FALSOS TESTIMONIOS

Carlos Arce Macías

 

“La justicia es la verdad en acción”

Joseph Joubert

Moralista francés  

 

Hay diferencias radicales entre la política y el sistema de justicia. Como lo verificamos a diario, para la actual política nacional, la consciencia de la verdad es totalmente ociosa, resulta un chiste. Nuestro presidente nos ha mostrado, hasta el hartazgo, la forma de mentir sin recato alguno, lanzando al aire cifras increíbles, hechos no constatados, historias falsas y acusaciones difamatorias. La verdad ha sido expulsada de la realidad política. Y como nadie la exige, ni los ciudadanos la castigan, se continúa la propagación al infinito de la falacia. ¡Viva la mentira!

 

Pero todo cambia cuando se trata de la materia de justicia, en donde operan dos componentes muy importantes:

 

o El aparato de investigación y persecución de los delitos, perteneciente al Poder Ejecutivo.  
o Y el mecanismo de evaluación de las personas sujetas a proceso, para juzgarlas y sentenciarlas, asignando, en su caso, castigos y penas. Esta función se realiza desde el Poder Judicial.

 

En el ámbito de la justicia, la materia prima, es el conocimiento de la verdad. Nada mas lesivo para este componente gubernamental, que el intento de manipular o alterar la verdad. Por eso las leyes previenen y sancionan el perjurio, la falsedad sostenida en un proceso, cuando se ha jurado hablar con veracidad.

 

Por esa razón los abogados, los testigos, los inculpados, los jueces, la policía, los investigadores, los peritos y especialmente los fiscales, son esclavos de la verdad. Mal hará aquél funcionario que falsee hechos o mienta, porque estará fracturando la confianza en la justicia, y con ello, provocando serios y profundos daños a la operación del Estado a favor de la sociedad.

 

Durante la semana pasada, en el programa televisivo del politólogo Leo Zuckermann, “La hora de Opinar”, se presentó una entrevista con Eduardo Guerrero, especialista en Seguridad Pública. En el programa, el famoso consultor explicó como, desde la clasificación de homicidios, se alteran a la baja las cifras de los homicidios dolosos, para incluirlos como homicidios culposos cometidos “con otro elemento”. Se trata de una nueva categoría, totalmente tramposa, utilizada para encubrir la verdadera cifra de homicidios dolosos. La mala noticia para los guanajuatenses es que el estado que más recurre a esta perniciosa práctica es el nuestro. Solamente entre enero y febrero, clasificó como culposos 140 homicidios que deberían estar cargados a la cuenta de los asesinatos realizados con dolo. Así los datos generados por la Fiscalía General del Estado, intentan alterar la percepción de la realidad del crimen en el estado. Tratan de engañarnos, apuestan por la mentira y traicionan la verdad.

 

Como hemos dicho, la naturaleza de los funcionarios que laboran en las áreas dedicadas a la justicia, deben de estar dotados de un temple especial, acrisolados en un compromiso total con la verdad. Por ello, un Fiscal General del Estado, que miente y altera los datos de delitos, traiciona su naturaleza y pierde, ipso facto, la confianza depositada en él. ¿Cómo podemos confiar en un procurador que miente, y asegurarnos que no ha obtenido testimonios bajo tortura o que no falsifica hechos para consignar a inocentes como chivos expiatorios? 

 

Una sociedad no es digna de un Fiscal que haya mentido, aún cuando se trate “solo” de la estadística criminal. Se convierte en un gigante con pies de barro. Se desplomará llevándose consigo a quienes en él confiaron y le otorgaron su voto temerariamente. Triste futuro le espera a Guanajuato con un funcionario mendaz.

