¿CIUDADANOS AL PAN?

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Carlos Arce Macías

Ante la nueva realidad de la contienda política en una sociedad polarizada, la oposición a Morena y sus aliados se vio comprometida a pactar una forzada alianza encabezada por un político impresentable del PRI y un opaco directivo del PAN, que no entusiasma a nadie. Hoy, las malas dirigencias han convertido a Acción Nacional en un revoltijo de funcionarios partidistas, burócratas de los gobiernos que detentan y una masa manipulable de supuestos ciudadanos, manejados por “padroneros” del partido. Desde la partidocracia que enseñorea el Comité Directivo Estatal del PAN, se moldea una cofradía tipo monjes cartujos con voto de silencio, que impide cualquier tipo de crítica a la institución. Solo silencio.

Voto de silencio

Porque los lectores deben considerar que la “Regula Monasteriorum” (Regla del Monasterio) impone severísimas conductas a sus miembros, inspiradas quizás en la disciplina de organizaciones conventuales y la secrecía de organizaciones ocultas. Su intención es limitar el diálogo público y el derecho humano a la libre expresión de las ideas en pleno siglo XXI.

Y esto sucede ahora, cuando más requiere el PAN ser fortalecido, a través de la inmersión de los ciudadanos en el activismo político. Pero he aquí que la institución ha sido severamente dañada en su alicaído prestigio, por la condena, en un juicio penal en Estados Unidos, del policía y secretario de seguridad del último gobierno panista. El PAN ha queda postrado en el momento más inoportuno, frente a las elecciones de Coahuila y Estado de México y la tempranera campaña a la presidencia de la República del año que entra. Lo engancharon al crimen organizado.

Y en tanto este desastre sucede, el partido necesita refuerzos ciudadanos, personajes convincentes sin cola que les pisen y poder persuasivo para convencer y seducir al electorado. El reto parece imposible de resolver cuando no se cuenta con políticos que puedan gestionar desde el interior de la institución partidaria, un cambio tan radical y desafiante. En Guanajuato su directiva fue designada para ser operadores políticos del gobernador y no como estrategas preocupados por el futuro de la organización política, avocados a actuar con audacia y velocidad. Desde allí lo único que se ansía es operar la extracción de recursos públicos para destinarlos a programas clientelares. No van más allá.

¿Cómo van a convencer a la ciudadanía a afiliarse a una organización que limita libertades en lugar de expandirlas? ¿Cómo llamar a personas comunes, desinteresadas en la política, mostrándose intolerantes y tiranos? ¿Cómo seducir al electorado persistiendo en políticas persecutorias y discriminatorias contra las mujeres y personas miembros de la diversidad sexual? Entiéndanlo, estamos en un cambio de época. ¿Así piensan atraer a la juventud?

Frente a una elección trascendental para el país, como será la de 2024, el partido político debe de lavar la cara e intentar obtener “momentum”, que es esa fuerza que desata el carisma de un puñado de líderes imitables, a los que la ciudadanía escucha, reconoce y sigue. Sinceramente no se otea ese camino desde una hermandad inquisitorial, que persigue el control y silencio de sus militantes.

Llevar a cabo elecciones primarias, será el principio, pero sin ciudadanía involucrada en este proceso, sería solo simulación. Y sin elecciones primarias abiertas, el ejercicio resultará peor que la designación a dedo. Por eso es urgente enviar un mensaje prístino de contrición y cambio sincero. Eso pasa por la remoción de directivos y la acelerada oxigenación de la vida interna del partido en Guanajuato. Los actuales jerarcas ya están comprometidos con ciertas candidaturas, no pueden ser árbitros de nada. Solo removiéndolos podrá cimentarse un proceso equitativo y una invitación genuina a los ciudadanos, que están desesperados por defender a la joven democracia mexicana. Por eso, no solo basta manifestarse hoy, se requieren también cambios desde el poder ¡ya!

Garantía de inequidad en la contienda interna

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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MEDITACIONES PARALELAS

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Carlos Arce Macías

En el nuevo departamento, ubicado al fondo del Jardín de la Emperatriz en Palacio Nacional, el presidente de la República cavila. Está tenso y preocupado. Supeditados a un poder autocrático, sus seguidores y miembros de su partido, esperan la decisión que tomará ante sí, para designar a su sucesor en el trono. No existe, hasta ahora, ninguna externalidad que impida que se lleve a cabo su voluntad

Jardín de la Emperatriz

Según parece, la nominación recaerá sobre la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la cual se encuentra en una desenfrenada campaña proselitista para evidenciar su fuerza política. No ha dudado en distribuir costales de maíz entre campesinos calificados como miserables, que en Huimilpan, Qro. son convocados a su mitin. El tufo de los años setenta del siglo pasado se percibe nítidamente. México va de reversa.

