratar de interpretar el sentido del voto de la última elección. Cada quien ha hecho sus inferencias, algunas verdaderamente fantasiosas. Pero ceo que es más o menos sencillo entender que el voto, como la compra de productos, se produce por una motivación límbica y no intelectual. Por eso resulta inútil culpar a sesudas elucubraciones de los ciudadanos la decisión de su sufragio. Es muy claro, se votó contra un gobierno corrupto, en contubernio con un sistema de partidos colonizados por la corrupción, así de fácil. Esta situación tiene hartos a los ciudadanos, que durante meses vieron como se repetían los más variados escándalos de peculados en todas las administraciones públicas: federal, estatal y municipal. Ningún partido quedó a recaudo, ni el PRI, el más señalado, el PAN, el PRD o el Verde. Todos iguales, en el mismo basurero.

Lo más importante en esta última votación, no es el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, sino el fin del sistema de partidos como lo conocíamos en México. Y lo que sorprende, son las pretensiones de algunos, de continuar el modelo, hecho picadillo el 1 de julio, como si nada hubiera sucedido. A los ciudadanos ya no les interesan los partidos políticos que ellos mismos pulverizaron

 Ante el desastre, el disminuido PRD anuncia un cambio de piel, e incluso de nombre. Su pequeña estructura, ya parece más una asociación política. Sus tribus resultaron formadas por caníbales, que se devoraron hasta engüirse a sí mismos. La tragedia del sol azteca se plasma en el triunfo abrumador, de un fatuo futbolista, en el estado de Morelos, que era gobernado por el perredismo. Ni las manitas metieron.

 El partido Verde ha perdido su tinte. Rápidamente se colorearon de guinda, entregándole a Morena a sus diputados, para conformar la ansiada mayoría calificada en la Cámara Baja. La promiscuidad con que se conducen los verdes, hacen patente el asco por la política de una mayoría de ciudadanos, que ya no se sorprenden por cada asonada que lleva a cabo este pseudopartido, dedicado a la recolección de dádivas y negocios. Durarán en tanto López Obrador desee mantenerlos vivos. Son escoria.

 Los únicos que han mostrado avances son los militantes de Movimiento Ciudadano. Un buen desempeño de sus cuadros en Nuevo León y el contundente triunfo en Jalisco, les dan bríos para seguir adelante en sus intenciones de consolidarse en las áreas que ya dominan y avanzar en otras regiones. El liderazgo de Enrique Alfaro pronto sustituirá la desgastada conducción de Dante Delgado.

 El PRI está prácticamente fuera de la competencia electoral. Sus militantes emigran rápidamente a donde huelen posibilidades de perdurar en la vida política. Los escombros del priísmo, son ahora propiedad de Salinas, el dueño absoluto de esas ruinas.

 Y el PAN… ¡Ay! el PAN. De no ganar el ala renovadora, ligada a principios y valores, y decidida a establecer un combate radical contra la corrupción implantada en el blanquiazul, solo dará pasos rumbo al abismo. Su actual dirigencia se empeña, haciendo a un lado el electrizante mensaje de julio, en reconformar al partido a imagen y semejanza del que ya fue derrotado. Los perfiles de los dirigentes postulados por esa camarilla, son exactamente los que los ciudadanos repudiaron en la última elección. Pero son empeñosos, tercos y ciegos. Persisten en intentar vender un producto descontinuado y desacreditado por los reiterados moches, a los que se han acostumbrado sus representantes y funcionarios. Transitando ese camino, el partido tendrá menos votos, menos posiciones políticas y menos empleos que ofrecer a sus incondicionales. En poco tiempo solo sus más encumbrados lideres encontrarán abrigo en unas pocas candidaturas plurinominales. Acabarán, por su proclividad a los “bisnes”, mimetizados con los verdes, lo que prefigura un fatal y ominoso destino.

 Morena no es un partido político, es un movimiento en torno a un fuerte liderazgo. Se trata de la armadura electoral de un modelo autoritario, que “se cansa ganso” de imponer su obcecada voluntad a los mexicanos. López Obrador aún no toma posesión, y ya está mareado por el poder, al igual que varios de sus allegados. No va a lograr controlar su ego. La multiplicación de adulaciones, halagos y lisonjas, por cualquier gracejada que se le ocurra, lo llevará al borde de una patología narcisista. No hay gobernante que aguante tanta zalamería.