 

Pero hay más. Pop Lab, una instancia periodística recientemente creada, publicó el resumen de un interesante estudio del investigador de la Universidad Iberoamericana de León, Fabrizio Lorusso, especializado en temas criminales y policiacos, focalizado en Guanajuato. Los cuadros estadísticos muestran el drama delincuencial de la entidad, originado por la pésima administración en materia de seguridad del anterior gobernador. Irresponsable y descuidado, decidió apostar por una brutal  y criminal militarización de la entidad, bajo la advertencia de académicos, que le previnieron sobre la proliferación de la violencia ante la intervención de las fuerzas militares. Allí donde están los soldados es precisamente donde el zafarrancho ha sido más sangriento.

 

Mientras construía cuarteles, la policía languidecía. En el “Índice de Paz”, desde 2015, Guanajuato decreció hasta ocupar el lugar 27 entre las 32 entidades federativas. Para 2017, el estado contaba con 43.5 policías por cada 100 mil habitantes, cuando la media nacional es de 176. En agencias del ministerio público, la entidad solo opera 1.82 agencias/100mil en Guanajuato, cuando el promedio nacional es de 3.53. 

 

Pero retornemos a la trampa de los homicidios cometidos con dolo, disfrazados de culposos “por otro elemento”. Según el estudio de Lorusso entre enero y mayo, Guanajuato ha enmascarado ¡451 homicidios dolosos como culposos! El Fiscal por cinco ocasiones consecutivas, ha rendido falsos testimoniosestadístico, trocando la verdad por mentira, para presentar un panorama decreciente de homicidios dolosos. Hay que denunciarlo con contundencia: el actual Fiscal no merece estar donde está, miente. A Guanajuato le urge otro Fiscal.

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CHERNÓBIL, EL PRECIO DE LA MENTIRA

CHERNÓBIL, EL PRECIO DE LA MENTIRA

Carlos Arce Macías

 

En recuerdo de Don Miguel Barragán, periodista.

 

¡Caray! que magnífica serie la de “Chernóbil”. La coproducción de la norteamericana HBO con la inglesa Sky, bajo la dirección de Johan Reneck y guión de Craig Mazin, que entregan al público, no solo la recreación del peor accidente nuclear de la historia, sino una pieza video gráfica, propicia para reflexionar a profundidad, sobre un conjunto de problemas muy trascendentes para el avance civilizatorio.

 

Mazin, educado en la Universidad de Princeton, de 48 años de edad, arriba a su madurez, con una experiencia como guionista, que sorprende por su pulcritud, dramatismo y fuerza, en medio de una tensión constante, por los peligros, cada vez más amenazantes, que fueron provocados por la explosión de un reactor nuclear.

 

La recreación del ambiente soviético de 1986, con la rigidez del politburó comunista, el imperio de la ideología, la vulgaridad de la burocracia y la inconsciencia gubernamental para operar una planta de fisión atómica; se plasma con delirante realismo en la serie. El mundo gris de un caduco imperio insostenible.

 

Chernóbil la serie, mezcla temas de trascendente importancia: la búsqueda de la verdad, la mentira, el poder autoritario, los burócratas, el heroísmo ciudadano, las víctimas, la consciencia científica y el derrumbe estrepitoso de un sistema arcaico. 

 

Nos muestra una gran cantidad de facetas, de una explosión motivada por las peores aberraciones de un puñado de irresponsables burócratas e ineptos técnicos, producidos por un gobierno conformado por incondicionales, temerosos de contradecir la menor seña de un superior, no se vayan a enojar, o se trunquen las ascendentes carreras, en la escala burocrática, de cada funcionario involucrado en la operación de una planta de generación eléctrica termo nuclear.

 

Pero también, engarzando diálogos, Mazin nos presenta la ruptura con la realidad que todo esto significa. El rosario de torpezas que anuncian muerte, con tal de no reconocer las brutales consecuencias de un generador nuclear, expuesto y sin las protecciones estructurales recomendadas. La catástrofe no es suficiente para convencer a la burocracia de los efectos que habrá que paliar. Las vidas apostadas, se cuentan por decenas de miles.

