CORRAL, EL VERDADERO PAN
Carlos Arce Macías
El pasado 5 de junio, se produjo un parteaguas en el sistema político mexicano. En doce estados de la república, los mexicanos salieron a votar, y decidieron despojar al PRI de importantes bastiones. Perdió siete gubernaturas y decenas de diputaciones y municipios importantes. El ganador indiscutible fue el PAN, que se posiciona como serio retador para el arrebatarle al tricolor la Presidencia de la República en 2018.
Pero los datos triunfales son traicioneros. En tres estados ganó en coalición con el PRD. Varios de sus candidatos son advenedizos que han manifestado con hechos, conductas ajenas a la práctica y doctrina panista. No son consistentes doctrinariamente y su lealtad es frágil, por decir lo menos. Uno es adquisición de última hora y no se le pueden exigir demasiados compromisos.
Entre todas esas candidaturas, destaca una, la de Javier Corral Jurado, que disputó la elección a gobernador de Chihuahua. La ganó contra todos los pronósticos de las casas encuestadoras, compradas desde el gobierno estatal, que cucharearon a contentillo los porcentajes para tratar de producir un ambiente de desgano y desesperanza en los electores. Televisa y Azteca, las dos poderosas televisoras, lo desaparecieron del mapa, pues desde el legislativo se convirtió en su más asiduo crítico y frenó con rudeza muchas intentonas del duopolio para obtener más privilegios y evitar cualquier competencia en “su mercado”. Con un uso intensivo y eficiente de las redes digitales, y con cierta apertura de medios locales, pudo esparcir sus postulados y propuestas entre los electores. Es el heredero del verdadero PAN, de ese que se rebela a que los mexicanos vivamos en la mediocridad de un mal gobierno.
Corral no es un político común, se cocina aparte. Parlamentario de cepa, tendrá ante sí un reto inigualable: convertirse en ejecutivo. La disciplina, el orden, el trabajo en equipo, es algo que no se requiere como atributo fundamental en las actividades legislativas. Enfrentarse a la razón de Estado, a la lógica implacable del poder y a los laberintos normativos, no será cosa sencilla, menos en un ambiente de ruina administrativa, en la que el priísta Duarte deja sumido a su estado.
Pero el triunfante candidato, posee una condición que florece en la vida parlamentaria y no en la aridez de los escritorios burocráticos: la palabra. Será muy importante ver como la usa, desde una nueva trinchera, para comunicarse con los ciudadanos. La tribuna se le da, ahora deberá llenar su discurso de ideas fértiles, no solo para los retos políticos, sino también para los administrativos. Espero salga avante, porque inteligencia no le falta.
Por lo pronto, en sendos discursos ante los chihuahuenses, y delante de los líderes de su partido y los demás candidatos electos; sus frases esbozaron el reto de los panistas frente a los resultados de la elección: la construcción de una alianza con los ciudadanos y la edificación de un gobierno solidario, avocado a ayudar a los que menos, tienen, pueden y saben.
El panismo antes del 2000 construyó ciertas capacidades administrativas a través de gobernar grandes ciudades mexicanas. Su experiencia en gobiernos estatales, ha sido escasa y no siempre se han podido sostener, salvo los casos de Baja California y Guanajuato. Jalisco, se convirtió en el peor desastre en la elección de 2012, y en la Ciudad de México la influencia confesional de algunos grupos de extrema derecha, lo han enviado a una posición marginal. Hoy Acción Nacional, gobernará más estados, que nunca antes. Es la base para reconquistar la presidencia.
Con rumbo al 2018, sobre todo para la próxima batalla que se dará en el estado de México, el PAN deberá idear un nuevo modelo de gobierno. No puede seguir ofreciendo más de lo mismo. La propuesta que inspiró la campaña de Javier Corral apunta a ello. Sin abandonar la construcción de un capitalismo funcional, deberá escorar hacia la construcción de políticas públicas eficaces para ayudar a los ciudadanos más vulnerables. Tratar de asegurar comida, vestido y techo a cuantos más se pueda. Hoy se sabe del trato discriminatorio en la ejecución de programas sociales, su opacidad, la rapiña, el clientelismo y su ineficacia. Ya se estuvo en posiciones donde se pudo hacer mucho, y el PAN poco logró. Hay que intentarlo de nuevo con seriedad y desterrando el populismo corrupto y electorero.
La congruencia política, pero a la vez la apertura a diversos actores sociales, como lo hizo Corral en Chihuahua, es otra ruta que deberá utilizar un partido que de verdad quiera obtener el voto de los ciudadanos. La alianza moral con la sociedad que desde Chihuahua se plantea, es el compromiso para construir gobiernos transparentes, que rindan cuentas y castiguen a los corruptos, pase lo que pase… aún a costa de perder la siguiente elección.
También se trata de formar verdaderos gobierno republicanos, en donde la separación de poderes funcione, evitando la docilidad de los diputados, incluso los del mismo partido, y la manipulación en el nombramiento de magistrados para intentar controlar al poder judicial. Hay que echar a andar la maquinaria de buenos gobiernos, que comienza con estas fórmulas. Es un desafío a mediano plazo, que hay que enfrentar con prontitud.
Seguir al gobernador Corral en su aventura ejecutiva, será una apasionante observación. Sus detractores dentro del propio PAN y del sistema, estarán atentos para festinar y amplificar cualquier derrapón. Las televisoras, sin dineros provenientes de las arcas chihuahuenses, no perderán oportunidad de crítica. Pero el político norteño y el grupo de inquietos rebeldes que lo acompañan, estarán listos para la batalla. Por lo pronto, ya fijó el rumbo.
*Artículo publicado en el periódico AM de León el 19/06/16
Twitter: @carce55
Soy queretano y panista, sigo con atención sus artículos y me gustan sus análisis críticos, que reflejan su experiencia y visión. Creo que los resultados electorales de éste junio de 2016, reflejan el hartazgo social y el aprendizaje de la oportunidad democrática por parte de la sociedad. El reto para los mandatarios electos es más que nunca el convencer y ser capaces de dar esperanzas a los ciudadanos, con su gobierno. Importan mucho los qué de sus logros, pero más importantes son los cómos. La alianza con la sociedad debe trabajarse mucho más, en esto coincidimos.
Celebro la coincidencia de ideas. La reflexión nos debe llevar a cambiar el discurso político y las acciones de gobierno. Saludos.
Va a ser importante que el ahora gobernador lleve a cabo lo prometido en campaña con honradez y energia, que establezca un plan de reconstruccion y luego recuperacion a todos los niveles, despues del desastre (lo reconocemos) que esta dejando el gobernador saliente. No olvidamos su promesa respecto a llamar a cuentas, y de salir culpable (que parece quesi lo es) hacer caer el peso de la ley, recuperar lo sustraido fraudulentamrnte al erario del estado, para asi volver al csmino de la legalidad.
Lo más difícil y complicado está por venir. Probar los delitos cometidos por altos funcionarios, en México, es muy difícil.
Mu gusto mucho el articulo de Javier Corral; mis mejores deseos Javier como Mexicano y como panista.
Ojalá le vaya bien. Es una esperanza.