V INFORME, LA TENTACIÓN DE SER CÉSAR

 

Carlos Arce Macías

Miguel Márquez es una persona sencilla por naturaleza. Intenta alejarse de las extravagancias del poder, y pretende instalarse en las antípodas de boato político, imprimiéndole espontaneidad a su constante interrelación con la ciudadanía. Es un político, que con cierto aire foxista, desea definirse como alguien cercano a la gente.

Hay que aclarar algo, el acto republicano, relativo al Informe Anual del Ejecutivo, se encuentra normado en el artículo 78 de la Constitución Política del Estado. Se trata de “un informe escrito en el cual exponga la situación que guarda la Administración Pública del Estado”. Esta obligación se cumple con la entrega que hace el Secretario de Gobierno al Congreso. Punto.

De tal manera, que el acto público al que asistimos en el parque Bicentenario es otra cosa. Se trata de un evento político, que envía un mensaje concreto: Márquez cumple, el gobierno tiene logros excepcionales gracias al trabajo del gobernador, y aunque con algunos problemas, todo pinta muy bien para los guanajuatenses.

 

El discurso duró aproximadamente hora y media, una hora y un cuarto, se dedicó a señalar los logros de la administración. No se pueden minimizar: enorme creación de empleos, aumento substancial del producto interno bruto del estado, multiplicación de las exportaciones, muchos parques industriales en diversos puntos de la región, turismo en auge, y un sector agroindustrial en transformación, de granero a refrigerador del país, a través de la agregación de valor a sus productos. Guanajuato está mejor que muchos estados de la República, gracias a su posición geográfica, a las condiciones internacionales vigentes hasta ahora, a la labor de sus empresarios y trabajadores, a la infraestructura creada en administraciones anteriores… y finalmente al desempeño de su gobierno, lidereado por el gobernador.

La entrega y aplicación de millones y millones de pesos, a programas sociales para miles de habitantes de escasos recursos, debería llamarnos la atención, no por su virtud, sino por la persistencia de las carencias en las clases más vulnerables de la sociedad. Me explico, una buena administración debería rendir informes en los que se evidenciara anualmente un menor gasto en programas sociales destinados a la pobreza, a causa de la remisión de la misma. Pero en todo México parece lo contrario; se festina el aumento anual del gasto en estos programas, y se anuncia con orgullo ese logro. La pobreza en plena expansión. ¡Bravo!

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Una vez descrita la parte festiva del mensaje, utilicemos el pensamiento crítico, para plantear otras perspectivas del evento. Consideramos de entrada, que perdió clase y buen gusto, a diferencia de los actos anteriores en los que se había impuesto una retórica sobria y directa. El bautizo de Márquez, como “El Gallito de Oro”, en un anuncio incrustado en el discurso, resultó el inicio de un guión excesivamente auto elogioso. Luego siguieron varias inclusiones de minusválidos, pequeños empresarios, estudiantes, etc, que agradecían directamente los apoyos otorgados y la buena disposición del Miguel Márquez y el cumplimiento de sus promesas. Bajo este formato, el discurso adquirió un toque populista innecesario.

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Si el PAN quiere enfrentar con éxito al candidato que lleva todo el siglo haciendo campaña a base del populismo, debe de posicionar una disertación radicalmente distinta, seria, directa, clara y contundente, que reúna un requisito muy importante: el republicanismo.

Ser republicano, preocupado por las cosas públicas, requiere trasladarnos a la vieja Roma, la inventora de esta práctica política. La Roma republicana, fomentaba las virtudes cívicas de su pueblo. Su clase política la llevó a convertirse en dominadora del mundo occidental, gracias a la integridad de sus gobernantes. En la Roma republicana, no había pan y circo, sino discusión circunspecta de los asuntos públicos en su Senado. Solo basta recordar que la construcción del Coliseo, no se dio sino hasta el siglo I D.C. durante el reinado del emperador Tito, con la república destruida y el imperio en pleno apogeo. En ese período histórico, los romanos vivían sojuzgados, pero felices disfrutando los espectáculos de su circo. El pan se repartía, arrojándoselos a los asistentes. La dignidad perdida, pero todos satisfechos.

Si Guanajuato, es parte de una república, su clase política debe de ser austera y su discurso debe construirse para señalar los avances, pero sobre todo, los retos que tiene por enfrente su gobierno. Quince minutos para referirse al grave problema de la seguridad pública y rematar su participación, resultan insuficientes para construir un mensaje republicano, en el que se plantean con seriedad los asuntos importantes para los ciudadanos. Los programas asistenciales, por muy populares que estos sean, son totalmente marginales.

Un buen discurso hubiera sido aquél que esbozara con contundencia el relato de temas torales como : el funcionamiento y las amenazas a la seguridad pública que viven los guanajuatenses; las condiciones medioambientales y de equilibrio ecológico del desarrollo industrial y urbano; la gobernabilidad democrática del estado; el ejercicio de la libre expresión; la vigilancia al desempeño de la administración pública; la consolidación de la transparencia y la rendición de cuentas; el combate a la corrupción y los moches; la efectividad del gobierno para hacer prevalecer el Estado de Derecho, especialmente el cumplimiento de contratos y el respeto a los derechos de propiedad; las condiciones políticas y administrativas de los gobiernos municipales. Eso es parte de lo verdaderamente importante y trascendente, que no se tocó.

Pero la tendencia a presentarse como un césar simpaticón, se impuso finalmente. Miguel Márquez debe de realizar una profunda reflexión sobre ello. Quizás sus consejeros áulicos deberían de intervenir a fin de corregir el camino rumbo a la sobriedad republicana y la traducción, en un léxico sencillo, de los temas fundamentales del buen gobierno, porque esa es la diferencia para asumirse no como gerente, sino como estadista.

En fin, en un momento de prosperidad bajo amenaza, se perdió una valiosa oportunidad para trascender, no por los números y estadísticas consignadas en el mensaje, sino por las ideas expresadas. Ojalá se aboque el gobernador a mirar con una perspectiva más profunda y menos superficial, su importante labor. Los guanajuatenses se lo exigimos.

Twitter: @carce55

 

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