 

Aún cuando Chernóbil se encuentra en Ucrania, fue Bielorrusia la parte más afectada. En 2008, durante un viaje oficial a Minsk, pude descubrir la honda cicatriz abierta en el corazón de la Europa Central que había dejado el desastre atómico. Sin venir al caso, los bielorusos, acostumbrados a pasarla mal (Napoleón, Hitler, Stalin, etc.) aludían constantemente a las restricciones sufridas años atrás,  por el estallido y los humos radioactivos, que se esparcían por su territorio. Años de destrucción, de remoción de tierras contaminadas, de eliminación de bosques y fauna, y un aumento exacerbado del cáncer entre la población.

 

Al investigar el origen de la calamidad, van apareciendo datos estrepitosos. Malos diseños de los reactores, ocultados por la agencia de inteligencia soviética KGB. Construcciones débiles, incapaces de contener la eventual deflagración del reactor por un criterio macabro: era más barato. La austeridad soviética así lo recomendaba, y su ejecución, bajo esos parámetros, era obligatoria.

 

Las denuncias de los científicos trataron de ser contenidas. Por delante, la consigna política, el nombramiento como “Héroe de la Unión Soviética”, a cambio del silencio. La confrontación brutal de la mentira contra la post verdad oficialista, dejándonos como moraleja la reflexión final atribuida a Valeri Legásov, el jefe científico del Comité de investigación del accidente de Chernóbil :

 

“Ser científico es ser ingenuo. Estamos tan centrados en saber la verdad, que no consideramos la poca gente que quiere que la descubramos. Pero siempre está ahí, la veamos o no, elijamos verla o no. A la verdad le da igual que la queramos. Le da igual nuestro gobierno, nuestra ideología, nuestra religión. Esperará eternamente.”

 

Concluyamos: a los gobiernos no les irá bien alineándose a la mentira y negando la realidad… aunque tengan otros datos. Allí está el ejemplo de Chernóbil.

 

COMO EN FERIA

Carlos Arce Macías

No por nada, el PAN bascula sobre las espaldas de Juan Carlos Romero Hicks. Hoy la imagen de Acción Nacional, puede identificarse en el discurso del diputado guanajuatense que, mediante disertaciones bien pensadas y bien expresadas, responde una y otra vez a la sarta de ocurrencias gubernamentales, que cada mañana se lanzan para acrecentar el caos en el que nos vamos sumergiendo. Bajo sus críticas certeras y agudas, les va como en feria a sus adversarios.

 

Pero su función no es fácil. Ahora, hacer oposición, significa caminar en el desierto. Hay que sufrir soledades y realizar esfuerzos sobre humanos, para ir convenciendo, con grandes dificultades, a los ciudadanos que han sido cruelmente engañados. Hay que decirles que el paraíso prometido, cada día es más lejano; que la economía se nos esfuma ante la desconfianza generalizada; que el gobierno ha perdido talento y potencia a base de hachazos diarios, en contra de una burocracia federal, aterrada por cualquier sentencia matutina.

 

Hay que aclarar al esperanzado “pueblo bueno”, que su ingenuidad ha encumbrado a un irresponsable, para hacerse cargo del timón de la nación, mientras en unos cuantos meses, la delincuencia prolifera, los hospitales públicos se vuelven mudos testigos de la muerte y la enfermedad, y la ciencia y tecnología languidecen a base de una política enjundiosa de recorte presupuestal y persecución demencial. De migración, ya mejor ni hablamos.

 

Romero Hicks, desde su experiencia como rector de universidad, gobernador de estado, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y senador de la República conoce de cerca la dificultad para construir políticas públicas sólidas de asistencia médica, de seguridad, de fomento científico y tecnológico. No le cuentan cuentos, ni venden espejitos. Sabe más que ellos, que los de la cuatro té.

