DEMOCRACIA, LOS OTROS CAMINOS

Carlos Arce Macías

Me referiré al reporte del Instituto Berggruen, dedicado a estudios sobre gobernanza y sus desafíos en el siglo XXI, denominado: “Renovar la Democracia en la Era Digital”. Esta institución, patrocinada por el inversionista Nicolas Berggruen, ha logrado convocar a una serie de intelectuales y políticos muy acreditados, para pensar en los problemas que enfrenta la democracia en un mundo tecnológicamente diferente y diverso. El Think Tank Berggruen ha reunido a personajes como Anthony Giddens, ex director de la London School, Helle Thorning-Schmidt, ex primera ministro de Dinamarca, Nathan Gardels, director de The World Post, la página digital del Washington Post, Mario Monti, ex primer ministro de Italia, Jamie Susskind del Centro de Internet de la Universidad de Harvard y Francis Fukuyama, director del Centro de Desarrollo Democrático y Estado de Derecho de la Universidad de Stanford, entre otros.

Repensar la democracia

La democracia no puede continuar por la ruta tradicional de representatividad que ha prevalecido desde la Revolución Francesa hasta nuestros días. Si bien se trata de una idea luminosa, la disrupción tecnológica a la que estamos sometidos nos obliga a repensar el tema en un nuevo entorno.

La producción de conocimiento, que en cuestión de días supera a los 4000 años anteriores, el uso intensivo de redes sociales, la comunicación instantánea de noticias, y la utilización de plataformas gubernamentales y privadas, convierten en obsoleto el sistema de representación. Mientras los partidos políticos pierden adeptos por minuto y son socialmente despreciados porque los ciudadanos identifican las distorsiones entre lo que ellos piensan y el actuar de los políticos, siempre impulsados por otros intereses y sus ambiciones personales. El sistema está reventando.

Helle Thorning-Schmith y Anthony Giddens

Bajo estas condiciones, la democracia que conocemos no funciona. Requiere ajustes importantes. Así lo indican las encuestas en donde se advierte la baja en los intervalos de confianza acerca de la necesidad de vivir en un sistema democrático, lo que, por desgracia, ha abierto opciones a favor de ideas extravagantes y populismos nocivos.

La respuesta no se encuentra en el abandono a la idea democrática y la adhesión a regímenes totalitarios, sino en su profundización, utilizando las nuevas tecnologías, para absorber y responder a la diversidad de modalidades que la participación ciudadana va exigiendo, para cerciorarse que de verdad se vive en democracia.

Tecnologías para la participación amplia

Los pensadores de Berggruen, proponen realizar tres acciones fundamentales: renovar la cohesión social, reconstruir la plaza pública en la era digital, y renovar las instituciones democráticas. La primera estrategia nos invita a imponer el postulado de la tolerancia dentro de la sociedad, el aprendizaje y discusión respetuosa de ideas en una comunidad diversa. Abandonar el sectarismo y la radicalización, reconquistando el centro político, la zona de encuentro fraterno, que se convierte en una obligación para los ciudadanos de este nuevo siglo.

Reconstruir la plaza pública, adoptando las tecnologías digitales, presupone a su vez la recuperación de la verdad, optando por el sostenimiento y financiación del periodismo local y de investigación, necesarios para garantizar una critica certera.

REFLEXIÓN colectiva basada en redes

Renovar a las instituciones democráticas, provoca a la imaginación a pensar en nuevos entornos participativos como el llamado crowdlaw, o “colaboración abierta y distribuida” para relacionarse con los ciudadanos a fin de tomar opiniones y propuestas, así como vincularlas a los procesos de construcción de políticas públicas y de formulación de leyes. Otra ruta es la utilización de Asambleas Ciudadanas, cuyas propuestas son vinculantes a las acciones del gobierno; y que permiten discutir y manufacturar planteamientos sobre temas muy sensibles como aborto y eutanasia, bajo criterios de razonabilidad y conocimiento profundo de los temas, a través de procesos de mediano plazo y contando con expertos en mediación. Irlanda, por ejemplo utilizó esta herramienta de forma exitosa.

Así avanza el nuevo pensamiento sobre la democraciaen el siglo XXI. Más nos vale reflexionar en el tema, especialmente a un Congreso que debería interesarse en cuestiones de punta, para sortear con éxito los nuevos tiempos.