Por eso resulta muy importante la conformación de una verdadera fuerza opositora, capaz de hacer frente a Morena en la mayor parte del territorio nacional. La hegemonía basada en torno a un caudillo iluminado, es peligrosísima para el destino de un país. Tiene que ser acotada a base de votos. Y los votos no se consiguen con dirigencias y gobiernos cargados de mala fama, que son coleccionistas de sufragios en contra. Algo nuevo debe de surgir, que envié un mensaje de ánimo a los ciudadanos, que no encuentran un espacio adecuado para participar en política sin ensuciarse las manos o aceptando la frase “todos lo hacen”. El fango no es el hábitat de la buena ciudadanía, a esta hay que entregarle espacios compactos y limpios, desde dónde puedan despegar nuevas y fulgurantes candidaturas, confiables y pulcras, que ganen elecciones.

 Una oposición encabezada por los personajes tradicionales, desfigurados por la corrupción que ostentan, solo contribuirán a consolidar el autoritarismo. Esos distorsionados “liderazgos”, no sirven para hacer oposición. Pueden ser demolidos de un testarazo. Dan asco y risa.

 El tiempo pasa raudo y veloz. El 1 de diciembre se acerca, y los mexicanos debemos comenzar a crear opciones de participación política funcionales, frente al designio hegemónico. No nos tardemos más, debemos empezar ya. Los panistas tienen la oportunidad de hacerlo el próximo 11 de noviembre en sus elecciones internas. Los demás que puedan deben de comenzar la reconfiguración cuanto antes, o la oportunidad se va. 

@carce55

INGENIERÍA Y GOBIERNO DIGITAL

Carlos Arce Macías

A los gobiernos se les llena la boca con promesas como la innovación y la mentefactura, para lo cual, lo único que hay que aportar es imaginación, dicen. Pensamos que cuando una política pública se pretende implementar, y se les requiere a los actores que sean imaginativos, la cuestión empieza mal y acabará en el precipicio, no hay ideas claras para echarla a volar.

Innovar en serio, requiere tiempo, aplicación de recursos y sobre todo ingeniería. Esta es la ciencia dedicada a resolver problemas, por lo tanto es la que se ocupa de la esencia de la innovación, el reto. Guanajuato, nuestro estado, produce ingenieros pero con una formación destinada únicamente a que logren un trabajo en la pujante industria abajeña, pero no hacia la ingeniería de punta. Nos encontramos muy lejos de ella.

Hacer ingeniería innovadora requiere de la formación de especialistas de altísima calidad, fuera del promedio estudiantil que encontramos comúnmente en nuestra sociedad. Hay que buscar y convencer a jóvenes dotados, de insertarse en ese mundo exclusivísimo, donde solo puede florecer un alumnado bajo la mirada exigente de grandes profesores. Eso solo sucede en los centros universitarios más importantes del mundo: MIT, Stanford, Cambridge, ETH Zurich y Nayang University Singapur, de acuerdo al índice QS, que mide a las universidades. Para tener una idea, la UNAM, la mejor universidad latinoamericana en ingenierías, se encuentra posicionada en el lejano lugar 137 de la lista de mejores universidades. La nuestra la UG, ocupa el lugar 99 del índice latinoamericano, que corresponde a algo similar a una tercera división del futbol. Aparentemente no hay nada que hacer, más que seguir gastando recursos en educación superior, que acabarán, por el pasivo laboral, en los fondos de pensiones de nuestras universidades. Un obscuro panorama para la producción de ideas novedosas a nivel global, desde nuestro entorno.

Para paliar esta gravísima asimetría, el nuevo gobierno que comienza, no haría mal en plantearse la posibilidad de diseñar un buen proyecto que le permita incrementar, aunque sea de manera marginal, las estrechas posibilidades de crear infraestructura para acceder a la alta ingeniería a mediano plazo. Todo se puede, pero hay que trabajar mucho para dar unos cuantos pasos hacia delante. Otros nos llevan muchísima ventaja, ya descifran la llamada “partícula de Dios”, por ejemplo, mientras que en nuestro entorno todavía apostamos por rezos y milagros. Andamos perdidos.

