SEGURIDAD PÚBLICA, altos costos por cubrir.

 

 SEGURIDAD PÚBLICA, SOLO CON ESFUERZO FISCAL

Carlos Arce Macias

Los malos gobiernos no producen buenas policías. Es algo que los ciudadanos debemos aprender e internalizar. La naturaleza del crimen organizado es la colaboración que le brindan los gobiernos. Malos políticos están involucrados con el, brindándole cobertura y manteniendo las condiciones de seguridad en franca debilidad, para permitir la operación de los grupos delincuenciales sin estorbo alguno.

La corrupción política y gubernamental debe de ser combatida, no solo para que los políticos no se enriquezcan, sino en defensa propia, para lograr la formación de cuerpos policiacos verdaderamente eficaces. Nuestra seguridad, y la de nuestros hijos lo reclaman. La corrupción es el caldo de cultivo ideal para el crimen.

Una de las estrategias más recurrente y peligrosa, armada desde órganos estatales o municipales, incompetentes para asumir la dura función que tienen a su cargo, es la de vender plazas a algún grupo y permitir que este se encargue de “limpiar” la localidad de adversarios, y así dar la impresión de que la seguridad mejora. De ahí las ejecuciones en cascada. Otras veces se trata de conflictos entre los carteles por el control de una ruta o ciudad. Más de lo mismo: ejecuciones por docena.

Lo que queda claro, es que cuando esto sucede, las fuerzas locales encargadas de la seguridad, muestran una debilidad crónica para enfrentar a los delincuentes. Tienen un problema operacional, y eso es evidente a los ojos de los ciudadanos, que sufren balaceras y atentados hasta en los principales centros comerciales de su localidad. Este es un dato alarmante, que revela la ineficiencia de los cuerpos de seguridad, frente a la tranquilidad y parsimonia de los sicarios para ejecutar a cualquier adversario. No hay escudo que valga.

El Gobierno Federal, desconocedor de la realidad y heterogeneidad municipal, ha propulsado la creación de un “mando único”. Algunos alcaldes abrumados por la fuerza mostrada por los delincuentes, han visto en ello la salida a sus problemas, traspasando las responsabilidades del servicio de seguridad al estado. Por su parte, la entidad federativa cree que puede asumir con eficacia un rol constitucionalmente atribuido al municipio. Nada mas falso, será vencido sin duda. No entienden que hay un problema de corrupción en los gobiernos, y que el estado es el menos ajeno a ello. Ante el mando único, los malandros, en lugar de capturar la voluntad de varias corporaciones, solo tendrán que ponerse de acuerdo con una. Mala apuesta.

Por otro lado, los débiles agrupamientos policiacos municipales, dirigidos por malas administraciones, cuyos integrantes están más enfocados a hacer obra pública para recibir moches, o negociar usos de suelo y licencias de funcionamiento con desarrolladores voraces y comerciantes desesperados; no cuentan con las capacidades mínimas para recomponer la situación.

Hay que entender que los presupuestos de los municipios no están diseñados para mantener un cuerpo policiaco profesional, que lleve a cabo labores de inteligencia, y en base a ello, realice las acciones pertinentes para controlar todo brote de inseguridad en su circunscripción. Un policía en Canadá ó Inglaterra gana el equivalente a $50,000 pesos mensuales, más un sinnúmero de prestaciones como seguros, vivienda, guardería y educación para sus hijos. Los policías españoles y australianos cobran al rededor de 42,000 pesos. Como miembros de un servicio profesional, van incrementando beneficios conforme a la antigüedad, así como posibilidades de prejubilaciones desde los 20 años de servicio ininterrumpido.

El equipamiento de las policías debe de ser de última generación, comenzando por los chalecos antibalas, que deben de corresponder a los calibres más comunes a los que se ven expuestos. Los chalecos deben de estar certificados y cumplir con la NOM mexicana respectiva. ¿Ya los habrán revisado?

Algunos datos aislados revelan que el equipo de un policía puede rondar los $50,000 pesos, sin contar con patrullas, camionetas, sistemas de comunicación, capacitación, cursos de actualización, etc. La razón de policías por cada mil habitantes, según páginas oficiales de Estados Unidos, es mayor a 2 policías por cada 1000 habitantes. León por ejemplo, debería contar con 3160 agentes, Guanajuato Capital con 510, y Celaya 936. Se necesita mucho dinero para montar una policía de verdad.

Ningún municipio de nuestro estado ha hecho frente a todos estos requerimientos. Y esto solo se podrá llevar a cabo si se implementa una reforma fiscal, que genere una mayor carga tributaria en el impuesto predial. Es la única forma de comenzar a enfrentar el duro reto que el hampa y los malos gobiernos nos han impuesto. Se trata de reasumir las responsabilidades gubernamentales de mantener la paz pública en cada comuna.

Pero aparecen retos en el camino para lograrlo: el de mejorar el gobierno, evitando la corrupción, y como consecuencia la programación y el gasto eficaz y eficiente del presupuesto público. De otra forma, prevalecerá la resistencia ciudadana a entregar más aportaciones a gobiernos opacos, amateurs, inhábiles y ocurrentes.

Twitter: @carce55

 

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