Huelga por el cambio climático, Londres
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CROMATOLOGÍA POLICIACA

Carlos Arce Macías

Guanajuato continúa ahogado en la violencia, en tanto el COVID hace estragos en la población. Los astros se han alineado negativamente sobre nuestras cabezas: pésimo gobierno federal, malísimo gobierno estatal y funestos gobiernos municipales en muchas localidades, destacando el de Guanajuato Capital. Se requiere una fuerte sacudida, protagonizada por la ciudadanía para comenzar a transformar el obscuro panorama político que nos rodea. Debemos dar un manotazo sobre el tablero en el que se desarrolla la partida electoral, para obligar a los contendientes a empezar de nuevo. ¡Basta ya!

Y cuando nos ponemos a pensar en esta cruel realidad que nos acosa, se nos atraviesa la nota de PopLab, en la que se consigna una épica y reciente hazaña de nuestro gobernador, el cual descubre, luego de cavilar intensamente en los problemas de la seguridad pública y los inconvenientes que a causa de la violencia criminal padecemos los guanajuatenses, que era necesaria hacer una encuesta para obtener la opinión de la ciudadanía, en relación a sus más íntimos sentimientos sobre el color de las patrullas que utilizan los distintos cuerpos de seguridad.

Chequen el color

La imaginación no le da a nuestro gobernante para entender, que las policías son parte del problema que enfrentamos, que la cuestión no es el color ni marca del vehículo, sino la actitud, semblante y trato de quienes lo conducen. Y que, aunque cambien la pintura de las patrullas, para la mayoría de los ciudadanos, estas son sinónimo de violencia y temor. Entiendan, se les teme a los criminales, pero también a las policías. Y no es para menos, se sabe que en muchos casos,se encuentran infiltradas por crimen, y si no, carecen de  capacitación, formación profesional y no respetan los derechos de los ciudadanos.

Ahora sorpréndase, resulta que el color de las patrullas, era la simiente del terror hacia los elementos policiacos…resultaban muy obscuros y perturbadores: azul marino y negro. Pero con la encuesta en la mano, se descubrió que el color que vencería esa animadversión y miedo legendario hacia los policías, era el “azul PAN”. Habrá que revisar el costo del cambio de colores de todas las unidades y los beneficiarios de estas contrataciones. Revisando en internet, se advierten todo tipo de colores en los vehículos policiales de ciudades y pueblos de todo el mundo. Pero quizás, nuestro gobierno estatal ha realizado un descubrimiento sorprendente y extraordinario, del cual no había habido antecedentes.

Colores más partidistas

No permitamos que nos engatusen, la lógica detrás de esta prodigiosa decisión, resulta tan ñoña, como el cursi lema de este gobierno “Grandeza de Guanajuato”, ¿cuál?. Pienso que el ejecutivo ofende a los ciudadanos al confundirlos con niños de párvulo. Por eso, ofendidos, hay que conminarlo con dureza a que gobierne, a dejar a un lado los temores, a realizar cambios radicales en las áreas de seguridad, porque bajo los actuales mandos, las cosas seguirán de mal en peor. La cromatología (el estudio de los colores), es interesante, pero no resolverá la papa caliente que le quema las manos. Los guanajuatenses estamos cansados de tantos homicidios, asaltos, extorsiones y violencia que no nos permiten vivir en paz. Por eso hay que lanzar nuestros reclamos sobre todos nuestros gobiernos: federal, estatal y municipal.

Para encontrar la salida, necesitamos urgentemente de dos Cámaras de Diputados que hagan su trabajo: la federal que acote las pifias del presidente, y la local, que de inmediato haga rendir cuentas a los encargados de la seguridad y decida la remoción de los incapaces, aún en contra del designio del gobernador. Al ámbito municipal habrá de tocarle una carga muy pesada, que se niegan a llevar a cabo: limpiar las corporaciones municipales y profesionalizarlas. Por eso se necesitan ayuntamientos y alcaldes valientes y honestos, con capacidades para administrar cambios tan delicados como el de la seguridad pública municipal. Pasma que muchos de los actuales munícipes, tengan el descaro de pretender la reelección; ni siquiera pueden organizar el departamento de limpia, ¡imagínense la policía!

Los guardianes de la Paz

Los colores son parte del lenguaje, pero poco ayudarán a resolver la epidemia de violencia desbocada, en que nos mantiene la mala gestión de nuestras autoridades, que debieron frenar, desde hace mucho tiempo, los primeros escarceos de los criminales. Un ultimátum de los ciudadanos, mediante el voto, es necesario para salir del marasmo en el que estamos inmersos todos. Es tiempo de empezar, y puede ser cambiando el color de las autoridades que incumplen con sus obligaciones y promesas; así, como si se tratase del color de las patrullas.