 

Por eso su voz y sus acciones parlamentarias se convierten, cada ocasión que toma la palabra, en tiros de precisión sobre un gobierno sin rumbo definido, uncido a la voluntad de un personaje que se resiste a entender que la realidad es compleja, y no puede ser enfrentada con simpladas, salidas como de la chistera de un mago. La magia es engaño, por eso México se precipita al vacío.

 

Convencer a millones de electores, de que el milagro no va a ser posible, que no basta con creer para que algo suceda; que la voluntad presidencial no es capaz de transformar toda perversión de la noche a la mañana; que no basta la biografía de activista social para diseñar un gobierno eficaz para combatir una extendida red de complicidades para prevaricar y hacer negocios desde los gobiernos, no resulta fácil de explicar al ciudadano común. Es una ruda y difícil tarea, para la que hay que prepararse.

 

De pronto, los mexicanos, deberán despertar y enfrentar el desasosiego de la esperanza segada. Se darán cuenta que en el gobierno, los milagros no existen. Que todo es resultado de un esfuerzo extraordinario, sostenido durante mucho tiempo, para obtener logros limitados pero permanentes. Que los pueblos solo pueden avanzar gracias a la designación de equipos de gobierno honestos, capaces  y persistentes, que puedan crear administraciones de alta intensidad, que bajo la luz de la inteligencia, puedan fijar con certeza el rumbo. Que el discurso de odio y revancha, los mensajes patrioteros y emotivos, son cuidadosamente dirigidos a la amígdala cerebral y tienen como efecto inmediato, bloquear las zonas de raciocinio de la mente, que traban las capacidades de pensar. Así los ingenuos acaban cinchados a la palabra, y desprecian los hechos, que, al final, son los que generan realidad. Solo así se explica como amplias capas de la ciudadanía optan por apoyar propuestas vanas, tonterías.

 

Un golpe tan duro es difícil de explicar. Más cuando el portador de la noticia, debe de poseer atributos muy encomiables, como la decencia y honradez, para no motivar mayor incredulidad. Para el PAN, significa lanzar a la hoguera la deplorable experiencia de cercanía y complicidad con el PRI. Renunciar a las componendas de antaño, a las fiestas tropicales, a las presidencias de comisiones desde donde se negociaban favores, a la aceptación de prebendas a cambio de la sumisión legislativa. Mea culpa, acto de contrición, genuina intención de retornar a los valores originales. Por eso hay que desterrar todo vestigio de la perversa alianza, pactada en lo obscurito.

 

En este peligroso momento para nuestro país, el PAN debe de ser oposición sin adjetivos. Duro, directo y sin concesiones, para poder convencer y reposicionarse en el ánimo de la gente. Exactamente como Juan Carlos Romero Hicks, hombre recto, lo hace desde su curul de diputado y a cargo del grupo parlamentario de Acción Nacional. Va bien.

 

Mientras tanto, un miembro del selecto grupo de diputados federales panistas, en el momento mas duro y cuando la batalla se vuelve fragorosa, opta por desertar, quitarse el yelmo, tirar el escudo y arrojar el peto. Prefiere el suave y mullido rincón provinciano, e intentar ser nominado para administrar los ánimos festivos del pueblo, dirigiendo una feria provinciana. Juzguen ustedes y el ayuntamiento, el temple del personaje. Decidan en libertad.

CIENCIA

Carlos Arce Macías

 

El fin de la ciencia no es abrir la puerta al saber eterno, sino poner límite al error eterno”.

Galileo Galilei

 

El término “Ciencia, proviene de la etimología latina scientia que significa conocimiento. Pero no es cualquier conocimiento, sino se trata de aquel con ciertas cualidades: sistemáticamente estructurado, obtenido mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de la experimentación. A partir de estas condiciones se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y esquemas metódicamente organizados. Se trata de la operación del cerebro humano en su mejor nivel de funcionamiento. Es una tarea diferenciadora de la especie humana. Es el pensamiento sublimado.

