LIBERTAD DE CÁTEDRA, GUANAJUATO Y EL CIDE

Carlos Arce Macías

Para Esther, luego de 40 años de lectura de ocurrencias

Al quitarse la careta, el actual gobierno federal ha mostrado sus contrahechuras. Con salvaje determinación ha realizado una embestida en contra del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y pretende su transformación en una escuela de reeducación en ideología oficialista, eliminando la libertad de cátedra o enseñanza. Por supuesto su planta de profesores y actual comunidad estudiantil le son incómodas, por lo que se intenta eliminarlas paulatinamente a través de lo que los gobiernícolas denominan “política de diversidad epistemológica”. En pocas palabras, lo que les importa es un profesorado focalizado en la ideologización del alumnado, y de esos no hay actualmente en la institución. Sera una dura y larga batalla interna.

Lucha hasta en la calle

Y es que la estrategia no para ahí, es solo un ensayo implementado en una pequeña comunidad académica, para tantear como realizar este abordaje en las grandes universidades de México, a fin de apoderarse de los instrumentos mas potentes que conforman la consciencia de la nación. La UNAM está en la mira.

Esta conflagración no es nueva, se ha vivido desde mucho tiempo atrás. El referente histórico más conocido es la lucha para salvaguardar la autonomía de la Universidad Nacional de México que, en 1933, encabezó su joven rector Manuel Gómez Morín. La comuna universitaria y el claustro de profesores, lucho en contra del gobierno presidido por Abelardo Rodríguez, que trataba de sujetar la vida universitaria a los designios gubernamentales. Los delirios oficialistas, poco después, pretenderían imponer la educación socialista como obligatoria.

Pero lo que interesa identificar en este escrito, son los antecedentes, en este terruño del Bajío, de la búsqueda de una enseñanza libre y de calidad. Esto fue lo que encontramos en una rápida revisión.

Ya en 1869 operaba en la ciudad de Guanajuato el Colegio de Santa María de Valenciana, de fundación religiosa, patrocinado y cimentado por el entonces cura de Guanajuato, Don Ignacio Montes de Oca y Obregón, un ilustre prelado, políglota, miembro de la familia de los condes de Valenciana. Don Ignacio había cursado estudios en el St. Mary´s Collage de Oxford, en la Universidad Gregoriana y en la Academia Pontificia Eclesiástica ambas en Roma. Había sido cura de Ipswich en Inglaterra y posteriormente cura en Guanajuato para luego saltar a los obispados de Linares y luego de San Luis Potosí.

Ignacio Montes de Oca

Montes de Oca, impulsó, como pocos, la educación en la ciudad de Guanajuato. El Colegio logró fama por su enseñanza del griego y del hebreo, más otros cinco idiomas extranjeros. También fueron famosos sus cursos de matemáticas, geografía, ciencias y artes y, para sorpresa de todos, de filosofía racional, relegando la escolástica.

Destacamos el punto fundamental, el Colegio de Santa María tenía gran claridad en su forma de enseñar. Lo narra el propio clérigo Montes de Oca: “La libertad de enseñanza ha sido para nosotros una ilusión y se nos ha concedido. Todas las naciones civilizadas, que profesan los mismos principios que la nuestra, tienen escuelas libres, colegios libres, universidades libres; es pues un paso muy grande de nuestro estado hacia la civilización y el progreso, el tener en su seno el Colegio libre de Santa María de Valenciana. De él resulta lustre al gobierno y ventaja inmensa a los particulares… Entra pues en la política de un gobierno ilustrado, no solo permitir, sino aún fomentar y protegerla fundación y sostenimiento de colegios libres. Si alguien osare atacar las patrias libertades atacando nuestro Colegio que estriba en la libertad de enseñanza, él nos protegerá, el defenderá las leyes y a nosotros con ellas”.

En 1877, el Colegio de Santa María fue incorporado al también famoso Colegio del Estado, de corte liberal, influenciado por Don Manuel Doblado y fundado por el general Florencio Antillón; es este el antecedente inmediato de nuestra Universidad de Guanajuato. Fue el gobernador y general Francisco Z. Mena quién autorizó la anexión, no sin antes evaluar a la institución. Los destacados sabios y profesores Alfredo Dugés, José Palacios y Vicente Fernández, fueron comisionados para verificar las condiciones del centro educativo; dieron su aprobación, al comprobar la calidad de la enseñanza que allí se impartía. El resultado de esa unión fue excelso.

La historia de la educación superior en Guanajuato, plasma los rasgos necesarios para el florecimiento de las ciencias. Maestros de alta calidad, algunos de ellos formados en el extranjero (Don Ignacio Montes de Oca), procesos de evaluación colectivos y entre pares para tomar decisiones (como la comisión evaluadora, conformada por eminentes profesores del Colegio del Estado) y una firme convicción en torno a la libertad de enseñanza, la cual enciende el faro de la inteligencia.