SALUD, PANORAMA SINIESTRO

Carlos Arce Macías

Escribo esto a la conclusión de una interesante charla, en el Observatorio Ciudadano de Guanajuato (OCDG), con el doctor Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Con su conocida pulcritud en el manejo de datos y un profundo conocimiento de la administración de servicios de salud pública, nos ha presentado, no solo la problemática que enfrentamos ante la pandemia de Coronavirus, sino en general el obscuro panorama de la salud en México. Compartiré algunas reflexiones y datos del galeno.

Desde el Observatorio Ciudadano

La llamada emergencia nacional, sigue manejándose como algo vigente. Éctor Jaime reclama: emergencia en el ámbito de salud, se asume como una temporalidad, una condición que se da en un momento determinado, pero que no puede mantenerse indefinidamente. De esta forma, no podemos considerar como emergencia y luego de tantos meses, al coronavirus. Ha pasado a ser una circunstancia sanitaria, si bien muy peligrosa, que debe de ser atendida con las herramientas de administración pertinentes: planeación, organización, control y monitoreo, necesarias para ser eficientes y eficaces.

Pues bien, con una lluvia de datos avasalladora, el diputado Ramírez Barba, nos revela que el gobierno federal, prácticamente no se ha hecho cargo del flagelo de coronavirus que nos hiere día a día. Nuestro gobierno nacional no tiene siquiera, asegurados los contratos para las vacunas, salvo Pfizer (17 millones de dosis dobles), y menos la organización requerida para administrarlas. El reto es complejo, pues se trata de inmunizar a una extensa población de 130 millones de habitantes. La logística es complicada, se precisan redes de refrigeración para conservar el producto, en el caso de Pfizer, de –equipos que garanticen -70 grados de congelación. Desde que se contrató con la empresa americana, se supo de esta delicada cuestión; pero el gasto de 6000 millones para refrigeradores nunca se presupuestó. Aparte, no solo hay que aplicar una dosis, sino que debe de ser reforzada con una segunda inoculación en un tiempo prefijado, lo que dificulta el logro de su plena eficacia.

Vacunación, reto logístico.

La adquisición de vacunas ha sido toda una saga. Los gobiernos de Estados Unidos, Unión Europea e India, desde junio de 2020 compraron vacunas. México lo hizo hasta el 2 de diciembre. Siempre llegando tarde. Al desaparecer los fideicomisos públicos, por capricho presidencial, eliminaron el dedicado a la obtención de vacunas, que guardaba 68,000 millones de pesos (mdp), pero esa cantidad no fue traspasada al presupuesto 2021, solo se suprimió. Pero al Fondo de Gastos Catastróficos, también le redujeron 30,000 mdp, aduciendo la necesidad de compra de sueros inmunizadores, dinero que se vaporó y no aparece en el actual presupuesto. Total, que solo hay considerados 8,000 mdp, correspondientes a las compras ordinarias de otras vacunas como las de la tuberculosis e influenza.

El sistema de salud, desde que entró el nuevo gobierno, ha sido castigado, disminuyendo sus presupuestos cada año. Por si no fuera suficiente la incapacidad de los actuales administradores, ha provocado un subejercicio en 2020 de ¡12,000 mdp! Inexplicable que habiendo dinero, siga sin haber medicamentos quimioterápicos para el tratamiento de niños con cáncer. Ojo con esto, el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), es dirigido, irresponsablemente, por un amigo del presidente, ex director de la zona arqueológica de Palenque. Un administrador formado en la Universidad Olmeca de Tabasco, sin el menor conocimiento en políticas públicas de salud. Así estamos.

El arqueólogo…

La consolidación de compras de medicinas en la Secretaría de Hacienda, resultó desastrosa. Acabaron pidiéndole ayuda a la ONU. Por lo pronto, las contrataciones para 2021 deberían darse en este mes, y ya fueron aplazadas para febrero. Si no sucede otro retraso, eso significa que hasta agosto estará surtiéndose los medicamentos que se demandan con urgencia. El desabasto, especialmente de medicina para enfermos crónicos, está a la vista.

Demoler partes de la administración federal, encargados de temas como energía, comunicaciones o telecomunicaciones, produce graves impactos en la economía. Pero dedicarse a devastar la organización de los servicios públicos de salud, y más en tiempos de una plaga mortal, significa decenas de miles de muertes, que pudieran ser evitadas. Al presidente no le importan. Le interesa más el estadio de beis bol de Palenque o solazarse viendo caricaturas infantiles . Es insensato y mezquino.