 

Sin embargo hacer ciencia no ha sido fácil. Más allá de los referentes históricos de Babilonia, China y Egipto, los griegos desarrollaron como ninguna otra civilización el pensamiento científico. Solo el hachazo del cristianismo segó los avances logrados en la era clásica y postró a la civilización occidental en el obscurantismo. Hacer ciencia se convirtió en una peligrosísima actividad que podía terminar en la hoguera o por lo menos en alguna mazmorra o celda conventual. La utilización del método más sincronizado con el cerebro humano, desnudaba con singular crudeza muchos de los absurdos dogmas religiosos. De allí que la ciencia siempre termina contrapuesta a la creencia. La creencia busca la fe, la ciencia la evidencia y la razón.

 

La historia testimonia a un buen número de famosos perseguidos por sus observaciones, experimentos y teorías, como la célebre científica Hipatía de Alejandría, pero también Roger Bacon, Miguel Servet, Giordano Bruno, Nicolás Copérnico, Johannes Kepler y René Descartes. El fanatismo y la fe, no se llevan bien con la ciencia que exige como presupuesto la libertad de dudar de todo. La hoguera siempre había estado presente , hasta la consolidación de la revolución científica ya en los finales del siglo XVII mediante la creación en Inglaterra de la Royal Society, la asociación científica más antigua del mundo, con Isaac Newton a la cabeza, y su famoso lema: “Nullius in verba” (En palabras de nadie), que establece el desacato al  “principio de autoridad de los escolásticos”, como reto para comenzar a dudar de todo y pensar todo.

 

A partir de ese momento, las principales potencias mundiales fomentaron las ciencias, y con ello, el desarrollo acelerado de la civilización. Los países saben de la importancia de consolidar una masa crítica que entienda y practique la ciencia, conectando con otras zonas y regiones para compulsar observaciones e hipótesis, así como para compartir experimentos. La bonanza de los países depende de ello.

 

Hacer ciencia se convirtió, con el tiempo en política de Estado. Las conflagraciones bélicas de dos devastadoras guerras mundiales, y especialmente la guerra fría y los avances en el uso de la energía nuclear, accionaron grandes inversiones para formar científicos, construir laboratorios y apoyar proyectos en la industria y en las grandes universidades. 

 

Hoy el país que carece de capacidades científicas y tecnológicas está destinado a la medianía… si bien le va. Es por eso que sorprende la mezquindad e inquina con la que el gobierno de López Obrador ha actuado en contra de la comunidad científica, agrediéndola y acusándola de ser corrupta. Hay un tufo en el modito como el presidente se refiere a los científicos y goza los disparates de su nueva directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), que agravia y hiere.

 

Nuestro nuevo presidente no es un hombre tocado por la luz de la ciencia, sino por el contrario, sujeto al pensamiento basado en creencias. Se advierte esto a todas horas en sus mensajes y en la forma como toma sus decisiones. Convertir en púlpito la tribuna presidencial, descubre su convicción en que la revelación, es la base de su acción. El antídoto, por desgracia para él, es la ciencia. De allí que desmembrar el aparato científico y tecnológico del país se convierte en una prioridad gubernamental, ya que desde esa posición se pueden controvertir “sus datos”.

 

Y es que en el encuentro con el pensamiento científico es desde donde se puede desmoronar su gustada frase:  “yo tengo otros datos”, que no podría sostenerse frente a académicos connotados que recomendarían: “pues revíselos porque están mal”; o bien ante la festiva afirmación de: “vamos requetebién”, porque se impondría la pesada ancla de la realidad, constatada científicamente y que le señalaría al Ejecutivo tajantemente: “se equivoca, vamos mal. Rectifique”. 

 

Ese es el drama de la ciencia frente al poder sin contrapesos, y el momento en que las hogueras se encienden en busca de nuevos condenados para tranquilizar a sus fanáticos. No por nada, el renacimiento democrático se dio luego de producirse la revolución científica. Desde allí se entendió la necesidad de acotar a los monarcas y dictadores. 