Como en la ciencia, en la forma de gobernarnos estamos a la saga. Estamos amordazados a sub administraciones corruptas e ineficientes, mientras otros avanzan. Llama nuestra atención el caso de un pequeñísimo país, con la misma cantidad de habitantes que el municipio de León: Estonia. Esta minúscula comunidad báltica, consiguió apenas en 1991 su independencia de la Unión Soviética. Entonces su horizonte era poco promisorio, deudas, inflación y un presupuesto exiguo. Desde su centro de conocimiento más importante, la Universidad de Tallin, visualizaron que la única oportunidad que tenían de subsistir con tan escasos recursos, sería eficientar su gasto gubernamental, para lo cual plantearon niveles de eficiencia que solo podían sostenerse a través de los avances en tecnologías de la información (TI). Los ingenieros estonios, comenzaron a desarrollar plataformas digitales que permitieran mejoras substanciales en la administración pública, logrando importantes avances. Conceptualizaron su entorno como una sociedad digital, con su correspondiente gobierno, también digital. Kresti Kaljulaid, la presidente de Estonia, remarca que en su gobierno,  “el fin no es la tecnología, sino usarla como herramienta para un cambio en la manera de gobernar que conduzca a un estado más transparente, centrado en el ciudadano y menos corrupto”.

Desde los inicios del presente siglo los estonios han logrado la eliminación de una parte significativa de la burocracia, al eliminar engorrosas cargas de trámites fincadas sobre los ciudadanos, a través de plataformas transaccionales. Desde el 2002, entregaron a los ciudadanos una tarjeta con chip, que les permite realizar 1,789 trámites EN LINEA. Un estonio solo tiene que presentarse ante la autoridad para realizar tres trámites: matrimonio, divorcio y transacción inmobiliaria. Teniendo internet y un smartphone, obtienen cita médica, pagan multas, dialogan con los profesores de sus hijos, registran empresas, pagan impuestos, votan y opinan sobre decisiones gubernamentales en consulta constante. Nos encontramos ante un nuevo tipo de gobierno, más ligero, flexible… y más barato. De tener a la mano esta tecnología, cualquier administración podría obtener resultados en corto plazo, así lo expresaron ante el Consejo de la Unión Europea los estonios: “la innovación no puede ser patrimonio exclusivo del sector privado, los gobiernos no pueden quedarse atrás, así que basta de excusas. No es una cuestión de dinero. Tampoco de tamaño. Tan solo se necesita voluntad política”.

Eso si, el avance es más sencillo gracias a la educación de excelencia que se imparte en ese país. A los seis años de edad, los niños empiezan a programar en computadora y tienen una constante relación con la tecnología y la ingeniería. De allí se extraerán los candidatos a las facultades de ingeniería que luego logren innovación mas avanzada. Aquí conectamos con el inicio del editorial.

La mala noticia para Guanajuato es el desastre educativo que enfrentamos. Nos encontramos por debajo de la media nacional en todos los índices. Algo muy malo ha pasado en educación en todos estos años, que nos tiene postrados, al nivel, de que la industria establecida, no puede dar trabajo a miríadas de guanajuatenses por sus carencias educativas, de ahí el drama: industrialización acelerada sin impacto en la calidad de vida de millones de guanajuatenses. ¡Vaya reto!

En tanto, debemos proponernos visualizar un paso serio en la preparación de ingenieros, y empezar a trabajar en la conformación de gobiernos digitales que sean más baratos, eficientes y menos corruptos. ¡Que no jodan tanto al ciudadano, para acabar pronto!

@carce55

El PAN, frente a su dilema

EL PAN FRENTE A SU DILEMA

Carlos Arce Macías

El Partido Acción Nacional, ha sido concebido como una escuela de democracia por sus fundadores. Este fin, es previo, incluso, a la participación política y electoral de la organización con el objeto de obtener el poder. La primer acción del PAN, es la educación de la ciudadanía para la democracia.