Devastando la salud.

TRANSPARENCIA Y DEMOCRACIA

Carlos Arce Macías

Corría el año 2000, días después de la elección que marcaría la transición a la democracia en México, cuando en el equipo jurídico del presidente electo Vicente Fox, se perfiló el proyecto que consistía en establecer en el país el equivalente a la “Freedom Information Act” que viene operando desde 1967 en los Estados Unidos. Por otra parte, en la Unión Soviética, a partir de 1985, se empezó a imponer por Mijaíl Gorbachov, una política de transparencia sobre las acciones públicas del gobierno, como parte de la llamada “Glásnost”, pieza fundamental para abandonar el oscurantismo estaliniano que imperó en el régimen comunista. En este contexto, el acceso a la información, resultaba imprescindible para lograr una democracia sin adjetivos (Krauze dixit), y el nuevo presidente estaba totalmente convencido de la necesidad de impulsar este proyecto.

Convencido de la transparencia

Discretamente, se operó en el seno del equipo la propuesta de adoptar una nueva política pública, para que toda la información del gobierno, salvo ciertas excepciones, pudiera ser consultada y entregada a las personas que así lo requirieran, sin condición alguna. Se trataba de colocar una pieza fundamental para lograr la plenitud democrática en el país, ya que la democracia no puede operar sin el conocimiento puntual de las acciones gubernativas. La carencia de esta cualidad en una administración pública, nos obligaría a  votar  a ciegas, y solo bajo las condiciones propagandísticas del gobierno en turno. 

Se pretendía dotar a los ciudadanos del derecho humano, a saber como se conduce y bajo que parámetros, la acción de sus gobiernos, a todos niveles: federal, estatal y municipal. Podemos afirmar que la reticencia a entregar la información que debe de ser pública, entraña el desprecio por la plenitud democrática y revela la preferencia por el autoritarismo más atroz. 

El dispositivo fundamental para que opere eficazmente una política de transparencia, se basa en la fuerza de la obligación a entregar los datos e información solicitada. Para ello se necesita que el impulso de petición este dotado de” fuerza ejecutoria”, equivalente a la judicial. Esto se logró en México, bajo el diseño minucioso de un Instituto de Acceso a la Información Pública (INAI) que garantizara esta característica. Sin el funcionamiento de esta entidad, autónoma de los gobiernos, no se propiciaría esta disposición toral para la generación de un régimen democrático. Cercenar el instituto de la transparencia, conlleva la renuncia a un régimen abierto a las libertades de sus gobernados. Ubicar la responsabilidad de acceso a la información en las entrañas de una secretaría, significaría ponerla a merced de los intereses más aviesos del presidente en turno.

El garante de la transparencia

Es por eso, que se debe impedir tocar al INAI, como lo pretende hacer el Ejecutivo Federal. Intenta destruirlo porque algo quiere esconder, y eso no es bueno para la nación. Pero también este artero ataque, no solo a una institución democrática, sino a todo un “Sistema Nacional de Transparencia”, nos instiga en Guanajuato, si queremos ser congruentes, a revisar y examinar las condiciones de operación de nuestro Instituto de Acceso a la Información Pública (IACIP). Preguntémonos: ¿Qué tan cooptado puede estar por el Poder Ejecutivo? ¿Qué fuerza están teniendo sus resoluciones para abrir información? ¿En que condiciones de acceso a la información nos encontramos los ciudadanos frente a nuestrosgobiernos estatal y local? ¿Qué tan extenso es el conocimiento de nuestro derecho a la información entre los guanajuatenses? ¿Cuáles son las condiciones de los archivos estatales y municipales, de donde se extrae la preciada información? ¿Cuántas peticiones han debido de litigarse por resistirse a la apertura? ¿Qué tan autónomo, vigoroso, asequible y bien armado se encuentra el IACIP? En pocas palabras: ¿estamos viviendo en verdad un régimen democrático en Guanajuato?

¿Que tan transparente es Guanajuato?

Sería conveniente que nos contestaran estas interrogantes, especialmente en la parte relativa a las contrataciones, la transparencia de los municipios y sobre todo en el ámbito de la seguridad pública y la procuración de justicia. Capaz que somos menos demócratas de lo que nos creemos. No vaya a ser.

Garante de la transparencia, garante de la democracia.