 

Pero si no es desde el ámbito científico, dónde se combata la sinrazón que comienza a campear en México, no será en ninguna otra parte, donde se luche frontalmente contra el fanatismo y las creencias absurdas, que subyace en el populismo mas ramplón. Salvaguardar la búsqueda de la verdad en un entorno de libertad, y hacerle frente al dogma, desde cualquier parte donde se quiera imponer, es deber académico irrenunciable. Con valentía, los científicos mexicanos deben de dar esta batalla. Nullius in verba.

 

 

 

 

 

REGULACIÓN PATROCINADA

Carlos Arce Macías

 

De verdad, desespera constatar la falta de talento y de imaginación que se consigna desde el Congreso del Estado, especialmente por la fracción mayoritaria, la del PAN, que es la que mayor responsabilidad asume, para la buena conducción de las tareas legislativas y de rendición de cuentas de los gobiernos bajo su supervisión.

 

Recientemente se presentó , con bombo y platillo, una de las piezas legislativas más ramplonas que hemos tenido frente a nuestro escrutinio. Dejemos a un lado la pesadísima carga política, que a instancias de Miguel Márquez, se dejaron imponer los diputados azules, asumiendo como propia la ratificación de un fiscal supercarnal, a todas luces impresentable.  Demos vuelta a la hoja.

 

Por voz del diputado Miguel Salim, Acción Nacional presenta una partitura legal para regular, así lo aprecian ellos, uno de los fenómenos más peligrosos y nocivos para la sociedad moderna: las plataformas digitales de hospedaje. Tarde se les hacía para atender ese urgente reto de protección, mientras la inseguridad continúa campeando en el estado.

 

Seguramente usted, ciudadano, no podía conciliar el sueño ante la rudísima acción 24 por 7 de comercio electrónico, que sustentan sistemas digitales como el de “AirBnB”, en donde de forma muy sencilla se puede contratar hospedaje en cualquier país y ciudad del mundo a un buen precio. La ventaja es simple: el entorno sobreregulado, fue superado, de un plumazo, por la innovación, afectando, en beneficio de los consumidores, el precio de los servicios de hospedería, y abriendo, a su vez, ese mercado a una gran cantidad de personas ofertantes. Eso hacen que bajen los precios.

 

Fíjense bien. Hoy se puede comerciar una recámara, de manera sencilla, práctica y segura, de forma global, gracias a estas plataformas. De esta manera, con una pequeña inversión, los ciudadanos pueden acceder al mercado, y obtener beneficios de él. Antes estaba proscrito para ellos, ya que solo la hotelería podía brindar estos servicios, bajo la supervisión, casi siempre corrupta, del gobierno. 

 

Pues bien, ante la generalización del uso de plataformas digitales como AirBnB, y el beneficio para los ciudadanos comunes y corrientes, Acción Nacional ha iniciado, con saña, una cruzada legislativa para acotar los derechos de las personas a comercializar sus inmuebles de forma eficiente y a bajo costo. 

 

La denominada iniciativa de “Ley de Hospedaje por Plataformas Digitales del Estado de Guanajuato” es un instrumento diseñado para la protección del gremio hotelero. Bajo la misma ecuación Uber-taxistas, se repite en este caso, AirBnB-hoteleros, en el formato de una protección indebida e indecorosa a un grupo de interés, que cuida con celo sus utilidades. Triste, el grupo parlamentario del PAN, insistente en implementar, al pie de la letra, las instrucciones del manual para llevar a cabo suicidio político.