Hoy el CIDE no merece el destino que le ha endosadoel presidente de la República. La lucha por la libertad de cátedra y la excelencia académica, como lo afirma el doctor Jean Meyer, terminará imponiéndose sobre la inquina e ignorancia de un gobierno mezquino. No tengan dudas, al final, triunfará la inteligencia.

Jean Meyer, triunfaremos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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POLÍTICA Y KLAN

Carlos Arce Macías

De pronto, León se ha convertido en un punto crítico para la política guanajuatense. El último hecho ha sido la realización de una feria local, con los efectos pandémicos que acarreará, y junto con ella el descontrol y desorden en un evento masivo, en el que el público tumbó enrejados y vallas para introducirse al local en el que se presentaba el famoso rapero Santa Fe Klan. Aquí apuntaríamos dos temas: la comprensión del fenómeno artístico y la gestión del espectáculo.

Desorden en la feria

Este artista oriundo de Guanajuato Capital ha logrado una gran popularidad entre los jóvenes. A los asiduos a este tipo de composiciones, los ha impactado con su música y las letras de sus tonadas. Cuando las autoridades de la feria de León comentan que ni idea tenían del arrastre del cantante, queda clara su ineptitud administrativa, que les impidió conocer de antemano el tipo de manifestación social a la cual estaban convocando. Ya en noviembre del año pasado, el alcalde Guanajuato había organizado una “tocada” con el Klan. La entrada a la ciudad se colapsó por la cantidad de jóvenes que se congregaron en Los Pastitos para escuchar rolas como “Mi Guanajuato”. El COVID, le valió al irresponsable munícipe.

Y es que Santa Fe Klan es la expresión cultural de la gestión del fiscal Carlos Zamarripa y su inseparable socio Alvar Cabeza de Vaca. Después de 12 años de ejercicio, en el cual Guanajuato se ha ensangrentado y los cárteles han impuesto su ley, depauperando la economía y violentando especialmente a los más pobres; el resultado son los raps expresados por Ángel Quesada, el nombre real de Santa Fe Klan. Sus letras desgarran: “Están calientes las calles de mi Guanajuato/ La gente alerta va corriendo el dato/El peligro se siente, por aquí todo el rato/ La vida no vale nada, a la muerte le firmé un contrato.

Ángel Quesada, Santa Fe Klan 473

Por otra parte, el incidente en la Feria se debió al descuido de los organizadores, encabezados por el presidente del patronato ferial, Juan Carlos Muñoz, un personaje de pésimos antecedentes en el desempeño de cargos públicos. Es tiempo de que el gobierno estatal y municipal recapaciten en emplearlo, luego de analizar el historial del personaje.

Recapitulemos. Muñoz Márquez, presidió el Fideicomiso de la Expo Bicentenario, elefante blanco, que carga sobre sí el presupuesto del estado. Sus planes para reconvertir la ostentosa zona de exposiciones en un parque tecnológico y de innovación, acabó en fracaso; pero coronó su encargo con la compra, en 39 millones de pesos, de un angelote monumental de 14 metros de altura.

Posteriormente fue colocado como diputado en la oprobiosa LXII Legislatura Federal en donde participó de la amistad, confianza y enseñanza de ínclitos panistas como los hermanos Luis Alberto y Ricardo Villarreal, Jorge Villalobos y Ricardo Anaya. Todo aquello acabó en moches, corrupción, escándalos y la enseñanza a muchos de los integrantes de ese grupo, de que los puestos públicos son para beneficiarse personalmente del uso y abuso del poder.

Luego llegó al Congreso del Estado, a la LXIII Legislatura. Habiendo sido presidente de la Cámara del Transporte, no encontró mejor acomodo que ser presidente de la Comisión de Movilidad, encargada de diseñar la nueva Ley de Movilidad para el estado de Guanajuato, que planifica regula y gestiona el desplazamiento de personas, bienes y mercancías en el territorio estatal. No obstante el evidente conflicto de interés, por ser propietario de una empresa involucrada en ese sector, diseñó una aberración jurídica que en su momento combatimos: configuró un Instituto de Movilidad como un órgano unipersonal, tipo comisario soviético, sujeto a la corrupción. El modelo tuvo que ser, por inviable, sustituido en 2018 por una secretaría. Lo que ocurriría, lo advertimos desde abril de 2016, pero como es costumbre a nadie escuchó. Prevalecieron los intereses gremiales. ¡Fue un desastre total!