El presidente sueña con encumbrar a la “corcholata” (así ha denominado a sus precandidatos que él mismo descarta o apoya) que le garantiza incondicionalidad absoluta y la posibilidad de seguir mandando en el país. Una especie de Pascual Ortiz Rubio versión 2.0, del que se decía en tiempos de Plutarco Elías Calles: “Aquí vive el presidente, pero el que manda vive enfrente”, en alusión de la casa particular de Calles, situada en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec, mientras el presidente habitaba el Castillo adaptado por Maximiliano como morada imperial.

Sin embargo, se detectan resistencias. Los accidentes en el Metro de la ciudad de México y las fallas continuas, así como la baja en las encuestas de la corcholata favorita, hacen que el aspirante a dictador transexenal dude y se incomode. Pero se autoafirma en que la candidata oficial deberá ser la que él mismo ha destapado y lanzado a la jaula de los leones. López mira la luz cenital que se desparrama sobre el Valle de Anáhuac, en tanto intenta tranquilizarse por la imposición que ha determinado.

En Guanajuato Diego cavila. Nervioso y turbado, desea que su decisión para lanzar un candidato oficial sea la acertada. Recuerda como su antecesor lo ubicó como delfín e impidió cualquier tipo de rebelión. Pero ahora los planes parecen fallar. Varias corcholatas han sido lanzadas al ruedo sin éxito. Habiendo quedado la estrategia en manos de su círculo de confianza, una pequeña camarilla conformada por personajes de pocas luces y ceñidos a negocios desde el poder, extravían el rumbo a cada paso que dan. Por impericia el gallinero se le ha alborotado.

Y es que su miopía sobre la cosa pública, le impide detectar, que el solo nombramiento de un “candidato oficial”, se convierte en beso del diablo para quien elija como heredero. El haber enviado a emocionados y festivos burócratas estatales a hacer campaña al Comité Municipal del PAN en León, resultó un error difícil de solventar. Inspirado por su consejero áulico, se equivoca a cada paso, olvidando aquella máxima de la política que dice: “Solo se comete un error, los demás son consecuencia del primero”. Y ya se equivocó.n

Construyendo una candidatura oficial

¿Es Diego un autócrata? Eso pensamos. Impera sobre el Legislativo y su influencia en el Judicial es mayor a la del presidente de la República respecto a la Suprema Corte de Justicia. Acá no existe un equivalente a la magistrada Piña.

Hagamos un corte y saquemos conclusiones. El ámbito federal padece el gobierno de un sátrapa y la república y la democracia están en pleno retroceso y bajo acoso. Pero en nuestro estado la política no vive tiempos de democracia y libertad. Las organizaciones ciudadanas son desoídas y ninguneadas, los organismos empresariales están a la deriva y no se han ganado el respeto. La nueva generación de empresarios aspira solo a convertirse en nuevos “gallos”, para realizar negocios al amparo del poder. Vil economía de compadres que barrunta en corrupción galopante.

Recomendación de viejo: los que quieran ser candidatos del PAN, que se fabriquen sus propias alas y busquen a la ciudadanía, sin admitir impresentables en sus equipos ni espaldarazos gobiernícolas. Que vuelen tan alto como les permitan sus virtudes y talentos. Mientras, Andrés y Diego cavilan, sumidos en sus sueños repletos de sombras y miedos, rodeados de incondicionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL MILAGRO DE LA CUCURSOLA

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Carlos Arce Macías

Con rabia, muchos hemos visto como se devasta la selva en la península de Yucatán. Con arrogancia y animosidad, las manos mecánicas extraen de la tierra, de cuajo, árboles y vegetación. Las imágenes son demoledoras y la animadversión se traslada al presidente de la República, que tan orondo había anunciado que ni un solo árbol sería talado. La crítica y la decisión de no votar por su partido se alimentarán de ese ecocidio ordenado autoritariamente.

En contraparte, deberíamos encontrar un resplandeciente contraste con los gobiernos provenientes de partidos contrarios al del Ejecutivo Federal, que se diferenciarían por el respeto con el entorno, cuidadosos del medio ambiente, el agua, las sierras y las montañas. Pero tristemente no es el caso. Sucede que en Guanajuato, gobernado por un partido de signo contrario a Morena, sorprendentemente constatamos que también se protege el abuso y el ecocidio. Esto sucede a diferente escala, la estatal y municipal, pero en el mismo contexto que la profunda herida hecha a la tierra para construir el tren maya.