En congruencia con su esencia, Acción Nacional debería establecer en sus procesos internos, condiciones absolutamente democráticas, a fin de preparar a sus militantes en el funcionamiento práctico de la democracia. Así, debe de entrenar a sus miembros en el debate de las ideas, y la confrontación de estas, sin que ello signifique lastimadura o lesión entre los sustentantes. Dentro de la democracia se discute, y se gana o se pierde, pero nunca se gana siempre ni se pierde todo el tiempo. Con paciencia, se puede enseñar a los ciudadanos a aceptar la derrota y la victoria ajena, y a los victoriosos a ser humildes en el triunfo. Se debe desterrar el gen egoísta.

Hay que aprender a utilizar la técnica del debate, sustentada en la lógica y la identificación de los sofismas, para de esa forma poder desarmar los argumentos del contendiente. Las tesis deben de ser rápidamente analizadas, para pulsarlas en el discurso con el fin de apoyarlas o descartarlas. El reto de la democracia, como buena herencia del período clásico, es que hay que pensar. Por eso es la mente, sus conexiones cerebrales y la velocidad de las mismas, las que hay que ejercitar continuamente.

Ser miembro de un partido político como el PAN, conformado por cuadros de militantes que se pretenderían bien formados y no de masas, como es el caso de otras formaciones políticas, devela el origen universitario de sus fundadores y la sofisticación intelectual a la que aspiraban. Su concepción fue la de poner la técnica al servicio de la política, la ciencia, alumbrando el camino del desarrollo del país.

Inmersos en estos postulados, la conformación de su dirigencia y la elección de sus candidatos, precisaría aprobar el tamiz de un proceso electivo verdaderamente ejemplar. Debería llamar a asombro, la conducta de los miembros del partido albiazul, en todo comicio interno para definir a su dirigencia y designar a sus postulantes a cargos públicos. Elecciones contratadas al INE para garantizar la imparcialidad, y el uso de tecnología de punta en ese campo, como el voto electrónico, que permite el conocimiento, en tiempo real, de los resultados electorales.

Todo esto, después de haber sostenido innumerables debates en todo tipo de foros y diversidad de auditorios, en el sano ejercicio de confrontar tesis, como contemporáneos gladiadores. Hay que recordar que son las ideas, las que mueven a la humanidad. Nadie en el PAN, evidenciando la buena fe que debería de guiar su conducta, evitaría la ocasión de entablar una buena discusión entre colegas. Finalmente son las ideas la substancia de la democracia.

Sin embargo, todo este modelo ideal, depende de un instrumento fundamental sobre el que bascula todo el proceso comicial interno: el padrón de miembros. Sin un padrón confiable, que permita a cada militante poseer una credencial con fotografía, datos biométricos y chip, que la haga inalterable; sin un listado de electores internos con fotografía y datos precisos; las elecciones intrapartidistas, no podrán realizarse con certidumbre y confianza.

Y es por la vulnerabilidad del padrón, por lo que todo el sueño democrático comienza a derrumbarse en el PAN. Un dirigente nacional, que aspira a una candidatura inmediata a la presidencia de la República, tendrá mil razones para manipular y controlar el padrón de miembros, que le permita lograr su aspiración. Gobernadores obsesionados con la misma candidatura, no dudarán en “invertir” dineros públicos en afiliar masivamente a ciudadanos comprometidos a votar por ellos, mediante dádivas. Quien controla la afiliación y el padrón, es dueño de la elección.

Por eso, resulta crucial para Acción Nacional, la prueba piloto que se lleva a cabo en Silao, Gto. para convalidar que solo quedarán reinscritos, aquellos miembros genuinamente panistas, y no zombis programados a votar a contentillo de un impúdico politicastro.

Habrá que estar al pendiente de cómo es depurado ese listado, y el municipio de Silao, se convierte en ejemplo nacional, para acreditar solo una verdad: si alguien es realmente panista. Si esto no se logra, depurando un universo de 800 miembros activos, muchos de ellos inscritos fraudulentamente, el sueño democrático nunca se hará realidad; y el PAN se seguirá confundiendo con la masa de partidos, sin verdadera vida democrática. Al tiempo.

