EL PAN FRENTE A SU DILEMA
Carlos Arce Macías
El Partido Acción Nacional, ha sido concebido como una escuela de democracia por sus fundadores. Este fin, es previo, incluso, a la participación política y electoral de la organización con el objeto de obtener el poder. La primer acción del PAN, es la educación de la ciudadanía para la democracia.
En congruencia con su esencia, Acción Nacional debería establecer en sus procesos internos, condiciones absolutamente democráticas, a fin de preparar a sus militantes en el funcionamiento práctico de la democracia. Así, debe de entrenar a sus miembros en el debate de las ideas, y la confrontación de estas, sin que ello signifique lastimadura o lesión entre los sustentantes. Dentro de la democracia se discute, y se gana o se pierde, pero nunca se gana siempre ni se pierde todo el tiempo. Con paciencia, se puede enseñar a los ciudadanos a aceptar la derrota y la victoria ajena, y a los victoriosos a ser humildes en el triunfo. Se debe desterrar el gen egoísta.
Hay que aprender a utilizar la técnica del debate, sustentada en la lógica y la identificación de los sofismas, para de esa forma poder desarmar los argumentos del contendiente. Las tesis deben de ser rápidamente analizadas, para pulsarlas en el discurso con el fin de apoyarlas o descartarlas. El reto de la democracia, como buena herencia del período clásico, es que hay que pensar. Por eso es la mente, sus conexiones cerebrales y la velocidad de las mismas, las que hay que ejercitar continuamente.
Ser miembro de un partido político como el PAN, conformado por cuadros de militantes que se pretenderían bien formados y no de masas, como es el caso de otras formaciones políticas, devela el origen universitario de sus fundadores y la sofisticación intelectual a la que aspiraban. Su concepción fue la de poner la técnica al servicio de la política, la ciencia, alumbrando el camino del desarrollo del país.
Inmersos en estos postulados, la conformación de su dirigencia y la elección de sus candidatos, precisaría aprobar el tamiz de un proceso electivo verdaderamente ejemplar. Debería llamar a asombro, la conducta de los miembros del partido albiazul, en todo comicio interno para definir a su dirigencia y designar a sus postulantes a cargos públicos. Elecciones contratadas al INE para garantizar la imparcialidad, y el uso de tecnología de punta en ese campo, como el voto electrónico, que permite el conocimiento, en tiempo real, de los resultados electorales.
Todo esto, después de haber sostenido innumerables debates en todo tipo de foros y diversidad de auditorios, en el sano ejercicio de confrontar tesis, como contemporáneos gladiadores. Hay que recordar que son las ideas, las que mueven a la humanidad. Nadie en el PAN, evidenciando la buena fe que debería de guiar su conducta, evitaría la ocasión de entablar una buena discusión entre colegas. Finalmente son las ideas la substancia de la democracia.
Sin embargo, todo este modelo ideal, depende de un instrumento fundamental sobre el que bascula todo el proceso comicial interno: el padrón de miembros. Sin un padrón confiable, que permita a cada militante poseer una credencial con fotografía, datos biométricos y chip, que la haga inalterable; sin un listado de electores internos con fotografía y datos precisos; las elecciones intrapartidistas, no podrán realizarse con certidumbre y confianza.
Y es por la vulnerabilidad del padrón, por lo que todo el sueño democrático comienza a derrumbarse en el PAN. Un dirigente nacional, que aspira a una candidatura inmediata a la presidencia de la República, tendrá mil razones para manipular y controlar el padrón de miembros, que le permita lograr su aspiración. Gobernadores obsesionados con la misma candidatura, no dudarán en “invertir” dineros públicos en afiliar masivamente a ciudadanos comprometidos a votar por ellos, mediante dádivas. Quien controla la afiliación y el padrón, es dueño de la elección.
Por eso, resulta crucial para Acción Nacional, la prueba piloto que se lleva a cabo en Silao, Gto. para convalidar que solo quedarán reinscritos, aquellos miembros genuinamente panistas, y no zombis programados a votar a contentillo de un impúdico politicastro.
Habrá que estar al pendiente de cómo es depurado ese listado, y el municipio de Silao, se convierte en ejemplo nacional, para acreditar solo una verdad: si alguien es realmente panista. Si esto no se logra, depurando un universo de 800 miembros activos, muchos de ellos inscritos fraudulentamente, el sueño democrático nunca se hará realidad; y el PAN se seguirá confundiendo con la masa de partidos, sin verdadera vida democrática. Al tiempo.
Publicado en AM León el domingo 17 de Julio.
Twitter:@carce55
Estimado Carlos Arce Macias, comparto tus señalamientos respecto al padrón, y a las observaciones de las antidemocráticas prácticas de adquirir el voto mediante la satisfacción de un interes particular, muchas veces logrado con algunas migajas denominadas apoyos o dádivas.
Un gusto que coincidas. Hay que actuar rápido.
Estoy de acuerdo en las observaciones, ¿En qué puedo contribuir?
Saludos
Celebro la coincidencia.
Mientras sean juez y parte y se permita que el estratega de manipulación del padrón siga formando parte del CEN es poco creíble que se efectúe una depuración Ética es necesario quitar a Jesús González Reyes del CEN.
Claro, habrá que llevar a cabo una auditoría y cambios pronto.