 

La industria hotelera en Guanajuato, ha crecido explosivamente. Los hoteles se han multiplicado por doquier. León es ejemplo claro de una industria en auge, al igual que en Silao y en el resto del corredor industrial. San Miguel de Allende y Guanajuato, no obstante la dudosa rectitud de sus gobiernos, han aumentado su oferta hotelera. Si hay problemas a la vista en el sector, se deben a la torpeza del nuevo gobierno federal, no a las plataformas digitales de última generación

 

La iniciativa de Ley de Hospedaje, no es más que una pieza diseñada para limitar la oferta de espacios en renta, de la plataforma de AirBnB en Guanajuato. Se impone un rosario de trámites, en manos de los ayuntamientos, muchos capturados por el gremio hotelero. Así quedará a su antojo, decidir quién puede y quién no, usar la plataforma. En Guanajuato Capital, por ejemplo, el alcalde-hotelero es el impulsor de la iniciativa.

 

No me desvío más. Va la sarta de trámites que se intenta imponer, para hacer naufragar a AirBnB:

 

1.- Cumplir con lo establecido en la Ley de Hacienda (Impuesto de hospedaje).

2.- Registro en el Padrón Municipal, que se creará ex profeso, mediante un reglamento especial. Agárrense.

3.-  Llenar una solicitud y estar inscrito en el Registro Federal de Contribuyentes.

4.- Si son personas morales, acreditarse mediante su Acta Constitutiva.

5.- Una vez presentada la solicitud, esperar la “Visita de Inspección de Hospedaje”.

6.- Obtener la “Autorización Municipal” (lo que esto signifique). 

7.- Obligación de informar tarifas, y obligación de entrega, al momento de admisión y registro, de un comprobante. 

8.- Exhibición de tarifas en el lugar del servicio.

9.- Contratación con una Compañía de Seguros de una póliza contra riesgos.

10.- Registro ante la Secretaría de Turismo, del Reglamento Interno del establecimiento.

11.- Exhibición en cada habitación, en su caso, del Reglamento Interno.

12.- Cumplimiento de las medidas de Protección Civil (A discreción).

13.- Contar con la licencia de Uso de suelo, correspondiente. Ojo en este requisito, hay trampa, ya que se anularía, casi totalmente, la posibilidad de ofrecer el servicio en zonas que no cuenten con uso de suelo comercial.

14.- Atenerse a los Lineamientos que en un futuro dicte la Unidad Estatal de Protección Civil. Ya los conoceremos.

15.-Se otorga a la Secretaría de Turismo y a los ayuntamientos, sí, ayuntamientos, la facultad de recibir las denuncias de los usuarios. Nueva función municipal.

16.- Sujetarse a los principios, estrategias y prioridades  previstas en el Programa Nacional de Turismo, Plan Estatal de Desarrollo y Programa de Gobierno del Estado.

17.- Contar con un Libro de Registro de Quejas y Sugerencias, registrado y foliado por la Secretaría de Turismo, con un Instructivo adjunto de cómo debe de ser utilizado. Se harán revisiones al bendito libro, durante las visitas de verificación de la Secretaría de Turismo.

18.- Obligación de notificación al ayuntamiento, del cambio de cualquier dato o documentos que avalen el registro.

19.- Sujetarse a las disposiciones de conciliación que marque el ayuntamiento. Aparte de recibir denuncias, también conciliará.

20.-Sujetarse y pagar las sanciones que se impongan por violaciones  en materia de Uso de Suelo, por el ayuntamiento. Les advertía, mucho interés en este punto.

 

Habrá que correr notificación a la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE), al Banco Mundial (WB), al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), y al Observatorio Nacional de MR, instituciones inmersas en los procesos de Mejora Regulatoria, sobre la imaginativa e innovadora forma de regular, que pretende llevar a cabo el grupo parlamentario del PAN. Esto contraviniendo las recomendaciones, siempre sensatas de su fundador Don Manuel Gómez Morín, de utilizar con garbo la técnica legislativa. Seguro se estremecerá en su tumba. Es vergonzoso, esta regulación está patrocinada por un grupo de interés, para conculcar  la libertad de comercio de los ciudadanos… y huele muy mal.