Carlos Arce Macías
El presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, no perdió la oportunidad de callar el pasado lunes 14 de febrero, y se presentó ante los medios de comunicación para dar una conferencia de prensa, en la que trató tres temas importantes: las irregularidades en el cobro de comisiones a proveedores del municipio de León, la reforma para permitir el matrimonio de personas del mismo sexo y el tema de la despenalización del aborto.

En el primer caso sentenció, siendo abogado y conociendo la tontería que profirió, que existe fundamento jurídico que sustentan las “reciprocidades” cobradas a proveedores en la Dirección de Desarrollo Institucional del municipio de León. El Reglamento Interior de la Administración Pública Municipal, en el artículo 150 fracciones IV y X, no hacen referencia a ninguna atribución para cobrar moches disfrazados de “contraprestaciones, y por lo tanto mintió. No sabemos desde cuando ni a quién se le ocurrió tamaño despropósito, pero debe de ser motivo de una investigación seria y profunda que deberá terminar en el espacio del derecho penal. El panista muestra mala entraña, ya que debería ser adalid de la limpieza y pulcritud de sus administraciones públicas. Muy gallitos contra el presidente desquiciado, pero defensores a ultranza de la tranza local.
En el caso del matrimonio igualitario, entrampados por las decisiones tomadas en el gobierno del estado, niega la posibilidad de avanzar hacia la armonización de la legislación estatal, reconociendo los derechos de personas a no ser discriminados y tener, por lo tanto acceso a la institución matrimonial, con pleno reconocimiento de ello. El PAN, en una postura mojigata, se niega a avanzar en el Congreso. Así, se testimonia una posición anacrónica y simplona, tendiente a regular las cuestiones sexuales de los ciudadanos, convirtiendo al partido político en cancerbero de tabúes religiosos, totalmente superados. Entiéndalo señor López Mares, a muy pocos les interesa con quién y como se casen las personas en este siglo XXI. No hay nada valioso que defender con la actual prohibición.
Por último, se abordó el tema de la despenalización del aborto. Este es un asunto muy complejo para el PAN ante su posición histórica. El presidente panícola, se guía por la vieja consigna y afirma: “Acción Nacional, desde su fundación, defiende la vida desde la concepción hasta la muerte”. Cierto, el posicionamiento partidista arranca desde 1939, cuando la genética y epigenética eran poco conocidasy sus avances escasos. Hace 83 años, la biología especulaba aún sobre las condiciones de las células. Hoy se sabe, con certeza, que el óvulo femenino está vivo, al igual que el espermatozoide masculino. Ambas células están dotadas de plena vitalidad. Lo que acontece al fecundar el gameto masculino al femenino es un fenómeno consistente en la formación de un cigoto pluripotente, capaz de formar órganos. La vida pues, no aparece con la concepción, deviene de células que ya están vivas. Con esto queda cancelado el mito plasmado espléndidamente por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, del Dios jupiteriano, extendiendo su índice para darle vida a Adán. La ciencia nos aclara que esto no es así, la vida no empieza con la concepción. Error supino.

Pero también hay que advertir, que en todas partes se ha ido superando poco a poco este mito, identificando un resquicio que evita la penalización de los abortos. No somos proabortista, porque al abortar se cancela vida, pero reconocemos que un espacio se abre hasta la semana 12 del embarazo, que permite deshacerse de un producto viviente, que aún no posee la condiciónde persona ( Dr. Antonio Lazcano, genetista UNAM). Pero manifestamos que esta acción no debe ser asumida como un método anticonceptivo.
Si se concluyera como muchos panistas creen (subrayo creen), que el cigoto es persona, entonces asumamos que el Código Penal debería de ser modificado para aumentar la ridícula pena de 3 años establecida en el artículo 159 de dicho ordenamiento, para elevarla mínimo a 30 años; considerando las condiciones de un homicidio contra un ser humano totalmente indefenso. También deberíamos realizar acciones punitivas drásticas y llenar las cárceles de mujeres abortadoras (menos mal que los machitos, quedan fuera de tan rigurosa acción). Esta congruente sincronización, todo lo descuadra ¿no es verdad?
También el panismo debería revisar las estadísticas penitenciarias para constatar qué cantidad de mujeres se encuentran en cárceles guanajuatenses, procesadas y sentenciadas por aborto. Les podemos decir: “0”. De otra forma estarían los abogados del CIDE, defendiendo exitosamente esos casos.
Resumiendo: enfrentar el tema del aborto con enunciados anacrónicos, expone la nula reflexión del personaje designado para dirigir a Acción Nacional en el estado. Hay que estudiar la biología moderna y conocer los efectos de la penalización del aborto. También debería intentar entender el contexto de la ampliación de la institución matrimonial como una acción de respeto a derechos humanos. Y finalmente, en el caso de los “moches como reciprocidad”, dejarse de tonterías, para respaldar y exigir una investigación a fondo de esta red de corrupción, que debe de ser plenamente identificada para garantizar un castigo ejemplar a los culpables. Que no finja demencia.