Publicado en AM León el domingo 17 de Julio.

Twitter:@carce55

 

YO CANDIDATO, nubarrones sobre Guanajuato

YO CANDIDATO

Carlos Arce Macías

Al gobernador de Guanajuato le está fallando la asesoría política. En el momento culminante de su desempeño como ejecutivo estatal, cuando se encuentra en la cima de su carrera política, ha tomado una de las decisiones más peligrosas y arriesgadas por la que un político pueda optar: pretender ser candidato a la presidencia de la República.

Y más tardó Miguel Márquez en decidirse, que en encapotarse el cielo guanajuatense, y que los problemas empezaran a menudear por doquier. No se quién lo aconseje, pero su visión es muy limitada. Claramente están calculando movimientos estratégicos que permitan consolidar localmente el liderazgo del gobernador, a fin de reunir una fortaleza que lo capacite para impulsar al sucesor de su agrado, sin medir el tipo de amenazas y peligros que se corren en las ligas políticas nacionales. Hay confusión en Guanajuato.

El gobierno estatal del PAN está viviendo momentos críticos a causa de un panorama desierto de oposición. Un partido político requiere ejercitar su musculo, haciendo esgrima en contra de sus opositores. La docilidad de los partidos competidores a Acción Nacional, le están causando un estrago, que de no cuidarse, puede resultar trágico. No hay suficiente confrontación, crítica y debate que motiven el ejercicio de destreza política. Ante tal vacío de retos e ideas, no se pueden identificar las capacidades de los diversos políticos estatales, que aspiren a gobernar nuestro estado. Casi cualquiera, de mediana estatura, podría anhelar el puesto, si el ambiente de mediocridad lo propicia.

Si la lectura que se hace de las recientes elecciones es que el PAN es el gran triunfador, se equivocan. La victoria fue de los que querían cambiar y estaban hartos de un mal gobierno, solo eso. Las apuestas han sido diferentes, y en poco tiempo sabremos cuales pueden funcionar, y cuales se desintegrarán en los compromisos preelectorales y el uso de recursos sucios en las campañas. Para gobernar bien, se requiere no haberse enlodado antes de la elección. Porque la corrupción así funciona: te capturo con los requerimientos de dinero sucio para la compra de votos y publicidad extraordinaria, o no ganas la elección. Luego los corruptos hacen su agosto desde el nuevo gobierno entrante. Así el mal humor de los ciudadanos, esta garantizado.

En Guanajuato, la experiencia de la última elección, apunta contra el gobierno del PAN. O da testimonio de transparencia y buen gobierno, o el mal ánimo puede extenderse entre los guanajuatenses, impulsando la esperanza en un cambio de gobierno.

Y en ese momento preciso se encuentra el gobernador Márquez, cuando por arte de magia negra, los problemas se empiezan a multiplicar. Se tienen que tomar decisiones radicales. Las señales deben de ser claras en contra de corruptos y de políticos de negros antecedentes, para lograr generar un espacio de confianza en las acciones del gobierno. Por supuesto, hay que abandonar las expectativas de una remotísima candidatura presidencial que solo tiene un destino, el despeñadero.

El más importante político guanajuatense debe concentrarse en su estado, en las condiciones de su gobierno, en las capacidades de su gabinete y en aclarar cualquier acto de supuesta corrupción, y en su caso, castigar severamente a los culpables. No hay lugar a titubeos. Hay que actuar con asertividad y mano firme, y sin temor de que un posible sucesor no sea miembro de su círculo íntimo. Ese precisamente fue el factor del fracaso de varios gobernadores que perdieron la pasada elección, como los Duartes de Chihuahua y Veracruz, Borge de Quintana Roo y Torre de Tamaulipas.

Si alguien le aconsejó a nuestro mandatario, que jugando a ser “yo candidato”, podría negociar la designación de su sucesor, se equivocó de cabo a rabo. Lo que funciona, es acreditarse como un buen gobernante, no como un incipiente candidato. Márquez está todavía a tiempo de rectificar el camino, ojalá lo haga.

Twitter: @carce55