No obstante los resultados de su pésimo trabajo legislativo, se le premió a Muñoz con una nueva diputación federal, asignada en un momento político crítico. Había que ayudar a construir una oposición sólida y funcional. Pero acostumbrado a las mieles y algodones de la LXII Legislatura, una diputación austera, con pocos privilegios y sin fondos que repartir entre posibles electores, no le gustó. Acabó pidiendo licencia, para incorporarse al Patronato de la Feria de León, bajo el calculo de que este puesto lo catapultaría a la alcaldía. Se le atravesó el COVID, y sus planes fracasaron. Hoy administra, incómodo y de mala gana,una verbena conflictiva, cargada de eventos multitudinarios y que acabarán convirtiéndose en el principal nodo de contagio de ómicron, a nivel regional. Santa Fe Klan fue demasiado, para tan poco talento.

Multitudes frente a ómicron

 

 

 

 

 

 

 

 

 

IMPUESTO PREDIAL, ESCÁNDALO EN GUANAJUATO

Carlos Arce Macías

A finales del año pasado, León vivió el escandalo de tasar como predio agrícola el más selecto club de golf de la ciudad. Entiendo que ya corrigieron el asunto, y la intervención de la nueva administración gestionó el pago correcto. Hay que poner mucha atención para cumplir minuciosamente con la ley. Cobrar impuestos es una función muy delicada.

Pero en Guanajuato Capital, nos enfrentamos a un gobierno salvaje y pernicioso que ha decidido incrementar abusivamente el impuesto predial a los habitantes del municipio. Quizás no es el único caso y por eso cobra interés a nivel estatal.

Alejandro Navarro, y sus síndicos y regidores incondicionales, han decidido poner en la picota a los propietarios y poseedores de bienes inmuebles, elevando substancialmente el valor del suelo y por lo tanto aumentando la base gravable del impuesto. Pero han olvidado unos pequeños detalles: no han notificado a los contribuyentes la realización de avalúos, no se han presentado a realizarlos en las diversas propiedades y no han notificado el resultado de las propuestas de nuevos avalúos a los particulares, dejando en estado de indefensión a los ciudadanos y por lo tanto exigiendo pagos ilegales, que pretenden incrementar la exacción en 200, 400 y hasta 1000 por ciento respecto al año anterior.

¡Páganos!

La población está encolerizada por el atraco que sufre a manos de un gobierno-botín dedicado a los negocios y a las contrataciones que puedan generar beneficios personales. Solo les interesa recaudar para poder realizar obra, solicitar empréstitos, o concesionar servicios, en busca de sobreprecios pactados en el sombrío ambiente de una administración opaca y poco confiable.

El problema no solo se ciñe a la ilegalidad de los cobros exorbitantes. La cuestión de mayor preocupación consiste en que el alcalde, la parte mayoritaria e incondicional de su ayuntamiento y la tesorera municipal, están conscientes en que los cobros de predial se han maquilado tramposamente, desde los escritorios gubernamentales, basados en la discrecionalidad de los funcionarios encargados de determinar los valores. La Ley de Hacienda para los Municipios del Estado de Guanajuato ha sido hecha a un lado. El proceso de cobro, basado en el artículo 162 de dicha ley, a través de avalúos presenciales, ha sido omitido dolosamente. El alcalde y su tesorera lo saben. Conociéndolos, lo más seguro es que ellos hayan instruido el cobro injusto y como consecuencia el daño al peculio de los ciudadanos. Cobrar a sabiendas lo indebido es corrupción.

El contralor municipal, si de verdad funciona y es un personaje con los atributos necesarios para imponer la legalidad en la administración local, estaría abriendo ya una investigación sobre los procedimientos ejecutados en las áreas a cargo de la tesorería municipal, comisionadas para determinar el monto de los impuestos prediales por cobrar. ¿No se ha dado cuenta de nada?

Será también la ocasión de acudir al Tribunal de Justicia Administrativa a pedir su protección para los guanajuatenses acosados por pagos exorbitantes exigidos por su alcalde envalentonado. Es de explorado derecho, que los cobros del impuesto predial deben reunir los requisitos establecidos en el artículo 176 de la Ley de Hacienda municipal: modificar el monto a pagar por medio de una orden de avalúo, expedida por la Tesorería del municipio, hecho por peritos; la realización, en el predio, del avalúo mandatado; y la notificación de la propuesta de nuevo valor, a fin de que pueda, en su caso, ser recurrida por el contribuyente. Si no se procede de esta forma, se violentan los derechos de los ciudadanos. Así se han resuelto, entre otros, los juicios 2426/4ta sala/19, 2333/3era sala/19, 1146/4ta sala/18 interpuestos ante el propio tribunal.

TJA, defensor de los ciudadanos

El impacto de conductas dolosas e ilegales en la vida de una comunidad, acarrean graves trastornos, al aumentar los precios de la tierra y con ello el costo de vivir en la localidad, establecer negocios y generar empleos.