En estos lares, se agrede a la sierra de Santa Rosa bajo conductas lesivas a un área forestal protegida por la regulación federal, otorgándole protección a un exdiputado panista entercado en urbanizar una sierra que es pulmón de esta zona del Bajío.

Diputado inmobiliario

Un acuerdo de protección política y administrativa, y facilidades para trasgredir leyes y reglamentos, concreta la entrega, por parte de la Dirección de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano del municipio de Guanajuato, del codiciado permiso para poder vender lotes en el fraccionamiento denominado “La Cucursola”, sin haber logrado el cambio de uso de suelo forestal. Por si no fuera grave la situación, la lotificación de cerca de 50 lotes de 900 metros cuadrados cada uno, hará crítico el abasto de agua a las comunidades serranas, que se surten desde la pequeña presa de Peralillo. Los vecinos de las comunidades aledañas ya lanzan señales de preocupación y alerta.

Pero no todo para aquí. La arbitrariedad denunciada por los grupos ambientalistas Movimiento Colibríes y Acción Colectiva Socioambiental, se combina con un video en donde la regidora del ayuntamiento de Guanajuato, Paloma Robles, presenta a la ciudadanía un hecho milagroso que se ha dado en la mismísima Sierra de Santa Rosa: la aparición de un rancho de enormes bardas aseguradas por contrafuertes, que luce como símbolo un tractor en un pedestal a manera de escultura, gran portón, caballerizas, así como otras construcciones, ubicado en un área de 14,000 metros cuadrados cuyo nombre es rancho “El Milagro”. Se trata de una de las nuevas propiedades que ha adquirido el alcalde Alejandro Navarro, a un sorprendente costo de 42 pesos el metro cuadrado, en contraste con Cucursola, que publicita el precio de venta de sus terrenos en $ 2,400.00 pesos por metro. Algo huele a podrido en esa transacción aprobada por el Catastro de Guanajuato. No lo dudemos se trata de todo un milagro haber conseguido un inmueble a tan buen precio junto con su aprobación catastral para el traslado de dominio en tan bajo valor.

Se hizo el milagrito

Y es que la mezcla de los intereses del ex diputado federal del PAN con los del presidente municipal de extracción azul, van más allá, conforman un entramado de complicidades para intentar urbanizar una extensa área forestal. El lugar está bonito, pues como no… se antoja. De tal forma que los politicastros, han decidido lanzarse a hacer negocios inmobiliarios en un sitio sagrado para los guanajuatenses como lo ha sido desde siempre esta serranía. Su voracidad no reconoce límites, el dinero producido por las factibilidades para fraccionar, acuñadas desde el poder, deben de aprovecharse al extremo. Negocios a costa de la frágil naturaleza que rodea a la capital del estado.

Para aumentar la preocupación ciudadana, se conoce la intención de incluir en el futuro Programa Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico y Territorial (PMDUOET), una extensión de 120 hectáreas de la sierra para ser consideradas como urbanizables. Habrá que aclarar esta perversa intentona. Nuestros empresarios inmobiliarios y la red de corrupción afincada en el poder local, apoyada por el presidente estatal del PAN, irapuatense y amigo del ex diputado federal panista, van por todo y solo una ciudadanía en pie de lucha podrá resistir sus aviesas intenciones. Los tiempos electorales y el escándalo que van a originar sus ambiciones, no les serán propicios para lograr éxito en sus temerarios negocios. Enoja el tren maya y enfurece Cucursola y el Milagro, que significan la comercialización inmobiliaria de la sierra de Santa Rosa. Ni modo, habrá que enfrentar una vez más a nuestras abusivas autoridades. No paramos.

CUCURSOLA

 

 

 

 

 

 

 

¿ENCUESTAS?

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Carlos Arce Macías

Como un instrumento de la sociología, aparecieron hace muchos años los estudios demoscópicos. Primero recabando datos de forma desordenada y dispersa y posteriormente con metodologías muy sofisticadas. De hecho el uso de encuestas transformó a los partidos políticos. Veamos.

Contamos con el dato de que el primer sondeo de opinión se formuló por un periódico norteamericano en 1824 durante la campaña presidencial entre Andrew Jackson y John Quincy Adams, dando como ganador a Jackson, lo cual se corroboró en los comicios. Todo mundo se sorprendió.