Determinar impuestos a discreción de los gobernantes en turno, constituye un acto que debe de ser frenado y sancionado drásticamente por el sistema de control de legalidad instituido para evitar esta clase de abusos. Hacer a un lado la ley, para imponer la voluntad de un gobernante, necio y torvo, lesiona de manera grave los derechos humanos de los ciudadanos. Así de mal estamos en Guanajuato.

Cobros abusivos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EGO Y GOBIERNO

Carlos Arce Macías

Inmersos en las redes sociales, poco a poco hemos perdido conciencia de la intimidad, de hacer cosas que se guarden celosamente en el ámbito personal y que no tienen que ser conocidas por extraños. Pero a muchos ha alcanzado el reflejo inconsciente de compartir todo cuanto hacen. Ahora, de pronto las familias se ven expuestas en plataformas sociales; cuanto evento hay se fotografía y comunica… y más allá, se comentan públicamente hasta íntimos sentimientos, la mayor de las veces infestados de empalagosa cursilería. Pero esa es la nueva realidad que nos ha tocado vivir, y en ella estamos sumergidos. Se evaporó el recato que imponía la vieja sociedad.

Interesa por lo pronto explorar este fenómeno en relación con la vida personal de nuestros gobernantes y representantes, analizando algunos de sus efectos. Mientras una persona común desee desnudar su vida ante un público electrónico, allá ellos. ¿Pero que sucede con los políticos?

El éxito de algunas candidaturas ha llevado a una parte importante de la clase política ha intentar transformarse de personalidad pública a “influencer” mediático. Muchos hacen el más deplorable ridículo, unos pocos logran llamar la atención, y prácticamente nadie consigue comunicar cuestiones trascendentales por las redes sociales, aunque quisieran parecerse a los expertos en un campo de conocimiento específico, como los médicos frente a la presente pandemia, que en redes, han hecho maravillas.

Confundir la República con monarquía

Pero volvamos a los políticos, especialmente a aquellos que ocupan cargos ejecutivos o de representación. Los vemos montando a caballo, tomando una bebida a la orilla del mar, acompañados de sus parejas sentimentales, rodeados de sus hijos en ágapes familiares, de visita con sus progenitores, o de viaje en Las Vegas, etc. Tratan de compartirnos su vida que antes era privada para procurar despertar confianza, el alimento de la política, y simpatía, para lograr votos futuros.

Desde las campañas electorales, el conocimiento de una pequeña dosis de la vida familiar de un político ha sido recomendado por los expertos. Pero consideramos que se han cruzado límites que rayan en la exageración, al tratar de comunicarnos cada suceso que les acontece. Fotos y videos, que son crónicas de cada paso que dan día a día; que lo único que logran es el hartazgo ciudadano. ¿Para que necesita la gente común enterarse como comió o bebió café un funcionario? ¿Qué necesidad de avisar que ya ha llegado a la oficina o va saliendo luego de trabajar su jornada laboral, o qué marca de ropa y accesorios portan en cada jornada? El cúmulo de imágenes del rostro del funcionario, poco a poco sepulta el mensaje político y gubernamental que debería privilegiarse.

Porque todo este tropel de información y efigies que se vierten hacia la sociedad, requieren de un trabajo exhaustivo de los equipos de comunicación, que significa un alto costo al erario. ¿Acaso han visto una mala foto originada desde un departamento de comunicación social? Todos guapos, gracias al photoshop que altera la realidad (y de qué manera), siempre impecables, trabajadores enjundiosos, amables, abrazando infantes y desbordando simpatía.

Pero los efectos de este tipo de comunicados no son muy halagüeños, porque requieren mucha energía diaria y tiempo desperdiciado en la hoguera de vanidades, en donde arden recursos públicos. El Estado de Guanajuato gasta a diario un millón de pesos en medios y parte de estos costos son en imagen del gobernante. Absurdo.

¿Han visto a Ángela Merkel abrazada amorosa de su marido o rodeada de amigos en festejos familiares? ¿A Macrón? ¿A Biden? Deberíamos tomar buenos ejemplos y hacer razonar y cambiar a nuestros dirigentes. La comunicación descriptiva de cada paso que dan por la vida es tóxica; mejor hay que transformarla en una herramienta de gobierno para informar de manera clara y transparente las decisiones que se toman y los riesgos que se encaran en el desempeño de la función pública.

Debemos reflexionar más a cerca de la sobre exposición de los políticos. ¿Qué no tienen trabajo? Los ciudadanos no quieren ver a sus gobernantes a toda hora, solo se les exige que tomen las decisiones correctas y honestas, que se requieren para construir un buen gobierno.

Gobernadores en cuaco, mostrándonos sus dones en equitación, los diputados en fiestas de disfraz con sus parejas, algún alcalde transformado en Rey Mago o Robocop, resultan patéticos. Mejor hagan bien su chamba. Entiendan, solo nos importa la calidad del gobierno que encabezan. Su ego agravia.

Sobre exposición en redes