Con la urbanización de la población, se hizo más fácil medir el “sentir” de la ciudadanía. Así en 1916 la influyente revista semanal Literary Digest, de Nueva York, se avocó a la realización de sondeos, muy importantes para indagar sobre la profundidad de la depresión económica y de las candidaturas presidenciales de esos tiempos. Poco a poco se mejoró la metodología de medición.

Durante los años treinta del pasado siglo, surge la figura de George Gallup, un periodista y estadístico que comenzó a medir audiencias de radio y televisión, así como prospectivas de intención del voto en diversas elecciones. Ya para los años sesenta el uso de las encuestas se aplicó a las campañas políticas. La primera en utilizar estos métodos fue la de John F. Kennedy. Pulsando opiniones, optimizó su campaña, dejando de presentarse en aquellos lugares que se preveía votarían contra él, para focalizar sus esfuerzos en los condados donde había votos por capturar. Así ganó la elección.

Con el tiempo, las encuestas se generalizaron hasta que en 1971, Pierre Bourdieu un destacadísimo sociólogo francés, lanzó su histórica declaración afirmando que “la opinión pública no existe”, ya que las apreciaciones de las personas sobre cualquier tópico son individuales, vastísimas y están sujetas a un sinnúmero de condiciones, resultando errático generalizarlas y atribuir los mismos significados a las diversas respuestas que pudieran existir en una pregunta cerrada. Aparte, durante el tiempo, se han amontonado muchas predicciones, basadas en escrutinios demoscópicos, totalmente errados.

Pierre Bourdieu, sociólogo

En México no era necesario el uso de estos instrumentos estadísticos, ante el poderío de un partido único, que controlaba totalmente las elecciones. Por ello, fue hasta 1988 cuando Miguel Basáñez realizó la primera encuesta independiente sobre la intención de voto en la Ciudad de México, dándole ventaja, en aquellos tiempos al candidato Cuauhtémoc Cárdenas frente a Carlos Salinas de Gortari. La respuesta a la incertidumbre de esa elección fue la caída del sistema, que operó Manuel Bartlett.

En 1994 diversos periódicos, revistas y empresas, hicieron ejercicios demoscópicos para obtener los resultados electorales de esa contienda presidencial. En aquel momento la elección se convirtió en un gran laboratorio de experimentación estadística. Ya para 2000, las encuestas estaban tan avanzadas, que Vicente Fox conoció su victoria a la una y media de la tarde del 2 de julio, de boca de su encuestador, Rafael Jiménez de la empresa ARCOP.

Los estudios de opinión llevaron a los partidos políticos a abandonar sus ideales y programas, al tener una vía para conocer con precisión los deseos de los votantes. Así, todos, se convirtieron en partidos “catch all”. La doctrina se fue de vacaciones, a cambio del pragmatismo electoral: al cliente lo que pida.

Desde los albores del siglo XXI, comenzó la moda de utilizar las encuestas para repartir, desde las partidocracias de las organizaciones políticas, sus candidaturas. Estupendo pretexto para fundamentar los dedazos. Esta práctica no ha podido ser técnicamente corroborada para los ejercicios demoscópicos, entre otras cosas por las críticas que inicialmente dirigió Pierre Bourdieu: la voluntad humana es muy frágil. Es pues dificilísimo entregar a un partido un estudio prístino, certero e indubitable que muestre que la voluntad del elector es favorable a tal o cual candidato.

El mejor ejemplo de la poca confiabilidad de las encuestas para definir candidatos es la propia elección. Una encuesta no puede substituir la voluntad de un ciudadano expresada formalmente ante la autoridad electoral en un voto. Si no fuera así, nos deberíamos de olvidar de hacer comicios para sustituirlos por un sistema de encuestas que definieran la competencia entre los partidos para designar al presidente del país, a los gobernadores, senadores, diputados o miembros de ayuntamientos.

Utilizar encuestas para definir candidaturas es una vacilada propia de un presidente locuaz, al cual, sorprendentemente, hasta sus adversarios políticos tratan de imitar. Seamos serios y elijamos en elecciones primarias, en todos los partidos a los candidatos por los cuales debamos votar. Tomemos la voluntad de los ciudadanos con seriedad y respeto, porque de otra forma, las encuestas también pueden ser utilizadas para remover gobernantes de forma práctica, rápida y sencilla, ¿o no?

Variación en el tiempo de la voluntad popular